No quisiera iniciar una descripción de Carmen Gloria Bresky cayendo en el “lugar común” de compararla o “fusionarla” con Marcia Durán, la icónica vecina metida, pesada, fuerte, deslenguada de los Larraín en “Casado con hijos”, pero ¡cómo separarlas!, si al mirarla es inevitable pensar en la Marcia, en sus sonidos de gata, en sus bromas a flor de piel, y en cómo en la recientemente lanzada temporada de la sitcom literalmente se ha robado la película (o la sitcom). 

Carmen Gloria es mucho más que un personaje, y es que cada paso que da lo hace sabiendo que generará impacto. Así lo hizo en “Casado con hijos”, serie en la que pasó de ser “la vecina de los protagonistas” a sumar más y más minutos en pantalla porque el público la ama. Así también lo ha demostrado en programas de baile o de imitaciones en TV, en los que ha dejado a todo el mundo con una sensación de “miiira la Carmen Gloria, qué power”. Así también lo hacía desde que tenía cinco años y salía a jugar a la plaza donde —recuerda— se subía a lo más alto del resbalín y gritaba ¡soy la reina de esta plaza! Casi como una antesala de lo que sería su vida después, siempre reina, pero en algo más que una plaza.

Yoya, como le dicen sus amigos y cercanos, es algo así como un huracán de talentos. Actúa, baila, canta, tiene una faceta de influencer, y al hablar con ella te das cuenta de que es una aguerrida capitana del buque que es su vida. Ella piensa dónde quiere ir y simplemente va. Pero pocas veces habla de la mujer tras los talentos, por ello es que me atrevo a decir que esta es su entrevista más humana, más cercana y más profunda en mucho tiempo. Amiga, amigo, ella es Yoya, la supertalentosa show-woman, pero principalmente ella es la mina power que hay tras todos esos otros títulos. 

POWER GIRL

Yoya, te entrevisté hace cinco años para Sarah, ¿qué ha pasado durante todo este tiempo?

Hace cinco años ya había iniciado un camino de empoderamiento de una mujer de 40 años; ahora tengo 45 y esta etapa ha sido súper power, de mucho crecimiento y aprendizaje. Se ha profundizado una relación conmigo misma. Me gusto y me quiero más, y no es porque antes no lo hiciera, pero quizás me pasaba más por alto. Mis objetivos eran mi carrera y mis hijos, y ahora lo siguen siendo, pero ahora soy más protagonista de mi vida.

Mencionaste tu edad y, probablemente hace treinta años, llegar a los 40 era como señal de madurez, pero hoy —sobre todo para las mujeres— es como más una etapa de redescubrimiento, de mayor juventud…

Sí, imagínate que yo fui mamá a los 17, y afortunadamente no tengo una historia de sueños truncados o algo así, porque mis papás me apoyaron siempre para hacer mi carrera y pude vivir todas mis etapas. Hoy me siento en un momento más permisivo conmigo misma, incluso me permito relacionarme con la soledad, que no es algo malo, tiene que ver con la conexión contigo. 

Hoy las mujeres a los 40 años hacen lo que quieren mucho más que antes, desde la manera de vestirse, el look, todo. Si quieren estudiar de nuevo lo hacen, si quieren tatuarse, se tatúan; si quieren separarse, se separan; si quieren probar una nueva sexualidad, lo hacen; y como tienes ya un camino recorrido, se pasa mejor.  

Todo lo que me dices me hace pensar en “And Just Like That”, la secuela de “Sex and the City”, que pone a sus protagonistas en un escenario de “ya fuimos profesionales, ya fuimos mamás, ya fuimos esposas, ahora seremos mujeres”, y te siento muy en ese mood…

Eso es lo que pasa conmigo, me surge la pregunta de ¿quiero continuar como estaba hasta ahora?, porque estoy bien, pero en realidad tienes ganas de más. Coincide con la pandemia también, esto de estar encerrados nos obligó a pensar un montón de cosas. Hay una catarsis y de eso surge una suerte de permitirse más. 

REINICIAR DESPUÉS DE VEINTE AÑOS 

A principios del 2023 varios medios electrónicos de corte farandulero comenzaron a hablar de Carmen Gloria, algo extraño, pues la actriz no suele ocupar titulares de esta naturaleza. ¿La razón?, una periodista de espectáculos comentó que la actriz habría terminado su matrimonio con el también actor Sebastián Layseca, con quien tuvo una relación de veinte años, dos hijos, y una historia que a todos nos daba impresión de perfección, de cuento de hadas. ¿Había terminado una de las parejas más icónicas del show business nacional? Carmen Gloria no quiso referirse al tema en el momento, y decidió no hablarlo con los medios de comunicación, hasta ahora. 

Sebastián (Layseca) y tú eran esa típica pareja que uno ve y dice “qué bellos” y jamás te imaginas que van a terminar, y de repente empezamos ver en medios faranduleros que la relación había llegado a su fin, aunque evitaste referiste al tema.

La verdad es que yo soy súper piola con mi vida, soy cuidadosa de mi privacidad, y en mis redes sociales muestro mi trabajo, no mucho de mi vida privada. 

Pero la gente los quiere mucho a ambos…

Por supuesto, es que mi relación con Sebastián era muy conocida porque somos dos actores que llevaban veinte años juntos, y al principio fuimos súper bajo perfil, no nos cuestionamos lo de mostrarnos o no mostrarnos, pero claro que sé que teníamos una relación muy estable y conocida, pero siempre de bajo perfil. 

Sobre la separación, no solo me involucra a mí, también a él, a mis hijos, a mi familia, y yo soy súper cuidadosa porque son lo más importante que tengo. También creo innecesario lo de hablar de estos temas personales, no espero opiniones ajenas, sí de las personas más cercanas a mí, y no me siento famosa al nivel de tener que hacer declaraciones al respecto; eso me da pudor. 

Cuando sale a la luz el tema, ustedes ya llevaban un tiempo separados, ¿verdad?

Claro, fue después de varios meses de estar separada, en que todo lo hicimos de manera súper piola. Aparece esto en portales, y me empezaron a llamar periodistas y la verdad es que no quise hablar. Es un tema privado y no siento la responsabilidad de contar cosas, porque nunca he abierto tanto las puertas de mi casa o mi vida personal. Pero de todas formas fue una separación en muy buenos términos, muy cariñosa. Yo me siento orgullosa de la familia que construimos, de los hijos que criamos, y hasta hoy tengo una muy buena relación con Sebastián, porque seguiremos siendo familia para siempre. Hay mucho cariño. Ya llevamos un año separados, y por eso hoy lo puedo hablar. 

¿Qué pasó con el público?, ¿te hicieron comentarios sobre la separación?

Sí, claro, igual a uno le entra la curiosidad de repente y lee comentarios por ahí, y claro, hay personas muy cariñosas. Yo estoy súper orgullosa de mí, muy tranquila por haber tomado una decisión consciente y con valentía, que no es fácil. Fue hermoso, y llegar a estar veinte años con alguien es un súper logro, y si a alguien le importa si yo ahora estoy bien, les diría que sí, estoy muy bien. 

¿Cómo se enfrenta la nueva vida de soltera?

Por suerte todo se ha dado bien. Fue todo muy fluido y armónico, también para nuestros hijos, quienes fueron muy receptivos y comprensivos. Creo que incluso nuestra relación se afiató. Ellos vinieron como a apapacharme más, y si bien hay cambios y cosas a las que adaptarse, nada es tan difícil, ya que todo con paciencia y cariño se puede lograr. Obvio que no hablo de éxtasis y felicidad, porque se trata de un duelo, y muchas veces los duelos se empiezan a vivir internamente o desde antes, entonces uno está un poco más preparado. 

EL RETORNO DE MARCIA 

“Casado con hijos”, la versión chilena de “Married… With Children”, emitió su primer capítulo en mayo de 2006, y en muy poco tiempo se convirtió en la sitcom más vista de la historia de Chile. ¿La receta?, dos factores muy importantes: un elenco de lujo y una perfecta adaptación del guion a la realidad nacional. En este contexto es que conocimos a Marcia Durán, la antipática vecina de los Larraín, que pese a su personalidad se ganó el cariño de todo Chile en sus cuatro primeras temporadas y que consolidó su sintonía con el público en la nueva temporada de la sitcom estrenada el 2023, después de quince años en que no se habían emitido capítulos nuevos. 

¿Qué pasó con esta quinta temporada? Lo que era de esperarse: cifras de rating espectaculares, la consolidación de los personajes ante el público, una actualización a los tiempos de los guiones y situaciones, y… ¡una sorpresa muy agradable! El personaje de Carmen Gloria creció como la espuma, y no solo por sus minutos en pantalla, sino también en su complicidad con el público y el innegable cariño que genera con su actuación.

¿Cómo apareció Marcia Durán en tu vida de nuevo?, ¿hubo un proceso de negociación contigo misma para aceptar volver a hacer este personaje después de tantos años?

Quizás mi proceso de empezar a volver con Marcia fue en la pandemia, cuando a Javi (Contador) se le ocurre empezar a subir historias por Instagram reviviendo su personaje, y me empezó a decir que le respondiera, ¡y yo no sabía cómo era la Marcia ahora! Pero me fui reencontrando con ella. Cuando nos piden hacer esta nueva temporada primero hicimos un piloto y ahí me di cuenta de que Marcia aún estaba conmigo, me reencontré con mis compañeros, y finalmente Mega aprobó hacer la temporada nueva. 

¿Cómo fue ese reencuentro con tus colegas?

Fue muy loco volver a encontrarnos después de 15 años y que la dinámica no haya cambiado. A mí me daba nervios, me preguntaba si la gente iba a querer ver el programa de nuevo, a pesar de que los personajes siempre se mantuvieron un poco activos, ya sea por YouTube o a través de un montón de memes que circulaban, pero era algo medio vintage ya. Yo me entregué nomás, lo hicimos con actitud de “démosle, y si nos equivocamos, nos equivocamos”. Eso es una de las cosas que uno se permite con el hecho de tener 40 años.

¿Pudiste dejar de ser Marcia en algún momento? Imagino que hay gente que te dice Marcia en la calle, y que lo ha hecho por todo este tiempo…

Sí, siempre, ahora más. Pero sí, Marcia siempre siguió presente.

Suele pensarse que las segundas partes no son buenas, o que “no eran necesarias”, y de repente como espectador te asusta un poco que te maten la magia, como Carmen Gloria ¿te dio un poco de miedo hacer esta nueva versión?

Yo creo que el personaje de Marcia es muy adaptable a los tiempos, a diferencia por ejemplo del personaje de Dayana (Amigo), que originalmente era adolescente y tú te preguntas, ¿cómo va a ser la Titi de adulta? Pero en mi caso solo me preguntaba cómo íbamos a tomar el humor, sobre todo ahora que la gente está más quisquillosa y cuestionan todo. Por una parte eso está bien, pero por otra quizás nos vamos un poco al chancho con la crítica, incluso antes de ver algo. 

¿Cuál era el mayor desafío?

Había muchos desafíos: el que sumara público nuevo, gente que quizás veía el programa con la mamá cuando tenía cinco años y ahora lo entiende; o que la cámara ya no es la misma, ya no podemos tener la misma imagen de antes, aunque quisiéramos darle esa cosa vintage, porque ya no existe esa calidad.

Y además vuelven en tiempos de TV por streaming. De hecho, creo que a partir de “Casado con hijos”, Mega lanza su plataforma de streaming, porque hoy el nivel de visualización de la TV abierta es muy bajo…

Y gran parte de la gente que siguió viendo “Casado con hijos” por todos estos años lo hacía por YouTube, y aún no han visto los nuevos porque no están liberados todavía.

Marcia, tu personaje ha crecido mucho en esta temporada. Creo que en las primeras temporadas no estaba en todos los capítulos, y ahora veo que sí, y tomó un protagonismo muy fuerte. ¿Eso lo notaste, se habló, se planificó, o simplemente se dio?

No, no se habló antes como: “Oye Marcia va a participar mucho más”, no fue así. Quizás grabando me daba cuenta de que estaba más tiempo que antes, pero sí cuando empezó a salir al aire, me di cuenta de que había gran recepción de la gente… 

Es que tu personaje gusta mucho, se convirtió en un ícono.

Sí, desde antes yo me había dado cuenta de que había varios “Marcia lovers”. Tengo mi público que siempre estuvo conmigo, y ahora lo vi traducido a comentarios en las redes, en foros, etc. Ahí veía cosas muy lindas, no me esperaba tanto la verdad. Me encanta que reciban con cariño mi trabajo, porque lo hago con amor, y además me llama la atención que quieran tanto a Marcia porque es bien insoportable (ríe).

Pero todos tenemos a una Marcia cerca…

Sí, siempre me dicen que les identifica, que “mi mamá es igual” o mi señora, o mi ex; siempre hay una Marcia en todas las familias.

¿Sientes o te han hecho sentir un ícono gay en algún momento a propósito de tu personaje?

Mira, no sé cómo partió esto, pero fue en las temporadas anteriores. Quizás partió cuando Marcia empezó a cantar “Libre”, de Paloma San Basilio, que es ¡muy himno gay! Y también como tengo varios amigos gay, me empezaron a invitar a eventos tipo Miss Fausto y cosas así. Quizás también Marcia pegó en la comunidad por ser como muy perra, una mezcla entre masculina y sexy. 

Sí, es que también tiene esta cosa de desinhibición sexual muy marcada, y quizás todos tenemos una Marcia interna que no dejamos salir, pero la proyectamos en tu personaje…

Puede ser, pero además Marcia tiene un lado torpe, porque por muy winner que se muestre, media arribista y todo, las cosas no le resultan tanto, entonces igual es como humana adorable a pesar de todo. Se empatiza mucho con el personaje. 

A propósito de la sensualidad, esto lo vienes explorando (y mostrando) desde hace un rato ya, creo que en el programa de baile en el que estuviste se genera una suerte de destape. ¿Cómo te relacionas hoy con tu sensualidad?

Yo creo que me lo fui permitiendo con los años. Al principio, como estudiante de teatro, eres muy cuidadoso con todo eso, sobre todo porque sabes en la sociedad en la que estás, que es super prejuiciosa. Siempre mi motor ha sido ser conocida por ser actriz, y no porque mi cara esté en la tele. Fue con los años que me fui atreviendo un poco más, y me fui dando cuenta de que verme bien y sentirme rica no me quitaba talento, no me quitaba ser mamá, ser mujer.

A UN LIKE DE DISTANCIA 

Con medio millón de seguidores en Instagram, y una vida cada día más conectada, Carmen Gloria ha ido lentamente convirtiéndose también en influencer, con todo lo que ello involucra: desde campañas publicitarias hasta haters y declaraciones de todos los calibres. 

Después del estreno del nuevo “Casado con hijos”, imagino que tu Instagram explotó en comentarios y en seguidores, ¿no?

Sí, creció, y creció harto.

¿Eres buena para leer los comentarios y DMs que te envían?

Sí, cuando tengo tiempo lo hago, y muchas veces respondo esos mensajes buena onda, pero los que son medios pasados pa’ la punta, no. Y cuando llegan, los bloqueo.

¿Tuviste miedo en algún momento que se te encasillara en la comedia, y que eso te restara otras opciones?

Siempre existe un poco ese temor, pero yo me quedo tranquila porque sé que puedo hacer otras cosas. Me ha visto el público, los directores, y claro, cuando he querido hacer otras cosas, lo he pedido y el universo me lo dio. Hoy estoy grabando una miniserie con un personaje que sufre, tiene dolor, y está lejos de la comedia. Entonces sí, a veces me he restado o he sentido que no me llaman porque tengo perfil más de comedia.

Yoya, después del éxito del retorno de “Casado con hijos”, imagino que viene otra temporada, ¿verdad?

¡No sé si te puedo decir eso! (ríe).

¿Creció mucho el cheque de esta temporada en relación a las anteriores?

(Ríe). Sí, un poco, ¡pero solo fueron cuatro meses de grabación! 

Somos parte de un cambio muy acelerado en términos tecnológicos. Tú participaste de la TV análoga y hoy, con el mismo personaje, estás llegando a las casas a través del streaming… ¿Cómo observas ese cambio?

Hoy se abren puertas que antes no existían, se rompen barreras, puedes internacionalizar tu trabajo de forma rápida. Hace un tiempo tuve la posibilidad de grabar una serie para HBO, y eso abre puertas a que te vea o contacte alguien de otro país que está viendo tu trabajo.

Con 500 mil seguidores en Instagram, has explorado la faceta de influencer, ¿cómo ha sido este trabajo paralelo a las producciones?

Me he entregado. Al principio con un poco de desconfianza, pero al final uno se adapta. Yo soy actriz, y me di cuenta de que ahí también había pega, y simplemente lo disfruto; no soy la más profesional, pero me adapto. Aunque yo no vivo tanto mi vida a través de las redes sociales, soy mala para tomar fotos, poner filtros y todo eso.

¿Es difícil interpretarte a ti misma?, porque en una producción tienes un personaje, un director y un guion, en cambio en Instagram estás tú y tu teléfono…

Bueno, ese es uno de los motivos por los que no lo hago tanto, porque con un personaje me siento más resguardada, porque yo soy tímida, soy súper privada.

Fuiste parte de la teleserie más larga de la historia de Chile, y además hiciste dos personajes; ¡fue una locura de dos años! ¿Cómo recuerdas “Verdades ocultas”?

Mi participación no llegó a ser tan grande como la misma teleserie, pero me hace muy feliz. Fue una teleserie muy particular en las que pasaban cosas que tú te preguntas: “¿En serio va a pasar esto?” (ríe). Yo le tengo mucho respeto a “Verdades ocultas”. Aunque haya tenido muchas cosas criticables: estar todo ese tiempo al aire, inventando a cada rato historias para mantener a la gente atenta, hay todo un trabajo muy valorable ahí.

No sé si estás enterada del fenómeno “Gran hermano”, en que una participante reveló frente a todo Chile que es trans, o sobre el caso de Wendy Guevara, la primera trans en ganar un reality en México; ¿cómo ves esta nueva TV en la que estos temas son visibilizados de forma tan normal y natural?

Me encanta, creo que son temas que hay que tocar, porque está pasando. Ahora los jóvenes se atreven a hablarlo, y qué bueno que se haga con respeto y sin morbo. Hace años no iba a existir un conductor de noticias que fuera abiertamente gay, hoy ya no es tema, lo mismo en teleseries. Es bueno que haya personajes lésbicos o gais y que no se aborden desde la comedia, y eso responde a que estamos haciendo una TV más madura y abierta.

Te pondré en una situación ficticia. Frente a ti hay dos puertas, y debes elegir solo una que determinará lo que harás por el resto de tu vida, sin posibilidad de volver atrás. Está la puerta drama y la puerta comedia, ¿cuál atraviesas? 

¡Wow, qué difícil! Elijo comedia, porque la hago y me hace feliz, me hace vibrar. Pero detrás de la comedia también hay una persona y hay drama, aunque sea un estilo muy extremo como el sitcom. Si empezamos a sacar capas de las personas, nos vamos a ir encontrando con dramitas, por muy comedia que sea la capa exterior.

¿Cómo fue trabajar con Luciano, tu hijo, quien interpreta la voz del hijo de tu personaje en “Casado con hijos”? 

Bien, simpático, divertido. Ojo que Luciano participó en “Casado con hijos” desde que estaba en la guata, porque cuando Marcia en la serie estaba embarazada, fue justamente porque yo estaba embarazada, entonces siempre ha estado. 

¿Una actriz chilena que admires?

Soy mala para elegir favoritas, pero admiro mucho a Amparo Noguera, Bélgica Castro que ya se fue, Cata Saavedra, Paloma Moreno también, que es muy joven. Disfruto mucho ver talento y no solo actoral, también en la dirección, en el baile; creo que en Chile hay mucho talento.

¿Si pudieras elegir, cuál sería tu rol soñado?

¡Uf! Quiero hacer tantas cosas, pero me gustaría mucho hacer acción, me encanta también el terror, y me gustaría seguir incursionando en lo musical. Todo lo que me desafíe, me encanta. Ojalá también se abran las puertas internacionales, y no por soberbia, sino por los intercambios culturales, por conocer más.

Te ves muy joven, muy jovial, ¿hay mucho cuidado con tu cuerpo y rostro, o tienes genética privilegiada?

No, genética privilegiada no, pero hasta cierto punto sí (ríe), porque lo que hago, tampoco es mucho. Me cuestan mucho las rutinas, la que más cumplo es la de skincare en la mañana, y en la noche cumplo con limpiar mi rostro, sacarme el día, usar productos de buena calidad, y protector solar siempre.

Y dependiendo de los periodos, siempre es bueno hacer deporte, que no lo hago para verme mina, sino porque el deporte te genera endorfinas, transpiras, despejas tu cabeza, trabajas tus músculos que implica también mover los huesos. Soy consciente de que tengo 45 años y mi cuerpo es mi templo y yo trabajo con él; y me gusta mucho la vida y quiero seguir pasándolo bien, bailando, jugando; quiero estar y sentirme bien. Me cuido, pero no tanto.

¿Amiga o enemiga de las jeringas?

No me hago muchas cosas, porque mi vanidad actoral es mayor que mi vanidad de juventud. Por ejemplo, en los proyectos que estoy ahora, no podría estar con cosas en la cara, prefiero que haya una Negra Ester que se ría y se le marquen las patitas de gallo. Me gusta verme bien, pero en equilibrio. Yo asumí las estrías que tuve con mi primer hijo, ya sé que tengo un rollito, que tengo celulitis, y trato de amortiguar un poquito, pero así soy no más. 

¿Estás feliz?

Soy feliz de mi momento. Soy feliz con los hijos que tengo. Soy feliz de ser abuela. Soy feliz bailando hip-hop. Estoy muy conforme con los 45 años que tengo. He recorrido un gran camino en estos años, como persona, como madre y como actriz. Hay cosas en las que me pude haber equivocado, pero me entrego también a esos momentos oscuros o dolorosos porque obviamente crecemos.

Sobre esos momentos dolorosos… A una actriz le duelen igual, pero tienes la capacidad profesional de meterlos en un cajón y seguir con la vida, ¿es una garantía actoral?

Sí, yo tengo la capacidad de diferenciar las cosas que me pasan en mi trabajo de las que me pasan como persona. Cuando estaba ensayando la obra “La incondicional”, yo estaba en medio de la separación con Sebastián, y era super difícil, y de repente me tenía que ir a un rincón para desahogarme un poco, pero en esos momentos lo que más me daba vida y cobijo era mi trabajo. Agradezco al universo que me dio mi talento y herramientas para dedicarme a esto, no solo porque con este trabajo alimento a mis hijos, sino porque también se alimenta mi alma y mi espíritu y me hace muy feliz. Vivir de la actuación me hace ser una afortunada. 

Me dijiste que tu relación con Sebastián se había fortalecido tras la separación, pero siendo los dos actores, podrían incluso tener que trabajar juntos. ¿Sería difícil o lo tomarían bien?

Quizás sería raro, pero ambos lo tomaríamos bastante bien, y uno siempre está agradecido del trabajo. Cuando él tiene un proyecto nuevo siempre me pone feliz. Nosotros no estamos peleados, así es que no creo que tengamos problemas si trabajamos juntos. 

¿Está preparado tu corazón para una nueva relación de pareja o sigues fortaleciendo la relación contigo misma?

Aunque esté en una relación conmigo, y habiendo descubierto eso, no es algo que quiera soltar. Pero eso no impide que pueda encontrar a alguien y enamorarme. El amor es lo más lindo que puede haber, es magia, y no me voy a negar a la magia.

¿Estás en tu mejor momento?

No sé, quizás… #SARAH

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