Durante una rueda de prensa en el Festival de Cine de Venecia, Angelina Jolie no se guardó nada al ser consultada por su última película, Maria, dirigida por el talentoso cineasta chileno Pablo Larraín y que está compitiendo por el León de Oro de Venecia. La estrella de Hollywood se mostró visiblemente emocionada al hablar sobre su experiencia en el rodaje y no tuvo reparos en alabar la ética profesional del director.
«Todos aquí saben que me puse terriblemente nerviosa», confesó Jolie, refiriéndose a los meses de preparación intensiva que realizó antes de comenzar a rodar.
La actriz reveló que pasó casi siete meses ensayando para interpretar a la icónica soprano Maria Callas, porque, según sus propias palabras, «cuando trabajas con Pablo, no puedes hacer nada a medias«. Con un cariño evidente hacia el chileno, Jolie añadió: «Te exige de la forma más maravillosa que te tomes el trabajo en serio, y aprendas y ensayes».
Larraín, conocido por retratar las vidas de mujeres icónicas en sus momentos más oscuros y humanos, ya había deslumbrado con sus anteriores trabajos como Jackie (2016) y Spencer (2021). Ambas películas fueron elogiadas por la crítica, y sus protagonistas, Natalie Portman y Kristen Stewart, obtuvieron nominaciones al Oscar por sus interpretaciones.
Por eso, las expectativas eran altísimas para María, y Jolie parecía más que preparada para asumir el reto, aunque admitió que hubo momentos de gran tensión, especialmente cuando tuvo que cantar frente a un gran grupo de extras. «Nunca había cantado antes. Ni siquiera en karaokes con amigos», confesó entre risas.
OVACIÓN DE OCHO MINUTOS PARA ANGELINA JOLIE EN VENECIA
María, que cuenta los últimos días de la diva de la ópera Maria Callas en su departamento de París, fue recibida con una ovación de pie durante ocho minutos tras su primera proyección en el festival. La respuesta del público fue tan cálida que Angelina Jolie, visiblemente conmovida, no pudo contener las lágrimas.
La revista Variety capturó el momento diciendo que la actriz se limpiaba las lágrimas mientras el público seguía aplaudiendo, y en un gesto emotivo, abrazó a Pablo Larraín y al resto del elenco.
“Jolie reaccionó de forma similar a la extática respuesta del público, limpiándose lágrimas y, por momentos, volteando su rostro al verse embargada por la emoción”, describió el medio estadounidense. No es para menos; Angelina interpretó a Maria Callas desde una perspectiva muy íntima y humana, lo que requirió de ella una entrega emocional enorme. En sus propias palabras, la actriz comentó: «Lo único que me preocupa es no decepcionar a los fans de María Callas y de la ópera».
Larraín, por su parte, habló de su enfoque al contar esta historia, asegurando que María no es una película oscura, sino una celebración de una mujer que dedicó su vida a cantar para otros. “Tenía un sentido trágico de la vida», expresó el director, quien prefirió presentar esa tragedia desde un ángulo de celebración y esperanza.
El éxito de la proyección en Venecia y la conmovedora reacción de Jolie no solo reafirma el talento de Pablo Larraín como director, sino también la poderosa conexión que Angelina Jolie ha establecido con la figura de Maria Callas. Mientras muchos ya comienzan a especular sobre posibles nominaciones a los Oscar, Jolie mantiene los pies en la tierra. «El resto, si es resultado de mi trabajo, bienvenido sea, pero ante todo espero haber hecho algo que esté a la altura de lo que esta mujer merecía», concluyó.
Con María, Larraín cierra una trilogía de mujeres que, aunque parecían tenerlo todo, cargaban con una profunda soledad y dolor interior. #SARAH