Modelo, influencer, escritora, empresaria, mamá… y la lista podría seguir. Es que Cote López es el más vívido ejemplo de no conformarse con ser la “esposa de”, y fue mucho más allá: creó un imperio que lleva su nombre.
La conocimos cuando aún no tenía 18 años y daba sus primeros pasos en la TV, siendo reclutada por el programa Morandé con Compañía. De sonrisa cautivadora y cabellera de princesa, la joven Coté conquistaba con su sola presencia.
¿La Victoria Beckham chilena? La verdad es que incluso esta comparación le queda chica a Cote, pues ha hecho una carrera que incluye estudios de fashion styling en Italia, estudió Psicología, ha escrito cuatro libros, tiene su propia marca de maquillaje, un perfume, una línea de ropa, y de seguro va por más. Todo esto lo hace siendo madre de cuatro hijos e influencer desde su cuenta de instagram con más de dos millones de seguidores. ¿Cómo lo ha logrado todo? Se lo preguntamos a ella misma.
UNA MODELO “MADE IN CURICÓ”
“Recuerdo una infancia súper linda, con mi hermano más grande caminábamos juntos al colegio. Éramos como bien hermanables, nuestros papás trabajaban, entonces hacíamos cosas solos, pero nada malo, gracias a Dios”, de esta forma la empresaria recuerda a la pequeña Cote López, una niña que muy temprano aprendió a cocinar y a tejer en sus fines de semana con su “Nonna”, de quien recuerda ser muy regalona.
¿Con qué soñabas cuando eras niña?
Soñaba con ser actriz de teleseries; me encantaba Carolina Arregui, era ultra fan.
Comenzaste tu carrera en televisión en plena época farandulera, ¿cómo lograste sobrellevar las críticas y resguardar tu salud mental?
En esa época no había mucho cuidado de la salud mental. Gracias a Dios mi papá y mi familia en general siempre fueron mucho de bromear, o sea, en el fondo es mucho como “mis traumas, mis bromas”, entonces, si a una la dejó el marido todo el rato se bromeaba con eso, si una perdió el trabajo, todo el rato se bromeaba con eso, entonces estaba muy acostumbrada a bromear con las cosas negativas. Si bien me afectaban, no les daba mayor importancia.
Eran tiempos de mucha exposición, e innegablemente construiste una vida muy atractiva para la prensa de farándula siendo muy joven, ¿hay algo de lo que te arrepientas?
Trato de no pensar en arrepentimiento porque al final siento que una cosa me llevó a la otra. Si no hubiera entrado a la televisión a lo mejor no hubiera conocido a Luis (Jiménez), no hubiese construído una familia, entonces trato como de no arrepentirme. Quizás hubiera hecho las cosas diferentes, porque era muy niña jugando a ser grande. Era súper cabra chica, entonces yo iba con todo. Bueno hoy en día las cabras chicas a los 12 años están ahí subiendo fotos casi en pelota, pero bueno, para ese momento, teniendo 17 años, era muy chica haciendo cosas de grande.
¿Crees que la prensa de esa época era misógina o injusta con las mujeres?
Creo que hasta el día de hoy lo sigue siendo. Sí, absolutamente, se criticaba demasiado a la mujer. El hombre podía hacer lo mismo que la mujer y no pasaba nada.
¿Qué le recomendarías a la pequeña Cote López de 18 años?
Que no trate de saltarse etapas, porque ya va a ser grande.
Y siendo súper sincera, ¿extrañas algo de esa farándula dura?
El otro día vi un poco de la serie de Beckham, y Victoria decía “es súper entretenido cuando uno ve las cosas afuera, pero no cuando eres tú la que está en la pantalla”. Vi justo ese pedacito y me calzó, porque es súper entretenido copuchentear y todo cuando no es de ti que están hablando, pero cuando era de nosotros era terrible. Me acuerdo que cuando venía de vacaciones a Chile tenía día y noche los camarógrafos debajo, estaban debajo de la casa de mis papás, de la casa de Luis, de la casa de amigos de nuestra casa, de las discotecas, entonces era terrible. Siendo honesta, por mi parte no lo extraño para nada.
UN NUEVO CAPÍTULO EN LA HISTORIA LLAMADA “COTE LÓPEZ”
Sin duda ser esposa o pareja de un futbolista reconocido tiene de dulce y agraz. Una vida de lujos y viajes, por una parte, pero también de cuestionamientos y de una suerte de “invisibilización”, por otra. Cote Lopez no fue la excepción, y tuvo que cargar con todos los prejuicios que se le atribuyen a una modelo rubia que se casa con un futbolista. Sin embargo, a muy temprana edad comprendió que hacer una carrera propia era su camino, no solo para “mostrar” logros, sino porque en su interior sentía una necesidad grande de crear.
A pesar de que hace solo algunos días, María José anunció el fin de su matrimonio con Luis Jiménez, es imposible hablar de ella y su historia, sin cruzarla con la de quien por 2 décadas fue su compañero.
“No hay terceras personas”, señaló la influencer en el comunicado compartido en su cuenta de Instagram en el que anunciaba prácticamente el fin de una era, un golpe de realidad a lo que todos vimos como un cuento de hadas con factura Disney, al mismo tiempo que explicó que solo se trataba de una nueva etapa que iniciaban y que la ruptura se había realizado en los mejores términos.
El comunicado de la empresaria iniciaba señalando que “Con el corazón lleno de amor y respeto mutuo, después de casi 18 años juntos, hemos tomado la decisión de separarnos de común acuerdo. Siempre hemos sido muy transparentes con ustedes y esta vez no será diferente. Lo más importante es que no existen terceras personas involucradas y les pedimos por favor no inventen tonteras”.
Sobre las razones del quiebre, continuó diciendo “el desgaste se dio en estos últimos meses por muchos cambios en nuestras vidas y de manera natural”.
Sin duda Cote inicia un nuevo y desconocido camino desde ahora, y sin duda será otro gran capítulo en el interesante libro que es su vida.
Hay muchas “esposas de futbolistas” que viven una vida completa siendo solo eso, “esposas de”, pero tú quisiste ir más allá, volar con alas propias, ¿qué es lo que te hizo diferente?
Creo que hay mucho estigma sobre “la señora del futbolista”, y tiene que ver con que el futbolista chileno es muy machista. Entonces, por ahí creo que también va el que la mujer no haga mucho. Luis siempre me permitió ser quien yo quería ser, como que nunca me frenó. Y por otra parte, siempre fui súper ambiciosa, desde chica. Si bien nunca me faltó nada, porque gracias a Dios mi familia igual tenía recursos, siempre tuve en mente querer trabajar, querer tener mis propias cosas. De hecho, la primera vez que Luis me pagó algo en Italia fue terrible, me puse a llorar y la gente decía que yo quería estar con él por la plata y me molestaba muchísimo, porque no me conocían. Te juro que lloraba, yo le decía «no, yo no lo quiero, no lo quiero», fue horrible. Después me acostumbré y me encantaba. Era súper mantenida (ríe).
¿Tienes algunas mujeres referente en el espectáculo o el mundo empresarial?
Chiara Ferragni y su marido. Me parece una persona inteligente, y se apoyan entre ambos. Por ejemplo, ahora estaba en Italia, estaba viendo X Factor, creo que aparece él, Fede, y ella estaba ahí en el público apoyándolo, entonces me recuerda mucho a mi familia. Y los dos son súper jóvenes, y los dos son súper exitosos, entonces creo que esa pareja podría ser un referente.
LA MARCA COTE LÓPEZ
Pese a ser muy joven, has hecho prácticamente de todo y tengo la sensación de que no te detendrás. ¿Cómo surgen en tu cabeza los diversos proyectos en que estás y las marcas que tienes?
Cada vez que estoy haciendo algo, se me ocurre algo más grande. En el fondo, como que siempre quiero más, pero no es un querer más de ambiciosa o por ganar más plata, sino que me gusta hacer más, me entretiene. No es algo que necesite, gracias a Dios, podríamos vivir perfectamente con lo que ganó Luis.
Podría estar en la casa cruzada de brazos o viajando, pero me encanta, me motiva, me gusta, sobre todo hacer cosas nuevas. Ahora estoy haciendo una línea de skincare y el laboratorio hace marcas muy grandes, súper caras. Me tiene tan entusiasmada el saber que voy a poder vender un producto tan bueno, a un precio barato y eso me llena. Es como, “oh, bacán, van a poder comprarse algo bacán”.
Y la escritura, ¿surge también así como un impulso?
Era algo que siempre me había gustado, desde chica. En el colegio escribía poesía, escribía canciones. Y partí en Dubai, pero como estaba estudiando Psicología, estaba estudiando coach, estaba estudiando muchas cosas, dejé el libro ahí y lo retomé en la pandemia. Y desde entonces no he parado de escribir…
Eres dueña de la que es quizás la única marca de cosméticos de una persona conocida en Chile que ha logrado éxito y reconocimiento. ¿Cuál crees que es tu secreto?
Lo que pasa es que las otras personas no han hecho una marca, es diferente, han hecho colaboraciones con marcas, colaboraciones con marcas chilenas. No han hecho una marca propia que implique hacer el producto desde cero. Hay marcas que traen productos y les han puesto el nombre. Yo no puedo, yo quise hacerlo todo, el proceso completo, desde la base, desde todo, el envase, la caja, el activo que lleva el producto y mucho más. Es diferente comprar algo en que ves al dueño con las manos puestas dentro, y que lo usa, que le gusta. Además, trabajo con los mejores laboratorios, entonces creo que por ahí también va el éxito, y que también el precio y la calidad van de la mano.
La gente te quiere mucho y tú también, siempre estás compartiendo con ellos, respondiéndoles en redes, tomando fotos, incluso apoyando en causas benéficas, ¿por qué decidiste ser tan abierta con tus seguidores y no crear una barrera como lo hacen otros rostros?
Eso sinceramente ha sido lo más lindo de vivir en Chile, que la gente me abrace, que me digan cosas lindas. Algunos me escriben para decirme que les mejoré el día, o que se entretienen mientras están en el hospital… Me dan ganas de llorar, esas cosas me emocionan. Eso es lo más reconfortante de ser conocida.
También tienes una línea de ropa con una multitienda importante y una saga de libros, ¿cómo administras el tiempo para rendir en todo?
Esa fue una apuesta bien grande que le agradezco también al retail de haberme dado la oportunidad. Es harto trabajo, pero tengo un equipo grande atrás, somos hartas personas las que estamos ahí. Las decisiones pasan obviamente por mí, en la mayoría de las cosas. Creo que lo más destacable de la marca es que las tallas van de la XS a la doble XL porque intenté hacer las tallas para cuerpos reales.
¿Qué consejo le darías a mujeres emprendedoras que quieren comenzar su propio negocio?
Que no se den por vencidas, porque uno pasa por varias etapas y por inseguridades. Cuando se me ocurrió vender el libro, solamente tenía la página web y había hecho una especie de activación con una tienda, pero no sabía nada, no sabía ni cómo se imprimía la etiqueta y la primera edición se vendió en dos horas y fueron 10.000 libros. Era una locura, hasta se nos cayó la página. Fue un desastre, pero fue algo tan lindo, porque Jesús (su hijo) que tenía cuatro años, estaba pegando las etiquetas para cerrar las cajas, las niñas estaban armando cajas, no te imaginas lo que son 10.000 libros. Después para el segundo libro, ya habíamos empezado con Clo (su marca de cosméticos). A esa altura teníamos un grupo más formado, más logística y todo, pero para partir fue súper fuerte. Entonces, el consejo es solamente que se atrevan y no se den por vencidas.
Si pudieras definir a la lectora o seguidora de tus libros, ¿quiénes son o qué las caracteriza?
Al principio fueron mis seguidores, porque me conocen, conocen mi humor, mi sarcasmo. Lo más lindo de cuando escribí los libros fue que mucha, pero mucha gente me dijo que no tomaba un libro desde el colegio. Me decían: “Me devolviste las ganas de leer” y eso era como, ¡wow, no sé, yo no era escritora y les habían gustado tanto mis libros”. Y no lo digo de egocéntrica, pero de verdad que yo los encuentro muy buenos también. Ahora me tocó leer el último de nuevo, porque como lo estoy escribiendo hace rato tengo que leerlo para ver qué es lo que ya dije, qué no dije, detalles que se me olvidan, porque yo iba escribiendo tan rápido, que hay muchos detalles que ponía y chao, y después nunca más los revisaba, entonces ahora tuve que leerlo, y me entretuve como si estuviera leyendo un libro que escribió otra persona. Creo que de verdad los libros son buenos. A lo mejor falta afinar un poquito más la mano, no sé, me falta quizá un poco más de estudios para hacerlo, pero creo que hice un buen trabajo, y me siento orgullosa de mí misma.
Nunca has negado tus privilegios, pero mucha gente puede pensar que solo gracias a eso has construido tu carrera. ¿Qué dices cuando te llegan comentarios de este tipo?
Tengo absolutamente claro que para mí fue más fácil porque tenía los medios económicos para partir un negocio de esa magnitud. Si no los hubiera tenido, te aseguro que igual lo hubiera hecho, hubiera partido con un préstamo chico y hubiera comenzado vendiendo en la calle. Creo que eso va más con el espíritu emprendedor que con el tipo de persona que eres; con tu actitud, con tus ganas de crecer, más que con el tener o no tener. Sé y tengo absolutamente claro que fui una privilegiada. Si bien comencé en los negocios con la plata de la venta de mis libros, cuando necesité más capital Luis puso la mitad.
Es innegable que te gusta y muestras mucho lujo en tu vida y redes sociales, ¿te han criticado por llevar una vida “ostentosa”?
Yo nunca en mi vida he mostrado algo así como: miren, este es el auto que me regalaron o estas son las zapatillas que me compré; tampoco soy de mostrar algo como caro. Te puedo decir que tengo lleno de joyas, de regalos de Luis, de todo y ni siquiera uso joyas, no uso ni reloj, “con cuea” ando con una pulsera de hilo que me regaló una amiga, así es que no creo que yo sea mucho de ostentar. Pero vivo en una casa que es bonita, entonces si me tomo una foto la casa que va a salir atrás va a ser bonita, y sí me lo han criticado, pero la gente no entiende eso, no es que yo quiera mostrar algo grande. La gente va a Viña del Mar y se toma una foto. La diferencia es que yo no fui de viaje a Viña, fui a Maldivas, y me tomé fotos, pero no porque quiera ostentar, sino porque estoy haciendo lo mismo que está haciendo la otra persona. Simplemente me estoy tomando una foto en mis vacaciones.
¿Tendrías tu propio reality al estilo de “Las Kardashians”?
Lo del reality ha sido un tema de conversación muchas veces, estuvo sobre la mesa, sobre todo porque Luis tiene una productora, entonces trabaja con todo este tipo de cosas.
Yo tengo todas las posibilidades de hacer un reality, pero me frena mucho el tema de los niños porque mi vida gira en torno a los niños. La mayoría del tiempo yo voy a buscarlos, a llevarlos a fútbol, a básquetbol, a comprar, entonces es difícil ya que ellos no quieren ser grabados. Estamos viendo si es que hago algo quizás más enfocado en el área del trabajo solamente, pero ya siento que no sería como mostrar mi vida, porque no es mi vida real, pues mi vida real o mi prioridad son siempre mis hijos. Quizás no va a ser tan real, pero bueno, siento que es lo mismo que hago en el Instagram, porque ahí tampoco muestro nada de mis hijos durante el día y en verdad estoy más con ellos que en cualquier otra cosa.
ÍNTIMAMENTE
Siempre ha sido una mujer que dirige su propia vida, sin caer en “lo que debe ser”. Polémica para algunos, lo cierto es que Cote López crea sus propias reglas. Lo hizo a los 15 años cuando decidió someterse a una cirugía de aumento mamario, y lo sigue haciendo hoy, creando nuevas reglas en las que se desarrollan sus empresas.
Eres una mujer innegablemente hermosa, pero te has sometido a varias intervenciones que no has ocultado para nada, desde muy joven… ¿Cómo fue entrar al quirófano siendo adolescente?
Fue a los 16 más años que me dieron ganas de tener pechugas. Era súper agrandada y después de eso, como a los 18 o 19, me acuerdo de que acompañé a mi mamá al cirujano y el doctor me dice: “Yo te te limaría un poquito el hueso de la nariz, quedarías preciosa”. El doctor me dice “te lo hago, yo te lo regalo, te lo hago gratis”.
Y aceptaste…
Me convenció de tal manera que dije “bueno, qué tan malo puede ser”, pero me limó tanto que casi no quedó hueso arriba, quedó como un punto en la nariz adelante horrible y me quería morir. Me empezaron a molestar que parecía Michael Jackson y que no sé qué. Después traté de arreglarla una segunda vez, mejoró un poquito; una tercera vez, hasta la cuarta vez que ya fue la definitiva. La gran mayoría de la gente del espectáculo tiene hecha la nariz, las pechugas… Yo no tengo tantas operaciones, el tema es que fueron muchas para arreglarme la nariz.
¿Y eso es todo?
No, lo otro que me pasó es que a los 17 años me ofrecieron ponerme un poquito de ácido hialurónico. “Te va a quedar la boca un poquito más linda”, me dijeron, “y te va a durar seis meses”. Después de unos años empecé a sentir como que tenía la boca más grande, que nunca se me fue el ácido y lo encontré horrible, porque se me veía una boca de pato, así es que ahí de nuevo tuve una intervención para sacar lo que tenía dentro. La gente cree que tengo algo dentro de la boca y lo que tengo son las cicatrices por debajo, las que hacen bulto y por eso mi boca se ve como grandota. De todas maneras, a mí me gusta el labio grueso, entonces igual lo maquillo más grande y todos me molestan igual, pero ya me da lo mismo, solo me debe gustar a mí.
Respecto a las operaciones, hay una creciente crítica a las mujeres operadas, lo que va muy contra la tendencia de no opinar del cuerpo ajeno, ¿qué te parece la crítica excesiva?
Yo soy súper pro operaciones. Está muy pasado de moda el criticar el cuerpo o las decisiones del otro. El que se quiera operar, que lo haga. Pero ojo, hay que hacerlo todo con cuidado. La mayoría de las personas que conozco que se han operado, después son otras personas, se sienten súper seguras. Entonces, creo que es mucha la envidia de las personas que no pueden hacerlo y que ven a otros que lo hacen.
¿Cómo es Cote López – mamá?
Soy súper cariñosa, o sea, estaría todo el rato dándole besos a los niños, todo el rato. Las niñas son siempre súper preocupadas; por ejemplo, si les voy a comprar unas zapatillas, me dicen: “No mamá, esto cuesta muy caro, estás loca”, y a mí me da risa y las encuentro tiernas, pero me gusta también que sean así. A veces les digo: “No, es que no tengo plata”, como para que también entiendan el significado del dinero, entonces me dicen “¿no tienes, mamita?” Y digo “no hija, no tengo, hemos invertido mucho, así es que no tengo”. ¡Súper mentirosa!, pero es que tienen que entender que a veces uno tiene y a veces no tiene, pero son exquisitos. Los cuatro, ¡los cinco!, es que mi Diego ya es grande… Nunca han tenido problemas, peleas ni nada. No se enojan, no se taiman, son muy relajados, son muy yo.
Háblame de Luis Jiménez en su faceta íntima, como padre…
En la intimidad es otra persona a lo que tú ves en la vida normal. En el trabajo lo ves y es serio, en el ámbito de la amistad es pura sonrisa. De hecho, todo el mundo lo conoce así como pura sonrisa.
No pude haber escogido un mejor papá para mis hijos. Si a las tres de la mañana se pegaron en un dedo, él es capaz de desarmar la casa, levantarse y salir a la clínica. Está siempre presente en todo, juega todo el día con Jesús, las niñitas todo el día encima de él también. Es que son muy regalones de verdad, son muy regalones los niños.
¿Cuáles han sido los momentos más difíciles en los años en que has estado fuera de Chile por la carrera de Luis?
A mí me gustaba vivir fuera. Me perdí los años nuevos, navidades, cumpleaños con la familia, pero en verdad, yo estaba tan feliz y tan enamorada y tan en nuestra burbuja, que cuando estás así, te da igual perderte esas cosas. Sería super chanta si dijera que tuve momentos malos. No, mis momentos más malos fueron los primeros años cuando veníamos a Chile, el asedio de la prensa, pero solo eso.
Siempre te vemos con una sonrisa e irradiando positivismo, pero ¿cuáles son tus miedos o frustraciones que no muestras a nadie?
Soy así siempre, hasta en los momentos malos tiramos bromas, es algo como de familia desde siempre. Mis miedos son perder a mis seres queridos, o sea, ahora que a mi nona le encontraron cáncer, estuve pésimo, estos últimos dos meses estuve muy mal por eso… O que le pase algo a mi hijo; esos son mis miedos más grandes.
¿Cómo es ser abuela a los 30 años?
Es muy distinto porque los ves un ratito nomás, entonces lo disfrutas a morir, no es lo mismo que cuando tienes un hijo, que tienes estar todo el día detrás de él y cuidándole todo. Valentino es un exquisito, te mira y se ríe todo el rato. Es delicioso abrazarlo; te abraza abu abu, todo el día tata tata y se queda con nosotros y no llora. Igual es bueno aclarar que Valentino es hijo de Diego, que es mi hijo putativo, por así decirlo, es el hijo mayor de Luis, y me ha cargado tener que aclararlo, porque me han dicho que no es mi nieto porque no es mi sangre, pero para mí Diego siempre ha sido parte de nuestra familia, siempre lo he contado como mi hijo porque lo conocí a los cuatro años.
¿Qué nuevo proyecto se viene en tu horizonte empresarial?
Seguirá creciendo Clo, hay varias novedades porque la marca entra a un retail y tenemos tiendas por abrir de Louis Antoine. ¿Qué más? Bueno, Be Active cada vez se va ampliando más, ya está casi en todo Chile. Y quiero terminar el quinto libro este año. #SARAH
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