Primero, dejemos algo en claro: a Jorge Chacón lo puedes tratar de él o ella, siempre y cuando sea desde el respeto. A pesar de lo joven que es, su madurez asombra y eso queda de manifiesto en su forma de expresarse, vestir y hasta escoger las marcas de las que será rostro.
El día de la entrevista, el influencer venía llegando de Tailandia, viaje al que asistió para conocer las fábricas de la multinacional Pandora, experiencia de la que también participaron figuras como Kel Calderón, Ignacia Antonia, Vale Caballero e incluso, Belinda. ¿El pasaporte a esta y otras aventuras de ensueño? Sus más de 600 mil seguidores en Instagram y otros seis millones en TikTok.
De cabellera rubia increíble, de piel blanca como la nieve, de vibrantes ojos y de un cautivador je ne sais quoi que nos hace pensar que estamos frente a una estrella. Jorge ha refrescado las redes sociales con su particular estilo, su personalidad encantadora, y por qué no decirlo, su belleza deslumbrante que a primera vista nos hace pensar: ¿estamos frente a un hombre o una mujer? Pero la respuesta a la pregunta no es ni absoluta ni importante para este chico que un día salió de Venezuela y que se convirtió en gran referente como modelo andrógino en Chile.
LIBRE Y SIN ETIQUETAS
Su camino no fue del todo fácil, teniendo en consideración la cultura en la que estamos inmersos. Una persona que se sale de los cánones establecidos, tarde o temprano “sufrirá” las consecuencias. “Evidentemente te dicen, desde chiquitito, lo que tiene que ser un hombre o una mujer, y yo sentía que no encajaba en ninguna de estas dos realidades”, cuenta. Por eso su lema de vida es “libre y sin etiquetas”, y para su fortuna, vivió una infancia feliz. “Siempre tuve el apoyo de mis papás, siento que eso me ayudó muchísimo”, revela.
¿Cómo llevabas el dilema del género siendo niño?
Me ajustaba y de alguna forma era feliz. En cada etapa de mi vida fui feliz, dije: “Bueno, esto es lo que me tocó ser en este momento y poco a poco voy a evolucionar”, pero eso lo entendí con el tiempo. La información y el relacionarme con personas de distintas realidades me hizo darme cuenta de que no le estaba haciendo daño a nadie y que podía ser feliz siendo yo.
¿Y sientes que ahora te conoces al 100 %?
En este momento me siento muy feliz siendo quien soy, pero probablemente más adelante me gusten otras cosas. Mi punto es que como ser humano —que es mi única autodefinición— voy a explorar muchas cosas, me quedaré con una y con otras no. Somos como un software, vamos a tener actualizaciones.
Se habla mucho de las etiquetas hoy en día y se está estilando el no ponerlas también. ¿Qué te parece la tendencia de preguntar el pronombre a las personas antes de tratarlas?
Siempre he dicho que los pronombres me dan exactamente lo mismo, desde mi realidad y sin imponer nada. Si tú me tratas en femenino o masculino, para mí es irrelevante. Pero sí es un tema de respeto, porque cuando niño me trataban en femenino de forma despectiva. Y quiero dejar claro que, si una persona se siente identificada de cierta manera, es necesario que se le respete.
VIVIR DE LAS REDES SOCIALES
Jorge llegó a Chile hace aproximadamente seis años. Emigró de Venezuela a los 19, y pese a haber estudiado Publicidad y Relaciones Públicas, empezó en nuestro país desde cero. “No la tenía clara, llegué sin ánimos de grandeza, era lo que me tocara. Empecé trabajando en restaurantes, encuestando, de todo”. Al poco tiempo comenzó a trabajar como modelo, pero no era algo que le gustara del todo, así que en sus tiempos libres generaba contenido en redes sociales.
¿Cómo fue tu arribo a TikTok?
Dos semanas antes de que cayera la pandemia, una amiga me dice “bájate TikTok”, y yo no quería, no me gustaba nada. Y en un cumpleaños, ella me dice: “Vamos a hacer nuestro primer tiktok. Me descargó la app, y al día siguiente tenía como dos mil seguidores”. Yo dije: “What?! ¿Qué es esto?”, y me motivé.
¡Y la pandemia no te detuvo!
Fíjate que cae la pandemia, nos encierran, y como no tenía nada más que hacer, me dediqué full a hacer tiktoks, cuatro videos diarios, y crecí mucho. Hacía videos de moda y les iba súper bien. Siento que la constancia hizo que creciera, y esos mismos seguidores emigraban a Instagram. Fue súper cool el proceso, la gente me decía cosas muy bonitas y me liberé mucho.
Vivir de las redes sociales es algo relativamente nuevo, ¿en qué soñabas trabajar?
Hace poco hablaba con mi mamá que recordaba que cuando chico le decía que no iba a dedicarme a hacer algo común, pero no porque estuviera mal, sino porque siempre me vi haciendo algo diferente, no me vi teniendo un trabajo de oficina, y afortunadamente se dio todo esto de las redes sociales.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
¡Me gusta todo! (ríe). Amo mi trabajo, estoy muy agradecido y feliz. Amo tener la autonomía de poder elegir qué quiero hacer y qué no. Independiente de que tiene dificultades como cualquier trabajo, porque si fuese fácil todo el mundo lo haría, también es un privilegio.
¿Cuáles son esas dificultades?
Por ejemplo, podrá haber marcas que son más rígidas, pero si son así no trabajo con ellas. Hay marcas que te dicen “esto es lo que quiero que hagas, y si no es esto, no quiero trabajar contigo”, y en ese punto, yo tampoco quiero trabajar con ellos.
¿Lo que menos te gusta de este trabajo?
No me gusta quejarme de mi trabajo porque me gusta, pero pucha, a veces viajo y no duermo nada, pero estoy conociendo una cultura distinta, y de eso no me puedo quejar. Pero cosas que no me gustan de las redes sociales es que me dan mucha ansiedad, me tuve que medicar durante un tiempo, y no estuvo lindo.
Es que el hate puede ser brutal.
Pero también ansiedad de pensar en que puedo perder las cosas que había logrado. Sentir que de repente se me fuese este trabajo, me generaba demasiada ansiedad. Y claro, en redes sociales estás expuesto a que te amen, pero también a que te odien. La gente no se da cuenta cuánto te puede herir alguien con un comentario. Una de las cosas que no me ha gustado de mi trabajo es haberme sentido vulnerado por personas que no me conocen.
¿Y lees los comentarios?
Es que es casi imposible no leerlos, pero trato de no quedarme ahí. Si leo un comentario malo digo: “Ya, me voy, no leo más”. Pero también hay un montón de comentarios buenos. No dejas de ser humano por estar en redes sociales, no dejas de sentir porque trabajas en esto.
“ES HEAVY CÓMO LA FEMINIDAD TE VUELVE VULNERABLE”
¿Cómo describir físicamente a Jorge sin caer en los estereotipos de la hegemonía? Es casi imposible, porque su belleza es prácticamente perfecta: un hermoso rostro de rasgos finos, cabellera luminosa y eterna, y un envidiable cuerpo espigado. Todo lo que nos dijeron que estaba bien. Pero algo es claro, Chacón representa el futuro, la imagen que las próximas generaciones verán sin prejuicios, porque siempre existe una persona que abre caminos, y en esta suerte de batalla contra las imposiciones estéticas sociales, le tocó ser un pionero.
¿Te encontraste con muchos prejuicios en Chile?
Fíjate que no tanto, al final tengo un privilegio dentro de todo, yo soy muy clean a la hora de crear contenido. No me gusta involucrar mi vida personal o cosas que no van a aportar, y esto no lo hago en plan “soy un modelo a seguir”, sino que es mi línea.
¿Crees que tu belleza también ha influido en eso?
Tengo un privilegio por el solo hecho de ser hegemónico, no me autopercibo como una persona preciosa, pero puedo vivir mi feminidad tranquila porque tengo rasgos finos, el cabello largo, soy muy delgado, pero a una persona con una realidad similar a la mía y sin esos rasgos, se le hace mucho más difícil. Siendo realista, yo no vivo tanta discriminación por tener un cispassing, por pasar en la calle como una mujer cis.
¿Qué te pasa con esto del cispassing?
Desde que soy más femenino me siento más vulnerado. Obviamente no vivo la realidad de una mujer y no quiero apoderarme de eso, pero desde que soy más femenino me da más miedo salir a la calle en la noche, y aún más sabiendo que si me va a pasar alguna cosa, me va a pasar el triple si luego se dan cuenta de que no soy una mujer. Es horrible, no quiero minimizar ninguna cosa que vive una mujer porque nunca lo viviré, pero es heavy como la feminidad te vuelve vulnerable.
“PERMITIRME SER LIBRE ES UN LOGRO PARA MÍ”
Me gustaría que me hablaras de tu amistad con Helénia Melán, ¿cómo se conocieron?
Mi amistad con Helénia empezó como hace tres años. Nos conocimos en un trabajo, tuvimos feeling, intercambiamos una conversación como de cinco minutos porque ella se tenía que ir, y a la semana siguiente tuvimos una grabación juntos. Hablamos mucho, teníamos muchas cosas en común, cada una tenía su proceso diferente. A las pocas semanas de conocernos se quedó en mi casa (ríe), y el resto es historia.
¡En redes pareciera que se conocieran de toda la vida!
Hicimos clic, creo que ninguno de los dos tiene la facilidad de hacer clic de inmediato con alguien. Ahora nos conocemos absolutamente todo, ha sido una locura, fue algo muy natural. Es de las pocas personas con la que de verdad puedo ser muy transparente y siento que viceversa, porque las redes sociales son el 1 % de tu vida. Es una amistad bastante linda que aprecio mucho.
¿Cuál es el secreto de tu éxito?
Creo que la constancia. Puede sonar súper cliché, pero el trabajar en lo que de verdad te gusta hace que todo sea más fácil; y el hecho de ser yo mismo. Durante un tiempo empecé a forzar ser alguien que no era, como trabajar de modelo masculino y nunca se daba, pero en el momento en que me permití ser lo que he sido siempre, todo se dio mucho más fácil. Permitirme ser libre es un logro para mí.
Y la gente conecta mucho contigo…
De hecho, si bien no me autopercibo como un referente, la gente en la calle me dice “wow, cuando sea grande quiero ser como tú”.
Eso es muy cierto, sobre todo para una nueva generación que se está abriendo al cambio.
Sabes, cuando era pequeño, una profesora llamó a mi mamá y le dijo que yo tenía actitudes extrañas, como que jugaba más con las niñas que con los niños, y que cuando yo creciera me iban a hacer bullying. Me acuerdo de que mi mamá me dijo “tienes que cambiar”, pero me lo dijo desde afuera, nunca imponiendo nada, y por eso siempre agradezco que mis papás estuvieran para mí.
Y no todo el mundo cuenta con esa suerte.
Yo me pregunto, qué diferencia hubiese hecho si esa profesora en vez de pedirme a mí cambiar, se lo hubiera dicho a los chicos. Por qué no dijo “esta es una realidad distinta, y es completamente válida”. Educar desde chiquitos. Y esto te lo cuento porque ahora me escriben profesoras y me dicen que soy un referente para explicarle a les niñes que está bien ser diferentes, y que eso no va a medir cuán exitosos seas en la vida, o cuántas oportunidades puedan tener. Me hace muy feliz aportar un granito a la sociedad.
DECONSTRUYENDO AL MUNDO
Si bien es un camino lento, desde tu perspectiva, ¿vamos bien en la deconstrucción?
(Piensa). Aún queda camino por recorrer, a veces la gente dice: “Ahora se inventaron un montón de cosas”. Bueno, dicen otras palabras que no voy a decir, pero se refieren a nosotros, las personas que somos diferentes, como inventos, que antes no existían, y si antes no existían es porque no se nos daba la visibilidad. Nos privaron de existir. Es un trabajo constante educar y decir: “Merecemos un lugar en el mundo por el simple hecho de existir”.
¿Y has visto esos tiktoks de hombres reaccionando a tus videos donde te muestras femenino y luego masculino?
Sí, un montón. Para mí el género es una construcción social, entonces ahí lo deconstruyes un poco. Hay gente que me escribe: “Ay, era heterosexual y contigo me confundí”. ¡Y, man!, ni siquiera se trata de eso, porque si tú estás dándote la oportunidad de reaccionar y escribir, es porque te estás encasillando… En verdad a esos videos no les presto mucha atención.
¿Qué es lo que más te gusta de ti?
¡Uy! ¡Qué difícil! Creo que como ser humano estamos más enfocados en lo que no nos gusta. ¿Qué me gusta? Me gusta que soy muy dedicado a las cosas que quiero hacer. Pongo el ojo, lo quiero y lo hago.
En un mundo con demasiado acceso a intervenciones, ¿te harías algún retoque estético?
Desde chiquito siempre he sido muy finito de cara, de mis rasgos, delgado, no me he hecho nada en la cara o en el cuerpo, tampoco planeo hacerlo pronto. En estos momentos de mi vida no quiero, pero soy un ser humano que evoluciona, capaz que después sí… no sé.
¿Qué es lo que más te hace feliz?
Siento que la felicidad es de momentos, ¿no? (ríe). Compartir mucho con mi familia, con mis amigos, viajar, conocer culturas distintas, ¡muchas cosas!
¿Cuál es tu mayor miedo?
(Piensa). Creo que mi mayor miedo es morirme sin terminar las cosas que quiero hacer.
¿Y cuáles son esas cosas que quieres hacer?
Bueno, seguir trabajando en lo que hago, desde chiquito siempre me ha gustado la ropa, entonces me gustaría tener mi línea, pero no ligada a otras marcas, sino ser mi propia marca. Pero también otras cosas, como estar bien conmigo mismo físicamente y en espíritu.
¿En qué era estás?
En mi “chica de la isla” era (ríe). No, es broma. Estoy en mi trabajadora era, en trabajar mucho por lo que quiero. #SARAH
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