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Ignacia Antonia: Queen of likes

Por @ahorapinto @bellshodge

marzo 2025

“Papá, éntrame tú el auto porfa”, fueron las primeras palabras que oí en vivo de Ignacia Antonia mientras llegaba al estudio en que haríamos con ella y su novio una gran producción fotográfica para la portada de Sarah. Con esas palabras identificamos a una niña chilena como tantas otras, conectada con la familia, con sonrisa fácil, con ojos vibrantes, pero justo cuando nuestra mente la comienza a percibir como una tierna joven, al mismo tiempo nos dice, ¡no!, no es una niña cualquiera… Después de todo, ¿cuántas jóvenes de 23 años, tienen 4 libros publicados -con gira internacional incluída-, líneas de maquillaje con su nombre, una colección propia en un gigante de la moda y una comunidad de 45 millones de seguidores en redes sociales? Sí, por increíble que parezca, Ignacia solo tiene 23 años, y en las siguientes líneas intentaremos descubrir cómo fue que llegó a convertirse en el mayor ícono de las redes sociales que haya tenido nuestro país.
Ella
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El
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Calificarla como escritora sería reducir sus capacidades a solo un área. Lo mismo ocurre si la encasillamos como empresaria, celebrity, incluso como influencer, y es que al parecer cada intento por definir a la pequeña maravilla chilena es inútil. Ignacia Antonia es francamente inclasificable, porque existen términos que aún no se crean o la RAE aún no los acepta y ella ya es la definición ambulante de estos. 

Con el gran riesgo de que este relato parezca escrito por un fan y no por un periodista que la dobla en edad, iniciamos este desafío de entrevistar a la presidenta democráticamente electa del futurista país de los likes. Después de aclararme que no tenía ningún tema del que no iba a hablar y siempre escoltada por sus padres, que más bien parecen ministros de la corte de Nacha, iniciamos con una pregunta simple, pero llena de simbolismo: ¡¿Cómo te defino, Ignacia?!

“Déjame pensarlo”, me dice, para después agregar que, “creadora de contenido puede ser un buen término”. Pero ella ya creaba contenido para sus propias plataformas incluso antes de que el término “creador de contenido” fuese popularmente aceptado para referirse a influencers y personas que viven de las redes sociales, por lo que -por ahora- dejaremos hasta acá el difícil reto de encasillarla. 

¿Te gusta el calificativo de creadora de contenido?

Sí. Es que no me define solo en las redes sociales, sino en todo lo que hago, porque siempre he ido creando proyectos o productos que traen un contenido involucrado, los libros, por ejemplo. Y sobre lo de buscar cómo encasillarme en un área, la verdad es que es bacán mirar atrás y darme cuenta que nunca me he auto encasillado en nada. Qué bueno haber tenido la oportunidad de hacer millones de cosas, porque el día de mañana alguien me va a decir, “oye, tú no sabes de esto”, y yo le diré, “sí, sí sé. Ya lo hice también” (ríe).

Hay un fenómeno super interesante contigo y es que tienes 23, pero también te conoce y sigue la gente de 33 y 43… como los artistas que traspasan generaciones… ¿A qué se debe?

¿Te digo la verdad? No encuentro una explicación al porqué yo tuve la bendición de hacerme conocida y por qué otros no, sigue siendo algo inexplicable para mí. Haber crecido con mis seguidores, porque hemos crecido juntos, me indica que algo debo estar haciendo bien, porque les gustaba lo que les mostraba a los quince años y también les gusta ahora.  

Más que creadora de contenidos, te veo como una creadora de caminos, como la personificación de esa frase que dice, “yo caminé antes para que ustedes corran ahora”…

Sí, puede que sí. Ahora que hablamos de esto, retrocedo y empiezo a pensar, por ejemplo, cuando me ofrecieron mi primer trabajo. En lo que me decían…

¿Cuál fue ese primer trabajo?

Con una marca de toallitas higiénicas, ese fue mi primer trabajo remunerado. Y era heavy porque me decían que estaban apostando conmigo, porque es muy diferente ser una influencer nacida desde redes sociales a alguien que se hizo conocido por estar en televisión. Yo sentía que a los rostros que no eran nativos de las redes se les presentaban tan fáciles las oportunidades y a mí me costaba mucho, pero siempre tuve la convicción que en algún momento las cosas iban a ser más fáciles, tipo, “mira, un contrato. Ok, lo firmo”.

Y ese momento llegó.

Sí, pero no tiene que ver conmigo. En algún momento crear redes sociales y que te fuera bien era una fantasía. Hoy es algo posible y es gracias al camino que hemos pavimentado varios. Quizás yo soy una cara más visible de TikTok, pero al inicio me inspiré mucho en Germán Garmendia, por ejemplo. Lo veía y decía, “wow, él está creando un imperio. Mira su vida, mira cómo viaja, ¿podré lograr algo así algún día?”.

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LA INCOMPATIBILIDAD DEL COLEGIO Y LA FAMA 

Para poder entender un poco mejor la historia de Ignacia Antonia, debemos retroceder en el tiempo varios años. Cuando los seguidores comenzaron a subir, cuando comenzaron a pedirle fotos en la calle, cuando comenzaron los llamados para trabajar en publicidad. Ignacia Antonia estaba en el colegio y cuando toda su generación dibujaba lo que sería su vestido de graduación, ella revisaba contratos y ofertas de grandes marcas que querían trabajar con ella. 

“En cuarto medio estaba muy aproblemada, porque me gustaba estudiar, era buena, pero me empezaron a aparecer muchos trabajos y empecé a faltar a clases, a retirarme antes, y a estresarme por no poder rendir en todo”, recuerda.

“Un día la directora del colegio me vio llorando y le conté todo el problema, y me dijo que la gran preocupación del colegio y los profesores es que nosotros saliéramos a hacer un camino, sin importar cuál fuera. Y me hizo ver que mi camino ya estaba hecho y solo tenía que seguirlo”, señala.

Consejo sabio…

Claro. Y yo estaba muy abrumada por entrar a la universidad y todo eso, pero entendí con esa conversación que las oportunidades hay que tomarlas, que era joven, que podía equivocarme y volver a empezar lo que fuera. 

¿Cómo fue la conversación con tus padres?

Les dije que no estaba segura de estudiar de inmediato al salir del colegio y mi papá me dijo que probara, y que si quería estudiara al año siguiente. Justo en ese momento llegó la pandemia, lo que me hizo pensar nuevamente si había tomado o no una buena decisión. 

Pero la pandemia fue el boom de los creadores de contenido, ¿no?

Claro. En pandemia saqué la colección de maquillaje. Tomé clases de moda, grabé mi audiolibro, también tuve clases de dicción, modulación y pronunciación. Hice muchas cosas, me di cuenta de lo bien que lo pasaba y quedé con la sensación de “quiero más. ¿Qué más hay en el mundo para mí?”.

¿Y, qué tenía el mundo para ti?

Tomé la decisión de irme a vivir a México por dos años, pero sin tantos planes o un camino diseñado, en el camino yo lo iba descubriendo. Creo que eso me permite hoy estar sentada aquí y decir tranquilamente que todas las cosas que siempre quise hacer o los sueños que tuve de niña ya los cumplí, y decir eso es un logro muy grande.

NACE UNA RED SOCIAL Y CON ELLO UNA ESTRELLA

Cuando Ignacia tenía 15 años pidió permiso a sus padres para tener Facebook y se lo negaron, jamás creó una cuenta. Un tiempo después nació Instagram y volvió a pedir permiso para tener una cuenta. Esta vez sí accedieron, pero con la restricción de supervisar su contenido. “Me creé Instagram. Lo ocupaba para subir fotos de mis zapatos, de la comida, nada muy especial. Pasó como un año y tuve que acompañar a mi papá a visitar a unos familiares y una prima me habló de una app nueva que se llamaba Musical.ly y que era para crear videos. Ese día estuve toda la tarde creando videos graciosos con mi prima”, recuerda.

Los primeros trends…

Claro, pero yo en mi cabeza tampoco lo asumía como una red social, pensé que era una aplicación que hacía videos y listo. Y ahí hacía videos y los subía, pero no sabía que los demás los podían ver, pensé que solo los veía yo.

Y finalmente esta app era el padre de TikTok…

Sí, y entonces un día estaba en el mall y me pidieron una foto y no entendí nada. Realmente no entendí qué pasó, fui y revisé mi Instagram, revisé mi Musical.ly, y veo que tenía como 7.000 seguidores en cada red social. Te juro que no sabía cómo pasó eso.

¿Después de cuánto de haberlas creado?

No sé, unos meses, cuatro meses, una cosa así.

¿Qué pasó con la foto que te pidieron en el mall?

Eso me hizo entender lo que pasaba. Sentí vergüenza y borré todos los videos, estaba avergonzada de que tanta gente me viera. Pero después seguí haciendo videos y los seguidores siguieron subiendo. El año nuevo del 2017 tenía como 7.000 y cuando entré al colegio en marzo ya tenía 10 mil.

“YO DEBO IR A LOS ÁNGELES”

El 2017 es un año de inflexión para Ignacia: se enfrenta por primera vez a la idea de saber que tenía a miles de personas interesadas en conocer su día a día, comienza a conocer el mundo de los líderes de las redes sociales y se entera que ese año había un gran evento en Los Ángeles, California, al que asistían creadores de contenido de todo el continente, además de empresas. Era una convención sobre el futuro de las redes, al que habían invitado al chileno Alfred.Okay por ser el más seguido de Chile en ese momento. Al ver todo este mundo y sus posibilidades, una muy pequeña Ignacia Antonia dijo, “este año tengo que ser yo. No sé cómo lo voy a hacer, pero tengo que ser yo”. 

¿Lo lograste?

Lo logré.

¿En cuánto tiempo? ¿Un año?

El evento (en el que me enteré de lo de Los Ángeles) fue en octubre del 2017 y me fui a Los Ángeles en mayo del 2018. Tenía un objetivo claro: que me invitaran. Y ahí empecé, subía 3 a 4 videos al día.

¿Qué eran esos primeros videos?

De cualquier cosa, algún lip-sync de una canción o haciendo algún audio o bailando o probándome ropa, mandando saludos. A veces subía videos mandando saludos.

Igual eras niña todavía y te enfrentabas a un nivel de exposición alto, en el que no todo el mundo iba a ser inocente como tú, ¿viviste momentos de acoso o mensajes fuera de lugar?

Sí, pero yo siempre confiaba mucho en mis papás. Entonces si me llegaba un mensaje raro, me decían, “bloquéalo”. Entonces ni siquiera lo pensaba, ante algo medio extraño bloqueaba de inmediato.

«Me decían, por ejemplo, ‘pareces puta’ o ‘¿por qué te vistes así?’. Y eso sí fue muy chocante, porque yo tenía 16 años, ¿por qué una señora de 40 me viene a tratar de puta a mí que soy una niña?».

Ignacia Antonia

¿Y el hate, hubo desde tus inicios?

Claro, llegó un punto en el que los mensajes empezaron a subir de tono. Me decían, por ejemplo, “pareces puta” o “¿por qué te vistes así?”. Y eso sí fue muy chocante, porque yo tenía 16 años, ¿por qué una señora de 40 me viene a tratar de puta a mí que soy una niña?

Y yo le preguntaba a mi mamá si un determinado short era demasiado corto, me daba miedo lo que me pudieran decir. Pero ahí estaban mis papás diciéndome que si yo me sentía cómoda, estaba bien, y que ellos eran los únicos que podían decirme sí o no a algo, no otras personas. Ahí tomé la decisión de simplemente bloquear a quien me molestara o quisiera ofenderme.

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¿Qué opinaban tus papás sobre todo esto, de tener una hija adolescente que fue un día a una plaza a juntarse con un montón de desconocidos y vuelve con el objetivo de ir a Los Ángeles y lo logra en un par de meses más?

Oh, wow. No sé. Es que siento que para todos era muy raro. Creo que juntos fuimos entendiendo y aprendiendo. 

Luego empecé a crecer muy rápido, subía diez mil seguidores al día. Entonces empecé a hacer muchas cosas, me empezaron a llamar marcas y todo. Creo que mis papás solo veían que lo estaba pasando bien. 

¿Entendían tus papás lo que significaba la exposición de redes y que en Instagram podían verte desde cualquier lugar del mundo y todo eso?

Ni siquiera yo lo lograba entender, entonces, ¿cómo les explicaba a ellos? Llegó el momento en el que me dicen, “siéntate, necesitamos entender esto” y me preguntaron si yo conocía a 10 mil personas, y les dije que no. Al inicio no entendíamos por qué se seguía a alguien que no conoces y comprender eso fue un camino que hicimos juntos. 

¿Cómo llega TikTok a tu vida?

Musical.ly era la aplicación que estaba en Latinoamérica y había otra similar en Asia. Entonces, estas dos aplicaciones se fusionaron y nació TikTok, porque esta aplicación china compró a la de Estados Unidos, entonces se quedó con el logo de la aplicación de Asia y lo pusieron en TikTok. Pero, por ejemplo, todos mis seguidores de Musical.ly se mantuvieron en TikTok.

¿Eras consciente de que te estabas volviendo famosa?

No. Y creo que tiene que ver con que en tercero medio me cambié de colegio para tener más tiempo. Era uno muy hippie en el Cajón del Maipo y en ese colegio me trataban con naturalidad. A ratos me sentía como Hannah Montana, sentía que tenía dos vidas, porque era una niña muy normal, pero de repente salía al mall y me pedían fotos.

Los cantantes siempre tienen claro cuál fue su primer concierto o los futbolistas el primer partido importante, ¿cuál fue ese momento para ti?

Yo creo que fue el ir a Los Ángeles con Musical.ly.

¿Qué hiciste en Los Ángeles?, ¿de qué se trataba el viaje?

Era una conferencia que se llamaba VidCon. Musical.ly arrendaba una mansión y le ponía el logo de Musical.ly, entonces dormía en una mansión una semana con creadores de contenido de diferentes países. Nos llevaban a fiestas, compartimos con creadores de todo el mundo.

 ¿Tú eras menor de edad?, ¿tenías que viajar con alguien?

 Viajé con mi papá, mi mamá y mi hermano.

«Mis padres siempre se sacrificaron por mí. Me acompañaban a las sesiones de fotos, me llevaban a las reuniones, dejaban de hacer cosas por apoyarme en este camino. Hasta el día de hoy es así».

Ignacia Antonia

 ¿Y les pagaron todos los pasajes?

No, solo a mí. Ellos hicieron el viaje para acompañarme, es decir, yo estaba sola, pero no tanto porque sabía que mi familia estaba en la misma ciudad atentos a mí. Hoy eso lo agradezco mucho, porque no todos tenemos la fortuna de que nuestros papás puedan estar 24 horas apoyándote.

Veo una relación super rica con ellos, de mucha confianza…

Es que ellos siempre se sacrificaron por mí. Me acompañaban a las sesiones de fotos, me llevaban a las reuniones, dejaban de hacer cosas por apoyarme en este camino. Hasta el día de hoy es así.

Tu carrera se transformó en una especie de emprendimiento familiar entonces… 

Sí, pero no como emprendimiento porque lo que yo he generado es solo mío.

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No te hablo de plata, te hablo de asumir este desafío como familia. Porque cambiar a mi hija de colegio para que ella tenga más tiempo de generar contenido de TikTok puede ser super cuestionable para otras familias…

Sí, claro, sí. Siento que Dios me puso una bendición super grande, porque me dio una oportunidad, pero también le dio a mis papás la sabiduría para cambiar su mentalidad e ir entendiendo este mundo conmigo, sin cortarme las alas. 

¿Te diste cuenta en ese momento que te estabas convirtiendo en un ejemplo para otras chicas? 

Me di cuenta de eso cuando empecé a hacer firmas de libros, pero también hubo una situación puntual que me marcó hasta hoy. Me escribió un mail una mamá contándome que su hija se quería suicidar y que ya no sabía qué hacer, que su hija me amaba y que lo único que la sacaba de la tristeza y del bullying que vivía en el colegio era ver mis videos. Me pedía que yo le mandara un saludo o algo, porque de verdad estaba desesperada.

Tú eras niña, ¿cómo recibes ese mensaje?

Es que mi papá siempre ha tenido mi correo, entonces me lo lee y dice como, “mira, pasó esto”. Eran tipo 6 de la tarde, mi papá le responde el mail preguntándole de dónde eran. Eran de Quilicura, nosotros vivíamos en Las Vizcachas. Nos manda la dirección y nos miramos los cuatro en familia, agarramos el auto y nos fuimos hasta Quilicura, llegamos a las 8 de la noche a su casa. 

¿Qué pasó con esa niña al abrir la puerta y verte ahí?

Creo que en todo el rato no me dijo nada, obvio estaba en shock, pero yo sí le dije muchas cosas. Le hablé de la exposición que yo vivía en las redes, que todos los días me llegan malos comentarios, pero que eso no me impedía hacer lo que me gusta porque sé que eso le hacía feliz a ciertas personas, por ejemplo a ella misma. Fue una conversación bonita.

¿Supiste algo más de ella? 

Sí, pasó un año y saqué mi primer libro y en la firma del lanzamiento había una fila de 2.100 personas, ¡firmé 2.100 libros ese día! Partí con mensajes cariñosos en cada uno y terminé poniendo solo “I.A.” porque no me daban más los dedos. Estaba en eso y de repente levanto la cara y estaba ella ahí, y me tuvo que decir quién era, porque no la reconocí, estaba muy diferente. Ahora era una niña que brillaba y me dio las gracias por haber ido a verla, me dijo, “tú me cambiaste la vida”.

¿Y esa niña a ti te cambió la vida de alguna forma?

Totalmente. Me han pasado muchas cosas que las agradezco también porque me ponen los pies en la tierra y me dicen lo afortunada que soy.

TRABAJOS, INVERSIONES Y EGO

Tenía 16 años y una ascendente lista de seguidores que crecía cada día, pero en paralelo se iba transformando en un referente para niñas y niños de su edad, quienes vieron en esta puentealtina un modelo a seguir para autodescubrirse, para atreverse, para creer en ellos mismos. En este contexto, el marketing hizo su trabajo y pronto llegó la primera invitación formal a ser rostro publicitario de una marca de toallitas higiénicas. ¿La primera reacción? “¿Por qué me llaman a mí para esto, si mi perfil es tan poco serio?”, pensó. 

¿Recuerdas con cariño esa primera campaña?

Agradezco esa oportunidad. Aprendí muchísimo y creo que eso me dio seguridad sobre mí misma, fue el primer gran paso que di. 

Más allá del discurso de empoderamiento, hoy eres un ejemplo concreto también de una empresaria muy joven, ¿lo ves así?

Sí, pero eso lo veo ahora. Al principio tenía una percepción de que el lugar de donde venías o tu religión o color político era lo que iba a definir tu vida, y me doy cuenta que no. Da lo mismo de donde vengas, lo importante es lo que tú hagas para crear tu camino y que al final tú puedes caminar por donde tú quieras. Si estás haciendo las cosas bien y si te crees capaz, hazlo. Yo vengo de Puente Alto y las primeras veces que me invitaron a reuniones a Vitacura me di cuenta que solo había estado en esa comuna un par de veces. Pero trabajé y no dejé que el lugar del que venía determinara el lugar al que iba, y al final llegué mucho más lejos que Vitacura.

¿Qué es lo que te ha hecho llegar tan lejos?

La confianza en mí. No solo en las redes, sino en la vida. Siento que realmente tengo una personalidad muy grande y, segundo, siento que soy capaz de cualquier cosa y eso es bacán, no me miro en menos. Y aunque siempre hay un riesgo de ego es necesario reconocer tus logros y decirte, “soy bacán”.

Te noto super humilde a pesar de haberlo logrado prácticamente todo, pero veo que esos logros no los celebras tanto o no te vanaglorias de ello…

Sí. Por ejemplo, mi primer departamento me lo compré a los 18 años y eso es algo que nunca subí o nunca mostré y eso tiene que ver con no exponerte. Muchas veces la gente intenta buscar la quinta pata al gato y muchas veces un logro es más bonito si lo celebras solo con tu círculo más íntimo. 

Me interesa lo del departamento, ¿de dónde vinieron todos esos fondos teniendo 18 años?

Empecé con los trabajos de redes muy fuerte y resulta que una niña de 17 años no tiene ni un gasto, así que empecé a generar plata. En ese momento mi papá empezó a ser mi manager, empezó a cobrar todo. Yo hacía las cosas pero tampoco sabía cuánto estaba ganando, no sabía nada. Tampoco gastaba, yo creo que tenía en mi cuenta, no sé, 50 lucas al mes y mis grandes gastos eran… ir a tomar un helado rico. Todo lo que ganaba lo juntaba y así un día mi papá me pregunta si me parecía invertir la plata que había ganado. Cuando me dice que podía comprar un departamento lo único que podía pensar es que estaba loco. 

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¿No sabías que habías reunido la plata para un departamento?

No, no sabía, pero mi papá buscó una opción. Me habló de comprar un departamento en blanco, yo no tenía idea de ese mundo. Un día íbamos a Viña y mi papá me dice, “toma, esta es la llave de tu departamento”.

¿Sabías lo difícil que es ser dueño de una propiedad en Chile?

Claro que no. Yo sentía mucha emoción, pero no lo dimensionaba al nivel que lo dimensiono hoy. Hoy agradezco el haber sido ordenada o no gastar plata en cosas que no necesitaba. 

¿Cuántos departamentos van ahora?

Tres.

Hablando de esta faceta de empresaria, tus líneas de maquillaje son un boom. ¿Te involucras en la producción o solo te llaman para ser el rostro?

Me involucro mucho. Para iniciar en el mundo del maquillaje estudié maquillaje. Siempre me meto más allá porque es mi nombre el que se involucra y si yo no ocupo este producto, ¿cómo voy a recomendarlo? Si está tu cara, pero no tu esencia, la gente lo nota.

¿Hay buena onda con los otros influencers muy conocidos o prima la competencia?

Hay de todo, pero creo que tengo la fortuna de encontrar amigos reales en el medio. Quizás no son muchos, pero los he encontrado.

¿Quiénes son tus amigos de verdad en este mundo?

Bueno, por ejemplo ahora, cuando me fui a México estuve dos años allá, obviamente me hice cercana a muchos influencers que vivían allá porque estaba sola todo el tiempo. Y aquí de Chile, por ejemplo, tengo a mi amigo Roberto Rosinelli que trabaja en la Radio Activa. A él lo conozco como del 2018, hemos tenido unos problemas entre medio, pero…

Como todo amigo, ¿no?

Sí, lo conozco hace tanto tiempo y sé que cuento con él para todo siempre, y eso es muy bacán. Por ejemplo, con Jorge Chacón también me llevo super bien. Hay otras personas con las que quizás no converse todo el tiempo, pero sé que si necesito algo están ahí, como la Vale Caballero o la Kel, con quien he compartido los viajes. Me cae muy bien, es una persona super correcta. 

Imagino que por ser algunos años mayores son como un apoyo, como una suerte de hermanas grandes…

Mira, justo ahora me fui con la Kel a Tailandia al último viaje y estábamos en el avión. Había una turbulencia horrible, de verdad pensé que el avión se iba a caer. Como cada asiento tiene su puerta, yo abro la de Kel con la esperanza de que ella me diga, “tranquila, va a estar bien”, pero cuando abrí la puerta ella me dice, “weona, se va a caer el avión”, así que no me sirvió mucho (ríe). Pero compartir con ella, por ejemplo, un viaje, me da tranquilidad porque obviamente tiene más experiencia, ha hecho más cosas. También a mis papás les da confianza si ella también está en un viaje conmigo.

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A propósito de Kel, te hemos visto incursionando harto en TV, ¿te sientes cómoda en ese formato?

Es raro, porque yo en el teléfono controlo todo y veo todo lo que está pasando. En la TV pierdes el control de las cosas y eso no me encanta. Sí me siento cómoda, pero también siento que no he estado de forma permanente y no me he quedado dos meses trabajando en algo. No tengo experiencia con un ritmo más continuo en televisión.

Quizás no por ahora, pero, ¿no te ves en el futuro conduciendo algo o siendo parte de un reality?

No, no creo, menos en un reality.

Ya, pero imagínate que llamen a los influencers más top de Latinoamérica, encerrarlos en una isla hermosa y les pagan millones…

No. (Ríe)

¿Por qué? Si grabarse todo el día es lo que un influencer hace, ¿no?

Pero es diferente porque yo tengo el control de lo que subo y de lo que hago, pero ahí estaría sujeta al control de otra persona que puede mostrarme como se le plazca. Yo tengo paciencia, casi nunca me enojo, pero cuando lo hago tengo un carácter muy fuerte y siento que tampoco es algo que los demás deberían ver.

Háblame de tu famoso video El trend de Chile, fue una bomba, todo el mundo hablaba de eso por semanas. ¿Este video marca un antes y un después en tu carrera? 

Sí.  Fue el video con más producción que hice, grabamos 10 horas seguidas…

¡Yo pensé que estuviste una semana!

No, no, no. Mira, yo estaba de viaje en Cancún cuando se me ocurrió hacer el video. Entonces estuve una semana planeando todo, comprando las cosas que necesitaba, hablando con el maquillador, con el camarógrafo, editor, todo. Una semana organizando todo, pero la grabación fue solo un día. Le dije al equipo, “hay que hacerlo ahora mismo o va a llegar otra persona y lo va a hacer”.

Debe haber sido un día caótico. Pero cuéntame, cómo es un día normal de Ignacia Antonia…

Me levanto a las 6 de la mañana… !No, mentira! (ríe). Me levanto como entre 9 y 10. Bajo, me quedo con mi mamá conversando, nos tomamos un té, comemos algo. Después subo a mi pieza y empiezo a ver TikTok, es como una rutina porque voy sacando ideas de contenido, voy anotando ideas, etc, y estoy en eso y mi mamá me llama a almorzar. Siempre, sagradamente, almorzamos entre una y una y media, pasamos casi todo el día solas, porque mi papá y hermano trabajan.

Después del almuerzo subo, me maquillo y empiezo a grabar cosas. Ahí me quedo harto rato grabando, editando, haciendo fotos.

AMOR ENTRE LIKES

Hace un poco menos de un año varios portales de internet anunciaban la noticia: la princesa de los likes de Chile había conocido el amor. ¿El príncipe?, el joven talquino AK4:20, que poco a poco comenzaba a combinar sus letras urbanas con flores, corazones y declaraciones que hablaban de un amor idílico. ¿Cómo surge el romance? Por Instagram, obviamente.

Ella había sufrido un robo desde su auto. Él, todo un valiente caballero, le respondía una story diciendo que le ayudaría a encontrar lo que le robaron. Esto finalmente no pasó, pero encontraron algo mejor que una maleta, encontraron el amor. 

Ignacia, me hablas mucho de la influencia y la cercanía con tus padres, ¿cómo reaccionaron al conocer a AK4:20?

Fue difícil al principio, pero lo entiendo. Yo llevaba un año y medio sola y mi última relación había tenido un término difícil, entonces tenían miedo de verme sufrir…

Y les presentas a un cantante urbano…

¡Claro! A mi mamá siempre le cuento todo y le dije, “estoy hablando con un cantante”. Ella sabía desde el día uno. Pasaron dos semanas desde que empezamos a hablar y me llegaron flores a mi casa, y mi papá pregunta quién las mandó, le dije que era un cantante y automáticamente me puso mala cara…

¿Prejuicios por ser cantante urbano?

No tanto eso, pero mi papá había escuchado cosas y se había armado una historia en su cabeza que no era y como que no le gustaba la idea. Llevábamos conversando casi un mes, pero nunca lo había visto. Entonces necesitaba verlo para saber qué onda y después de conocerlo bien yo vendría la etapa de que lo conociera mi familia.

¿Cómo fue esa primera cita?

Me dijo que lo habían invitado al concierto del Cris MJ y me pidió que lo acompañara, le pregunté a mi mamá y le dije que sí. Entonces ese día le avisé a mi papá como 20 minutos antes de que él llegara a buscarme y mi papá, muy papá, me decía que cómo se me ocurría, que podría sufrir otra vez, que después el tiempo le daría la razón. Ese día terminé llorando, estar peleando con mi papá por alguien no era la idea. Pero terminé de llorar, me limpié las lágrimas, me maquillé y él llegó a buscarme. 

Y finalmente salieron…

Sí. Me subo al auto y él estaba muy nervioso y yo también lo estaba, pero cuando llegamos al Movistar (Arena) se bajó a abrirme la puerta del auto. Me pidió helado de pistacho y chocolate que era mi favorito, me trató como princesa. Tuvo varios gestos en que yo decía, “ay, igual es caballero”, pero mi mente también decía, “calma, es el primer día”.

Y hubo segunda salida…

Sí, el lanzamiento de su disco. Fui con mis amigos y ahí volvió a tener varios gestos lindos. Se preocupó mucho de mí y todo, y salieron unos videos como de él cuidándome mientras estábamos en una disco y una amiga en mi casa contó también cómo me trataba, mi papá solo escuchaba. A la semana siguiente, mi papá me dice que tenemos que ir a Curicó y me dice, “dile que vaya y allá nos conocemos”.

¡Qué miedo!

Sí, y él (AK4:20) me dice que sí, que iría a Curicó. Al final no los tuve que presentar, porque me di una vuelta, mi papá se me desapareció, pregunté a mi hermano por él y me dice que habrá salido a buscar a Bastián.

La historia es super rápida, todo esto pasa como en un par de semanas, ¿no?

Sí. Tampoco podía ser más lenta, somos muy expuestos. Tenemos poco tiempo y tuvo muchas actitudes que me hicieron confiar rápido en él. Me habían mandado flores antes, pero eran un, “perdóname, la embarré”. Él, en cambio, me mandó flores que decían, “te quiero conquistar”. Yo al principio tenía muchos nervios, pero cuando veo que a mi papá le cayó bien, que a mi hermano le cayó bien, ahí pude respirar.

«Me habían mandado flores antes, pero eran un, ‘perdóname, la embarré’. Él, en cambio, me mandó flores que decían, ‘te quiero conquistar'».

Ignacia Antonia

¿Deciden hacerlo público o solo se dio así?

Se dio. En algún momento me lo cuestioné, pero es lindo poder mostrar tu vida. Al final eso es lo que yo hago, yo muestro mi vida todo el tiempo y él es parte de mi vida, entonces, ¿por qué no? 

Para mí, es un “no negociable” el tener que esconder mi relación. A una como mujer también le gusta que la presuman y, en realidad, siento que estoy viviendo todo eso que me gusta o esperaba de una relación.

Le pregunté a él sobre proyectos de trabajo en conjunto y dijo que podrían hacer un video, pero hay que pensarlo muy bien porque tiene que ser el video perfecto. 

Sí. Vamos a hacer una colaboración de maquillaje (ríe). No, pero en realidad no es algo que yo quisiera. Siempre dicen que no hay que mezclar la amistad y el trabajo, y creo que mezclar el amor y el trabajo es mucho peor. 

Si él necesita mi apoyo, él sabe que cuenta al mil porciento con lo que él necesite. Yo voy a estar ahí siempre y viceversa. Pero él tiene su trabajo, yo tengo lo mío y mezclar puede ser un problema, mejor no. 

Pero hicieron hace poco una campaña de ropa interior juntos…

Sí, pero es algo diferente. Porque no es algo nuestro, nos contrataron para algo, pero no es como que yo le diga,  “oye, mira, agarremos tanta plata tuya, tanta plata mía y hagamos esto”, no. 

Siento que lo bacán es que él es cantante y es el mejor. Si yo puedo apoyarlo y subir mil tiktoks de todas sus canciones lo voy a hacer, y siempre voy a estar detrás de él. Y sé que al revés, cuando yo haga algo, estará ahí subiéndome y todo, eso es bacán. 

Qué bonito. Si te pidiera que hagas una definición de la palabra amor, ¿cómo sería? 

Wow, que fuerte. Yo creo que el amor conlleva muchas cosas, muchos sentimientos, como el respeto, la sinceridad, pero también tiene que ver con escuchar al otro, ser sinceros, tolerar. Estar ahí siempre que esa persona lo necesite, independiente de las circunstancias, de la forma, pero estar siempre ahí y eso intento hacer.

Ignacia, me dijiste que habías cumplido todos los sueños que tenías cuando niña y eso es muy bello, pero también muy peligroso. ¿Qué pasa cuando uno se queda sin sueños?

Es que me refiero a todos mis sueños profesionales. Todas esas cosas que soñaba de niña las he cumplido totalmente, al mil porciento. Pero hay un sueño que aún no he cumplido y para el que espero falte un tiempo más, y es el de ser mamá algún día. Me encantaría, pero también es un sueño que me da miedo, porque tengo una mamá increíble y poder llegarle los talones va a ser muy difícil. 

Tener un “Akacito”…

Un Akacito, sí… sí, va a andar cantando por ahí… Pero en realidad, el formar una familia, tener hijos, ser mamá es lo que me queda por cumplir.

9.9 seguidores en Instagram y 31 millones en TikTok, más lo de Youtube… eso es una comunidad de más de 40 millones de usuarios, más de dos veces todo Chile, ¡son hartos estadios nacionales!

Hartos estadios nacionales, tú lo has dicho… pero la verdad yo ni siquiera sé cómo explicarlo. En mi casa creemos mucho en Dios y creemos que siempre él tiene un propósito para ti, y quizás el mío tiene que ver con influir en el pensamiento de personas. Quizás, sin saberlo, estoy ayudando a niños a desarrollarse, a niñas que crecen, a niños que están encontrando su identidad. Igual creo que debo devolver la mano…

El
Chaqueta; Misster @misster.clothes 
Pantalón; Pedritos @wearpedritos
Zapatos; Landazuri @landazurichile
Joyas; Aurus @aurusjoyeria

Ella
Vestido; Misster @misster.clothes 
Botas; HyM @hm #hmchile
Joyas; Pandora @theofficialpandora 

¿En qué sentido?

Es algo que vengo pensando hace un tiempo. Cuando mi hermano nació tuvo meningitis y estuvo hospitalizado un mes con riesgo de muerte. Yo tenía 4 años cuando mi hermano se enferma y a mis papás les hablaron de secuelas, de la Teletón, pero pasa el tiempo y llegó un pastor al hospital y le dice a mi papá que, “nunca pierda la fe en Dios, porque su hijo va a estar bien”. Pasó el tiempo y mi hermano quedó sin ninguna secuela, y eso cerró como un tiempo de oscuridad,  como un milagro y una bendición super grande. Pasaron los años, a mí me empieza ir bien en las redes, empiezo a ganar seguidores y un día me llaman de la Teletón y me dicen que querían que yo fuera a conocer el instituto y querían que participara de la campaña. 

E hiciste el vínculo de inmediato con la historia de tu hermano, que finalmente no tuvo que vivir ese proceso…

Claro, yo sentí como que Dios me estaba diciendo, “yo los ayudo a ustedes. Tu hermano está bien, pero ahora necesito que tú me ayudes a que la gente entienda que hay muchos niños que no tuvieron la suerte que ustedes tuvieron”. Nunca voy a saber si es así, pero de igual forma me comprometo mucho con intentar ser una buena persona…

«Estoy consciente del poder que tengo e intento ocuparlo para el bien. El mundo está demasiado contaminado con cosas malas como para uno seguir contaminándolo más. Entonces, ojalá que todas las herramientas que tengo siempre las esté ocupando de buena forma».

Ignacia Antonia

¿Eres consciente del poder que tienes?

Sí. Estoy consciente del poder que tengo e intento ocuparlo para el bien. El mundo está demasiado contaminado con cosas malas como para uno seguir contaminándolo más. Entonces, ojalá que todas las herramientas que tengo siempre las esté ocupando de buena forma.

Tus palabras me recuerdan todo el revuelo de Naya Fácil ayudando en el incendio de Viña, ¿te parece que más influencers deberían estar generando acciones de ayuda como esta?

Uno no puede meterse en la opinión de otras personas, creo que todos ayudamos como podemos. No todos tenemos las mismas facilidades o los mismo recursos, entonces, encuentro bacán ocupar los recursos que tienes de forma positiva. Hay muchos otras influencers que obviamente quizás no podían hacer lo que hizo la Naya, pero sí compartían cosas del incendio y sí intentaban ayudar. Puede ser que yo te entregue un granito de arena y otro entregue 3, pero al final entre todos vamos a armar un lugar lleno de arena. 

¿Cuáles son tus proyectos más importantes para este año?

Uh, la verdad… no tengo ni idea, no he pensado en nada. Yo estoy disfrutando el verano y disfrutando la vida. Es el primer año que empiezo así, muy tranquila, muy en paz conmigo. Estoy disfrutando, por ahora estoy relajadita.

Pero imagino que cada día hay nuevas invitaciones, proyectos…

Sí. Para eso es bueno tener un manager, él está organizando el año, yo solo estoy concentrada en ser feliz. #SARAH

Fotografía: @emeescobar
Estilismo: @pola_vial
Maquillaje y pelo: @mayabayer
Producción ejecutiva: @luisynilo
Asistente fotografía: @isaiaspht
Asistente beauty: @haroldescobvr
Extensiones: @extensionesrapunzzel 
Estudio: @estudiofe