Ustedes saben que lo que más me gusta en la vida es viajar. Me gusta conocer nuevos lugares, culturas, explorar… y algo que he aprendido en mi vida como viajera es que a pesar del nervio que puede generar el vuelo o los consejos que todo el mundo te quiere dar cuando enfrentas ese nuevo destino, no hay una mejor decisión que enfrentar todas esas inseguridades y simplemente traspasarlas.
Atravesando el miedo están las mejores cosas de la vida y este consejo aplica para conocer un continente nuevo o para lo que en mi caso ha sido el viaje más alucinante de toda mi vida, convertirme en mamá.
Pocos meses antes de quedar embarazada y viviendo en una espiral constante de búsqueda del éxito profesional, viví un importante punto de inflexión. Venía llegando de un viaje a África y tenía una extraña mezcla de sentimientos, sentía que había cumplido todo lo que me había propuesto en la vida y miraba desde el avión al horizonte y sentía, “¡Cresta! no tengo ningún proyecto nuevo”, y me vi en un vacío, un vacío que duró al menos un par de meses.
Pero tras eso, supe que estaba embarazada y mi cuerpo y alma me comenzaron a indicar que este era el nuevo emprendimiento que venía: ser mamá. Y desde ese momento, mi vida no ha parado de mejorar.
¡Cómo iba a imaginar que la pequeña Maia me enseñaría tantas cosas! Viví un embarazo hermoso, me permití por primera vez dedicarme a mí y eso fue precisamente lo que trajo Maia a mi vida, aún antes de nacer ya me entregó una lección trascendente: la vida no es solo trabajar, hay cosas más importantes.
Pero volvamos a los mitos… Como le ocurre a toda madre, sobre todo primerizas, todo el mundo te habla con un tono de resignación sobre los cambios que tu vida enfrentará, que las cosas ya no serán las mismas, y usan ese tono de tragedia, por ejemplo, cuando te dicen que no vas a dormir nunca más. Y ciertamente es un proceso de cambios, de tropiezos, sobre todo los primeros 6 meses, pero, ¿saben qué?, yo elegí derribar esos mitos.
La maternidad no me vino a frenar, ahora me siento más poderosa para seguir cumpliendo sueños y eso lo he demostrado profundamente, he viajado como loca con la Maia, solas las dos y sigo haciendo lo que hacía antes, la maternidad no me ha frenado. Sigo cumpliendo sueños, solo que ahora lo hago con esta maravillosa compañía.
MITO 1: TODO SE VA A DESORDENAR EN TU VIDA
Creo importante destacar acá que hablaré desde mi propia experiencia y, en base a eso, no puedo decir que mi vida se ha desordenado. Ha cambiado, ha evolucionado, ha mejorado.
Me han preguntado mucho si por la maternidad ha cambiado mi audiencia en redes sociales y, ¿saben qué?, no ha cambiado. Yo partí el 2013 y la mayoría de la gente que me sigue viene conmigo desde esa época y yo ya tengo 33 años, entonces todas esas mujeres que me seguían ya estaban teniendo la vida que yo tengo hoy, que es ser mamá. Entonces, cuando les conté que estaba embarazada empecé a reconectar con mujeres que me seguían desde el 2013 y muchas me daban la bienvenida al mundo de la maternidad, reconecté con mi audiencia y fue increíble.
Sobre el mismo punto, nunca me cuestioné esto de “mostrar o no a tu guagua en redes sociales”, todo lo contrario, siento que mi comunidad es tan exquisita que recurrimos las unas a las otras, las hice parte de mi embarazo y me hicieron sentir tanto cariño en ese proceso que en el fondo sentía que les estaba presentando a su sobrina recién nacida, simplemente fluyó, fue muy bonito. No sé si Maia será una mini influencer, pero sí puedo decir que es una viajera y va a ser más viajera que la mamá.
MITO 2: DEBES PONER EN PAUSA TU VIDA PROFESIONAL
Otro “miedo” común para las madres con una activa vida profesional tiene que ver con que de alguna forma tienen que “pausar” sus metas, sueños y logros, porque, “ahora son madres”.
Yo soy mi propia jefa y puedo elegir cómo llevo mi vida y mis tiempos, pero esas micro libertades de hoy tienen que ver con que gran parte de mi vida trabajé para esta etapa que estoy viviendo. Con Soy Tendencia vamos a cumplir 12 años y de esos 12 años, 10 fueron de solo trabajar. Me saqué la cresta, tuve muchos sacrificios familiares, personales, sentimentales y ahora veo que el gran trabajo de todo ese tiempo fue para vivir la vida que vivo hoy. Ser emprendedora es el camino más difícil, pero al mismo tiempo te permite por ejemplo decir, “no quiero trabajar, porque estoy delegando a mi equipo”.
¿Tuve miedo de disminuir mi productividad profesional? La verdad no, nunca he tenido miedo en lo que respecta a mi desarrollo, siempre he sido una mina segura en ese sentido. Había una incertidumbre, pero la clave fue tomar todo con calma, un día a la vez. cuando sentí a Maia en mi guatita me di cuenta que eso era lo único que me preocupaba ahora, nada más.
MITO 3: DEBES DESPEDIRTE DE MUCHAS COSAS
Creo que de lo único que me despedí fue del carrete, del trasnoche, pero lo hice felizmente porque fue una parte muy hermosa de mi vida, la viví a concho, pero mis prioridades cambiaron.
MITO 4: EXISTEN RECETAS DEL ÉXITO PARA SER MAMÁ
Soy la más chica de 4 hermanos y todos ya habían sido padres y madres, entonces tuve el privilegio de aprender mucho de ellos. Al mismo tiempo, tuve la experiencia de elegir desde su experiencia o aprendizaje, y fui creando una lista mental de, “esto quiero, esto no quiero para mi hija”. Y en este punto quiero reforzar algo que he dicho a cada persona que me ha preguntado por “la receta para”, spoiler alert: no hay receta.
Yo tengo un estilo de maternidad full relajada, no soy la mamá que anda corriendo detrás por si se va a caer o si va a manchar algo, no le tengo 5 ojos encima, confío mucho en la sabiduría con la que vienen los niños. A Maia le faltan herramientas sobre cómo aprender a conocer su cuerpo, pero de a poco lo va a ir descubriendo y, sin duda, es más sabia que muchos adultos que conozco.
MITO 5: YA NO ERES TU PRIMERA PRIORIDAD
Con mucha humildad y con mucho amor hacia mi hija y mi familia debo decir que no, no dejé de ser mi prioridad. Una de las cosas que he aprendido en este proceso es que somos la persona más importante en nuestras vidas y lo corroboré al tener una hija. Tengo que preocuparme más que nunca de estar bien, si yo estoy bien, ella estará bien.
Sigo siendo mi prioridad y espero que así sea siempre, para inculcarle a mi hija que ella misma siempre debe ser su prioridad y no otra persona.
Si pudiera dar un consejo a las madres primerizas sería dejarse ayudar por su red de apoyo, a pesar de que no he tenido tanto porque mi familia está en La Serena y me vine a vivir a Santiago, y la familia de mi futuro marido vive fuera de Chile, entonces no teníamos esa red de tías alrededor.
Por otra parte, quienes puedan hacerlo, tomen terapia. Ese apoyo te ayuda a comprender todos los cambios que vas viviendo, desde los físicos hasta lo que significa tener un hijo en tu vida, y si para una mamá es importante el no apagar la vida profesional, es bueno tener un apoyo profesional para hacer amigable esta nueva vida.
MITO 6: LAS GUAGUAS NO PUEDEN VIAJAR
Siempre pensé que al ser mamá no quería que mis viajes acabaran o que la maternidad fuera un impedimento para viajar. El primer viaje de Maia fue a los tres meses, fui con mi mamá y la verdad tenía muchísimo miedo, pero me sentía segura al estar con ella.
Después de eso viajamos varias veces solas Maia y yo, y a pesar de que siempre hay una incertidumbre propia de un viaje, he decidido ir viviendo literalmente un día a la vez. Cuando hay miedo, hay que atravesarlo nomás y cuando lo haces te das cuenta que nada es tan terrible. Atravesando el miedo están las mejores cosas de la vida, si hay mamás que no se atreven a viajar por el miedo nunca van a descubrir lo maravilloso que es viajar con hijos.
Y ESTO NO ES MITO, ES UNA GRAN REALIDAD
Creo que hay algo de lo que se dan cuenta nuestros abuelos, pero afortunadamente yo me di cuenta apenas fui mamá, y es que la familia es por lejos lo más importante en la vida.
Hay que cultivar y cuidar esas relaciones todos los días, hay que prestarle atención a nuestros seres queridos, porque son las personas que siempre nos van a acompañar. Independiente de la distancia, conflictos, diferencias de opinión, la familia siempre va a estar. Gracias a ser madre, entendí que cualquier desafío que venga o sueño por cumplir tiene que estar linkeado a mi familia y la felicidad de ellos, porque esa es mi felicidad.