El conflicto legal entre Baldoni y Lively se ha convertido en una de las disputas más comentadas de Hollywood, y ahora toma un giro más intenso con una demanda de $400 millones presentada por el actor y director. Según Baldoni, Lively, su esposo Ryan Reynolds, y su publicista Leslie Sloane habrían orquestado una campaña para destruir su reputación, afectar sus proyectos cinematográficos y tomar el control de la película “It Ends With Us”.
Baldoni, de 40 años, acusa a Lively, su esposo Reynolds, la publicista Leslie Sloane y su firma Vision PR de difamación, extorsión civil, interferencia contractual y otros cargos.
La querella, interpuesta el 16 de enero en el Tribunal Federal del Distrito Sur de Nueva York, exige una compensación de $400 millones de dólares (aproximadamente unos $405.748.000.000 de pesos) por los supuestos daños ocasionados.
DETALLES DE LA NUEVA DEMANDA DE BALDONI
Recordemos que el problema comenzó durante la producción de la película “It Ends With Us”, donde Lively presentó una demanda de acoso sexual contra Baldoni. En respuesta, Baldoni contraatacó con una demanda al diario The New York Times, argumentando que Lively y su equipo manipularon la narrativa para arruinar su reputación y controlar la producción de la película.
Ahora, en su reciente acción legal, Baldoni y su equipo legal, liderado por Bryan Freedman, señalan que Lively y sus representantes difundieron información falsa y manipulada a los medios, con el objetivo de perjudicar al actor y a su empresa, Wayfarer.
Según Freedman, cuentan con pruebas documentales, como mensajes de texto, correos electrónicos y videos, que respaldan sus afirmaciones.
“Es un intento descarado de destruir reputaciones y carreras por motivos egoístas. La verdad prevalecerá y esta batalla será un arrepentimiento para Lively y su equipo”, expresó Freedman en un comunicado.
A Continuación te detallamos qué es lo que acusa Baldoni en su demanda:
1. Campaña de difamación orquestada
Baldoni acusa a Ryan Reynolds de colaborar activamente con su esposa, Blake Lively, y su publicista, Leslie Sloane, en una supuesta estrategia para desacreditarlo públicamente. Según los documentos legales, esta campaña incluyó:
- Declaraciones públicas y privadas difamatorias, diseñadas para aislarlo profesionalmente.
- Uso de medios de comunicación y redes sociales para reforzar una narrativa negativa en su contra.
2. Obstaculización de su trabajo en “It Ends With Us”
Baldoni señala que Lively exigió tener mayor control creativo sobre la película que él dirigía y producía. Reynolds habría apoyado estas exigencias, ejerciendo presión sobre los estudios y afectando la dirección del proyecto. Entre las demandas de Lively estaba:
- Tener un corte final de la película.
- Obtener créditos adicionales como productora, más allá de lo pactado inicialmente.
Baldoni argumenta que estas demandas provocaron retrasos en la producción y tensiones internas que dañaron su rol como director.
Además se detalla que Lively se negó a continuar con la producción tras las huelgas de actores y guionistas de 2023, exigiendo un listado de 17 demandas que, según Baldoni, buscaban tomar el control de la película. Un dato no menor es quién participó en estas presiones es la mejor amiga de la actriz, la cantante Taylor Swift.
3. La participación de Taylor Swift en el conflicto
El conflicto toma un giro inesperado con la inclusión de Taylor Swift en la reciente demanda del actor. Baldoni alega que Swift, junto a Lively y Ryan Reynolds, lo presionaron para aceptar cambios en el guión de “It Ends With Us”.
Según la demanda, Swift respaldó las modificaciones propuestas por Lively durante una reunión en el penthouse de Reynolds (misma reunión donde Reynolds trató mal a Baldoni por cuestionar a su mujer). Baldoni señala que los elogios de la cantante a las reescrituras de Lively fueron una forma de influir en su decisión.
Mensajes de texto citados en la querella muestran a Lively refiriéndose a Swift y Reynolds como sus “dragones”, comparándose con Khaleesi de Game of Thrones, y destacando su apoyo en momentos en los que se sintió “pasada por alto”.
Según la demanda, Lively expresó que Swift y Reynolds la habían apoyado en numerosas ocasiones en las que se sintió “pasada por alto” y añadió que su respaldo era crucial para garantizar que se escuchara su visión creativa.
4. Uso de “Deadpool & Wolverine” para ridiculizarlo
En la demanda, Baldoni menciona que Reynolds habría creado un personaje en la película de Marvel, llamado «Nicepool«, con actitudes y comentarios que supuestamente ridiculizan a Baldoni y reflejan de manera indirecta las acusaciones hechas por Lively. Baldoni considera esto un acto deliberado para avergonzarlo públicamente.
5. Presión sobre la agencia WME
Baldoni afirma que Reynolds utilizó su influencia para presionar a la agencia WME (que representaba tanto a Baldoni como a Lively) a que terminara su relación profesional con él. Según la demanda, esta presión llevó a la agencia a rescindir su contrato con Baldoni, afectando directamente su capacidad para acceder a nuevas oportunidades laborales.
6. Manipulación de narrativas mediáticas
El cineasta también señala que Reynolds habría influido en periodistas y medios para perpetuar las acusaciones de Lively y crear una percepción negativa de él en Hollywood.
DAÑOS ALEGADOS POR BALDONI
- Pérdida de oportunidades laborales clave, incluyendo despidos y cancelación de proyectos.
- Daño irreversible a su imagen pública y profesional.
- Pérdidas económicas estimadas en cientos de millones de dólares, por las cuales Baldoni exige una compensación total de $400 millones.
¿QUÉ SIGUE?
El caso ha generado una ola de especulación en Hollywood, ya que toca temas sensibles como la ética profesional, el uso de poder e influencia en la industria y la manipulación de narrativas mediáticas.
Con múltiples frentes abiertos, incluidos los pleitos contra Lively, Reynolds y The New York Times por libelo, el desenlace de esta disputa promete dejar al descubierto las complejas dinámicas de poder en la industria del entretenimiento.
“Estas demandas no solo buscan justicia, sino desmantelar un sistema que perpetúa el miedo y la destrucción de carreras”, concluyó Freedman.
La controversia apenas comienza, y todos los ojos estarán puestos en cómo esta batalla legal podría transformar las relaciones de poder en Hollywood. #SARAH