Sábado en la noche, 16 de noviembre de 2024, y todo Chile estaba “pegado” en la transmisión oficial de la final del Miss Universo. Algo que podría ser común en otros países, pero no en Chile, pues no somos un país que vibre con este tipo de certámenes, hasta ahora. 

¿La razón de este reciente e inédito fervor por el Miss Universo? Una mujer. ¿Su nombre? Emilia Dides. Una joven cantante de 25 años que en solo un par de meses logró conquistar el corazón de Chile, al grado de auto convencernos que teníamos certeras posibilidades de que Emilia regresaría a Chile con la corona.

Dueña de un carisma sin igual, una voz privilegiada, innegable belleza y un indescriptible ángel que pocas veces vemos en una sola mujer, Emilia tiene un crédito mayor al de “casi” volver con la corona de Miss Universo y tiene que ver con su capacidad de hacernos creer en un concurso que teníamos olvidado desde los tiempos de Cecilia Bolocco, además de generar una efervescencia nacional inédita que nos tenía a tod@s con sensación de triunfo. Tanto así que llevamos a Emi a convertirse en la participante más popular del concurso a través de una votación por Instagram.

El resto es historia conocida, Emilia llega al Top 12 del certamen. Una tremenda injusticia desde la mirada de quien sea, pero aunque su retorno a Chile fue sin corona de Miss Universo su paso por este concurso se tradujo en algo más importante: estábamos frente a la nueva reina de Chile, más allá del concurso de belleza. Pero, ¿quién es Emilia Dides más allá de las coronas y las pasarelas? En las siguientes líneas podrás descubrirlo.

Emilia, quiero conocerte un poco más allá del Miss Universo, de Rojo, incluso. Quiero ir al pasado, ¿cómo te decían cuando eras niña?

Me decían “Chinita”.

Háblame de la Chinita, de los sueños que tenía. Si te llevo a los 10 años, por ejemplo, ¿qué pensaba ella del futuro, cuál era su, “cuando sea grande”?

Ya, pero me va a hacer llorar (ríe). La Chinita era una niñita con mucho miedo. Creo que tuve que pasar por muchas cosas para construir a la mujer que soy hoy y hablo de construir porque en algún momento se derrumbó, vio un poco la vida negra. Creo que agarré todas esas piezas y construí a la mujer que hoy está cantando. 

Lo entiendo, pero esa historia me habla del hecho de ser como una mujer planificada también, ¿no? Que dice, “quiero ir para allá y voy a apretar todas estas teclas para poder llegar”, ¿eso te identifica?

No sé si planificada sea la palabra, pero sí soy una mujer super determinada, porque cuando tengo un objetivo o quiero lograr algo en mi vida creo que no hay ningún límite a mi alrededor que me lo prohíba. Entonces yo voy a que si tengo que hacer 200 caminos y este es el más largo, lo voy a hacer porque quiero llegar. Así fue con el Miss Universo, por ejemplo. A mí nadie me veía como una Miss Universo Chile, nadie.

Algo similar dijiste en la entrevista con Lucho Jara. Dijiste, “programa de canto, ¿por qué no?”, “Miss Chile, ¿por qué no?”. ¿Cuál es tu siguiente “¿por qué no?”?

Mi siguiente “¿por qué no?” es hacer un Movistar Arena. Quiero hacer un show en vivo grande, donde pueda conectar con mi público, la gente que está ahí siempre bancando.

Emilia, con el Miss Universo te alejaste un poco de la música, ¿ves más amplio el futuro ahora en términos de proyección o sigue siendo prioridad el cantar?

Lo que me pasa ahora es que no me gustaría encasillar mi carrera en algo en específico.

Creo que me limita, limita el potencial que hay y también como mujer y, bueno, con la personalidad que tengo, me siento con la capacidad de hacer más cosas que solo cantar. 

Te veo y pienso en mujeres como Danna Paola o Belinda, que no se han encasillado y que hoy día perfectamente son actrices y cantantes, y de todo un poco, ¿te ves así?

Sí, cien por ciento. Igual es un arma de doble filo porque el que mucho abarca poco aprieta, pero es importante ponerte en situaciones donde puedas explotar la mejor parte de ti. Trato de dar siempre lo mejor de mí cuando estoy cantando y si se da en la actuación, que realmente me encantaría, también sería así.

¿Eres consciente del nivel de penetración que lograste en el público más allá del concurso?

Yo creo que uno nunca termina de ser tan consciente de algo, sin embargo lo vivo muy bien. Me pasa que muchos quieren saber quién es Emilia Dides porque en el Miss Universo yo no pude conversar, solo vieron mi cara y mi pasarela. Entonces para mí es super importante que puedan entender por qué llegué al lugar que llegué en el Miss Universo y, ojo, no llegué por bonita.

Fuiste un verdadero huracán mediático a finales del 2024, pasaste de 500 mil seguidores a un millón en algunas horas y había una necesidad de saber más de ti, pero, ¿cómo se vivió ese huracán por dentro?

El Miss Universo fue la semana más intensa de mi vida, aún no me recupero 100% del sueño, la verdad. Recién estoy cayendo en cuenta de todo lo que pasó, porque yo no estuve en Chile después de Miss Universo y mis amigos me decían, “tú todavía no te das cuenta de lo que pasó” y honestamente no. Es super loco todo, porque yo no tengo la corona, pero para ellos, las personas que me esperaban en el aeropuerto por ejemplo, yo era la Miss Universo.

Es que Emilia, hay un fenómeno bien particular. Si el jurado fuese la gente, tú serías Miss Universo, ¿lo habías pensado?

No, no lo había pensado. Pero claro, ver que Chile gana en votación popular frente a países para los que el Miss Universo es tan importante, como Tailandia, y llegar al Top 30 por votación del público, imagínate lo que es eso. Yo ya me sentía ganadora. 

Pero igual esa votación era conocida, tenías claro que te estaba yendo muy bien.

No, porque está Tailandia compitiendo, Perú compitiendo, Estados Unidos compitiendo y son países donde el Miss Universo suena mucho. Entonces, estar dentro de las 30 gracias al público de Chile, haber podido unir a todo un país por una misma causa, porque todos queríamos esa corona, todos. Fue algo gigante y aunque no se logró esa corona, logramos la unión. 

Toda esta efervescencia de “queremos la corona” y todo eso es un poco sentimental, ¿no? Pero en términos más fríos, hay varios elementos que juegan en la elección de una reina, como temas económicos, por ejemplo. Se dice que la franquicia de Miss Universo chilena es más barata, ¿cómo lo observas?

Yo creo que hay de todo un poco, pero es algo que pasa también en la vida en general, hay otros intereses. Y el Miss Universo es una organización o una empresa que obviamente está buscando una reina que cumpla con todo lo que ellos quieren en valores, pero obviamente hay temas económicos como en todas las cosas en el mundo, así funciona.

Quiero que me ayudes a hacer un análisis del concurso, de la historia, de los cánones de belleza, porque ganó una chica que parece Barbie, que es hermosa, pero es la belleza que hemos visto desde los 70. ¿Le faltará evolución al certamen?

No sé si es evolución, pero si a mí me preguntaran algo que le agregaría al Miss Universo o en sus valores creo que deberían centrarse en buscar una mujer real. Porque siento que se esfuerzan en buscar una mujer perfecta y eso todo el mundo sabe que no existe.

Creo importante que se muestre el mensaje de la mujer real. Una mujer que a veces tiene cambios de peso o le sale una espinilla o emocionalmente no está tan calificada un día para salir y ser perfecta. Creo que eso hace falta y quizás por eso no me vieron como una potencial Miss Universo, porque soy una mujer real, auténtica.

Emi, se ha dicho mucho que Chile no es un país de misses, no tenemos cultura de misses. Algo ha ido cambiando los últimos dos años, quizás desde Daniela Nicolás o Celeste Viel en adelante, ¿será que nos están gustando más los concursos o tiene que ver con el perfil de la miss más conocida?

Con mucha humildad te digo que igual abrí una brecha de la cultura del mundo miss en Chile y creo que es necesario porque es super importante que una miss, estando en otro país, se sienta apoyada por la banda que lleva. En mi caso, a mí me angustiaba no contar con el apoyo de los chilenos y por lo mismo jamás imaginé el apoyo que llegué a tener.

Y finalmente lo que yo quería lograr como mujer y como chilena era que nos vieran. 

Yo quería decirle a todos, “miren, nunca vieron a Chile como competencia, ahora cáguense de miedo”.

Hablemos de ese miedo, ¿te veías como una leona avanzando entre hienas? 

Me gusta esa analogía, pero la verdad es que trato de ser más cuidadosa con mi actuar. Sí me pasó que me decían que yo me veía un poco pesada en los ensayos ponte tú, pero si uno tiene un objetivo y está con 130 candidatas, no va a ir realmente a crear lazos de amistad.

Y no es de mala onda, no quiero decir que vas a portarte de una manera despectiva con la otra o a tratarla mal, pero si eres visionario te va bien. Dinamarca (la ganadora) no se hizo amiga de ninguna otra chica, ella sabía a lo que iba, era amable, pero no fue a hacer amigas, porque no sabes si hay un cuchillo por detrás.

¿Hay alguna Miss Chile anterior en quien te hayas fijado o que hayas visto como referente? 

Honestamente, estudié más las Miss Universo pasadas. Vi todos los concursos anteriores, quería ver qué hacía ganar a las ganadoras. 

¿Será por eso que también adoptaste una estética “muy miss”, como las ondas en el pelo, el tipo de maquillaje?, ¿es porque te diste cuenta lo que el jurado o el concurso buscaba y les diste lo que querían?

No, de hecho, me lo inculcaron. Con mi director nacional antes de ganar el Miss Universo Chile, él me dijo, “tú tienes que ser de esta manera, de lo contrario, es imposible que ganes” y tenía razón. Yo no tenía un perfil miss, no me vestía como miss, no me arreglaba como miss, pero siempre me gustó harto maquillarme y al final creo que logramos un equilibrio mostrando siempre mi belleza natural.

EL HURACÁN EMILIA QUE NADIE ADVIRTIÓ, Y QUE DEVORÓ

No existe claridad sobre el momento exacto en que la candidatura a Miss Universo de Emilia Dides comenzó a generar el nivel de adhesión que logró, pero sí está claro que algunas semanas antes del concurso los medios nacionales en pleno nos rendimos a la belleza y carisma de Emilia y comenzamos todos una campaña ferviente de apoyo, de la que participaron varios rostros como Pamela Díaz o la ex Miss Chile, Daniela Nicolás.

Emi, Daniela Nicolás se convirtió en una especie de jefe de campaña, hizo lives y todo para apoyarte. ¿Te enteraste de eso?, ¿se conocían antes?

No, sí nos conocíamos. La Dani, de hecho, una vez me dijo, “oye, ¿por qué no te metes al Miss Chile?” como cinco años atrás. Y mira las vueltas de la vida, aquí estamos. Me di cuenta que la Dani (Nicolás) fue una de las grandes chilenas que estuvo en apoyo constante, en toda la trayectoria del Miss Universo, todos los días. Además ella lo vivió, entonces lo siente muy cercano y también empatiza mucho.

Ella le golpeó la mesa a los medios de comunicación, instó a la prensa a “ponerse las pilas”.

Es super fuerte, porque ella no vivió ese sentimiento que yo tuve, pero ella en su corazón hubiera esperado eso. Cuando vas al Miss Universo hay muchas cosas que no se ven, es algo super intenso y agotador, sin embargo, es la mejor experiencia que he vivido. 

Emi, se dice de ti que gran parte de tu preparación de los outfits, de todo, fue autofinanciado. ¿Es tan así, que no tuviste apoyo de empresas, diseñadores, joyas, etc.?, ¿tú hiciste una gran inversión para lograr lo que lograste?

Eso no es verdad. Yo tuve apoyo de muchos diseñadores, otros que no quisieron colaborar, que habrán tenido sus razones.

¿Chilenos?

Chilenos. Pero me quedo con los que siempre estuvieron como Makarena Montaner y Lennin Villarroel, que estuvo también super presente en mis outfits de Miss Universo, o Nicoletta Valentina. Yo siempre quise colaborar con ellos y ellos me dijeron, “sí, vamos”.

Creo que tu llegada con un traje con la bandera fue icónico, ¿no?

Sí. Y ese es de Eduardo Cerda, que fue mi director nacional antes de ganar Miss Universo Chile. Fue él quien hizo ese diseño para llegar al hotel en el que me estaban esperando con mariachis como sorpresa de los fans de Chile.

Pero al margen de que me dijiste que sí tuviste harto apoyo, igual hay una inversión tuya de tiempo, de preparación, de clases. Todo eso tiene que ver contigo, con como tú invertiste en este camino y no hablo solo de plata, sino de energía, tiempo… Después del concurso, ¿lograste recuperar esa inversión?

¡La multipliqué, la tripliqué! Me fui con cero expectativas a un concurso que en Chile no era tan importante y llegué siendo otra persona emocionalmente y también conocida en el país. De verdad para mí tripliqué esa inversión y si me preguntas si volvería a invertir, lo haría de nuevo. La vida se trata de inversiones y no solo de plata.

Pero la plata financia las inversiones…

Obviamente hay un tema monetario, pero yo me preparé, también me cuidé y fui responsable sabiendo en lo que podía gastar y en lo que no.

Estábamos hablando de la moda y de los vestidos y no puedo no pensar en el vestido de Sábado Gigante. Que pudo gustar o no, pero logró el objetivo, ¿no?

Claro, fue estratégico, porque Telemundo es quien estaba detrás del Miss Universo y fue el mismo canal que transmitió 15 años Sábado Gigante. Yo sabía que a ojos de Telemundo este vestido iba a llamar la atención y si tú te fijas, hay un video donde suben casi todos los trajes típicos y el de Sábado Gigante, que precioso no era (ríe), tiene las mayores visualizaciones, dio que hablar. Además que hacer un homenaje en vida a Don Francisco es importante. Los homenajes se hacen en vida.

A propósito de personas icónicas, Cecilia Bolocco te grabó un video justo antes de la final, ¿cómo se sintió ese saludo?

Me recargó de energía. Fue emocionante recibir un mensaje de la Miss Universo de nuestro país, que es super influyente entre todos nosotros. Además rompió ese mito de personas inalcanzables.

O que no quiere más misses porque ella es la única, ¿eso era un mito también?

Un mito, sí, claro. Yo no pienso de esa manera y la verdad ese saludo solamente me sirvió para recargar energía en esa final.

¿Qué otros personajes públicos te brindaron apoyos importantes? 

Prensa Chilena. Me llamó mucho la atención la cantidad de apoyo, lo valoro mucho, o “la fiera” que también me apañó harto. Pero la verdad siento que más que íconos de Chile o personas con muchos seguidores yo me enfocaría en lo que fue todo el fenómeno en la gente, porque me pudo haber apoyado la Pame, pero si no hubiera tenido a los otros millones de chilenos apoyándonos no hubiera sido un impacto. 

Esto de hablar de la gente me lleva necesariamente a Instagram, al incremento de seguidores brutal que tuviste, que hoy te convierte en una influencer, ¿te acomoda?

No me siento así. Es super loco porque sé que están los números, pero a mí por lo menos no es lo que me llena el corazón. Lo que me llena es estar caminando en la calle y que me griten, “Emilia Dides, Chileeeee”. Y me dicen, “gracias por representarnos”, “gracias por hacerlo tan bien”, o “te felicito”.

¿Cómo se gesta el viaje de Pandora a Tailandia? ¿Estaba listo con anterioridad o te llaman estando en el concurso y te dicen, “oye, vamos”?

Para serte sincera, me llamaron dos días después del Miss Universo. “Queremos que vayas a Tailandia”, me dijeron y yo dije, “bueno, vamos”. 

¿Fue como un regalito de descanso post Miss Universo o lo sentías también como trabajo?

No sé si un descanso. Sí un trabajo, pero a mí me encanta trabajar, entonces lo disfruto mucho. Además conocí una cultura nueva, en Tailandia también me reconocían, es super heavy estar literalmente en otro continente y que reconozcan quién eres. Lo disfruté mucho. 

Quiero volver a la noche de la final del Miss Universo para repasar algo en particular: las palabras de Jordi Castell contra la representante mexicana diciendo que ella se habría acostado con alguien para llegar al top 5. ¿Qué te pasa con estos comentarios que dijo Jordi, pero que probablemente representan a una porción de la sociedad?

Es super válido tener opiniones y super válido tener la capacidad de compartirlas.

¿Aunque sean opiniones tan misóginas?

Es que uno puede hablar lo que sea, pero también tienes que entender que todo tiene consecuencias. Hay cosas que personalmente no diría públicamente y repito y recontra repito que cada una llegó al lugar que tenía que llegar y cada una se merecía el lugar que obtuvo.

Nosotras estuvimos tres semanas despertándonos a las 5 de la mañana. No me cabe duda que cada una de las 130 candidatas se despertaba a las 5 de la mañana para arreglarse, para estar lista a las 7. Se dormía super poco, se trabajaba muchísimo y todas tuvimos el mismo nivel de estrés. 

Todas nosotras dimos la vida por esa corona y si el jurado decide que pase tal y tal persona al top 5 es porque se merecían pasar, y si deciden que Chile no pasa al top 5 lo decidieron y ya, no pasa nada. 

¿Por qué no llegaste al top 5? 

No tengo la menor idea, pero llegué al top 12 y no me gusta pensar en las cosas que no pasaron.

Eres la chilena que más ha avanzado en la última década, ¿cómo se siente eso?

Puro orgullo, porque además es mi primer concurso. Como te digo, me metí apenas hace un año en el “Mundo Miss”.

UNA VOZ DE COLOR ROJO

A mediados del 2018 TVN ponía al aire una gran apuesta: revivir los tiempos de gloria del programa Rojo Fama Contrafama, semillero de grandes artistas nacionales como Mon Laferte y María José Quintanilla. La renovada apuesta tenía el mismo génesis que su antecesor programa dosmilero: una competencia de bailarines y cantantes para buscar la gloria y la fama. 

Es precisamente este programa que en su segunda temporada nos mostraba por primera vez a Emilia Dides, que con apenas 20 años ganaba la categoría cantantes del concurso. 

Hace poco se dieron a conocer declaraciones de Mon Laferte sobre abusos vividos en Rojo y siempre ha existido este mito en la TV, de hecho, hay un dicho terrible que dice “fama, cama”. ¿Tuviste la oportunidad de ver alguna situación como esta?

Nada. Yo en Rojo me sentí protegida por los míos, porque era mi primera aparición en televisión. Era saltar a ser un poco más conocida en Chile y tenía un colchón super grande en mi núcleo familiar que me protegía para los malos comentarios, a los que uno no está acostumbrado. Pero no, jamás vi algo raro.

Otros participantes de Rojo me han comentado que los intentaban encasillar, hacerlos parecer a un artista mundial, ¿en tu caso quisieron moldearte en estilo o estética?

Sabes que lo escuché de mis compañeros pero yo nunca lo sentí. No sé si es por esa personalidad un poco más decidida que tengo y que si me dicen, “haz esto” y yo no lo quiero hacer simplemente no lo voy a hacer o es que realmente les gustaba como yo funcionaba, como hacía las cosas. Además se creó una relación en ese programa y eso televisivamente es atractivo.

Claro, tuviste relaciones amorosas con personas relativamente conocidas. ¿Eres de terminar y no hablar nunca más o eres del team buena onda con el ex? ¿Te hablo de Toarii y de Rai?

Yo soy del team buena onda, pero también sé separar las cosas.

¿Y del team remember?

No, creo que no aportan nada a la relación, porque puede ser perjudicial con el tiempo. Sin embargo, como te he contado, soy super emocional. Entonces, cuando termino con alguien, de verdad que lo tengo que pensar muchísimo, porque cuando me enamoro soy una mujer que da absolutamente todo.

Volvamos a la música, entiendo que hay grandes planes, pero en una escena en la que predominan las colaboraciones, ¿cuál sería tu feat ideal?

No me he sentado a pensarlo, pero estuve con la Fran Maira y dijimos, “podríamos hacer una canción donde tú cantes tu estilo y yo el mío y hacer como una bomba atómica, pero sin perder la esencia de ambas”. Con ella somos personas totalmente contrarias. Sí, tenemos varias similitudes, pero en estilos musicales nada que ver. Hacer algo en conjunto me gustaría.

¿Te ves en el trap o en el género urbano?, ¿cantando con un Pailita o Kid Voodoo?

A mí me encanta escuchar trap, me encanta el hip hop, pero no sé si es mi ambiente para cantarlo. De todas maneras no me cierro a crear una canción más movida, quizás con un Cris MJ o con Young Cister, que me encanta. 

Y en el otro extremo de esta línea, hay cantantes como Myriam Hernández que son íconos vivos, ¿no? ¿La ves como referente, por ejemplo?

Obviamente. Nos seguimos en Instagram, de hecho hace poco hablamos y amo sus canciones. Tengo un cercano muy cercano que la ama, es de otro país, y me dice, “Miriam Hernández es mi cantante favorita”. Ella es un ícono, además una mujer, ¡qué mejor!

¡CÓMO NOS CAMBIA LA VIDA!

Le preguntamos a Emilia cómo había cambiado su vida el último año y más allá de lo que nos respondió verbalmente sus ojos se cristalizan por un segundo, mil imágenes y emociones deben pasar por su cabeza. En enero del 2024 decidió ingresar al mundo de las misses y terminó enamorada de todo lo que vivió. 

Pero eso no es todo, tras el concurso se convirtió en la celebrity más querida de nuestro show business. La invitada predilecta de los programas de TV, invitada a abrir el Festival de las Condes con un alabado show, invitada a cantar con Plácido Domingo. Fue una destacada jurado del Festival de Viña, instancia de la que además fue coronada reina y se convirtió en el rostro femenino favorito de la publicidad. Sin duda, ha sido el gran año de su vida, pero va por más.

UNA CORONA CON SABOR AMARGO

Y es justamente en el contexto del Festival de Viña que Emilia Dides debió sortear los bemoles de la fama, la exposición y la competencia. En términos simples, podemos decir que la coronación de Emilia fue a la vez la experiencia más dulce y también la más amarga para la Miss Chile. ¿Por qué? A pesar de haber sido coronada gracias a una ecuación de votos que incluía una apabullante votación popular y la votación histórica de los periodistas acreditados, la coronaron como reina, pero con un margen de diferencia muy bajo respecto de su más cercana competidora, Faloon Larraguibel, quien se presentó a este concurso apoyada por Canal 13.

¿El problema? El otrora “canal del angelito” en pleno protagonizó horas y horas de bullying televisivo contra Dides, entregando un sórdido espectáculo absolutamente lejano al fair play que debería existir en instancias como estas. A tanto llegó la disputa que incluso al mismo tiempo que Emilia celebraba su coronación con el tradicional piscinazo, Canal 13 anunciaba el “piscinazo alternativo” de Faloon, quien obtuvo el segundo lugar en esta competencia, pero que tras un voto perdido señalaba sentirse la verdadera ganadora. ¡Qué escándalo!, pensará usted, pero el conflicto escaló a tal grado que Emilia incluso anunció que compartiría la corona y el triunfo con Larraguibel y, de hecho, la contactó para entregarle la corona como una señal de sororidad, pero no tuvo respuesta.

Todo el conflicto con el reinado de Viña y la corona, que según entiendo te hizo llorar por lo injusta de la situación, ¿lograste superarlo o hay espinitas aún?

Lo único que te puedo decir es que como mujer he aprendido a quererme, ha sido un camino difícil que aún no termino de recorrer. Aceptar la mujer que soy, aceptar el amor que merezco y sobre todo conectar con otras mujeres poderosas y juntas sacar nuestra mejor versión, potenciarnos. Por eso no veo acá una competencia, sino que a través de mis aprendizajes y todo este proceso del amor propio hay una oportunidad de poder inspirar a otros.

¿Qué aprendizaje sacas de todo este conflicto?

Mira, esto es algo que aplico a mi vida en general y más que aprendizaje es un consejo, creo que da lo mismo qué tan malo se vea el panorama y qué tan mala se vea la situación alrededor, uno siempre tiene la posibilidad de volver a empezar. Como una persona que tuvo un accidente en auto un año atrás, donde vi mi vida pasar por delante y me dejó una cicatriz en la mano que es bien fea al ojo público, pienso y siento que hay un propósito mayor siempre y yo estoy acá para inspirar.

¿Qué te enseñó el ser Miss Universo?

Uno ve los concursos de belleza como algo demasiado superficial, pero la verdad es algo que ayuda. A mí, personalmente, me ayudó mucho emocionalmente, internamente, me ayudó a confiar más en mí, a quererme un poco más y a aceptarme.

Se ha dicho que te presentarás a otro concurso de belleza, al Miss Grand International, ¿no hay voces dentro o cerca tuyo que te digan que quedarte con tu gran participación en el Miss Universo es suficiente?

Obviamente tengo comentarios de todo. Hay gente que me dice que no lo haga, que no es necesario y eso, pero yo lo hago por mí, porque cuando entré en el Miss Universo todo el mundo me decía que yo era muy “Miss Grand” y es justamente un poco mi personalidad. Y, en realidad, a mí me gustan los desafíos y no lo descarto.

Pensemos en un escenario posible de aquí a un año y medio más. ¿Dónde te gustaría estar, recibiendo la corona del Grand o recibiendo por ejemplo un Latin Grammy?

Ambas.

Si viajamos en el tiempo, pero ahora para atrás y le dices a esa Emi de inicios del 2024 todo lo que vivirá, ¿te lo creería?

No. Jamás. Por filosofía de vida yo no pienso nunca lo que va a pasar mañana. Yo trato de vivir mis días como si fueran el último, así trato de ser con mi gente, trato de siempre decirles cuánto los quiero, valorar los momentos. 

Vivo, literalmente, dando un paso a la vez, por eso no me gusta encasillar mis momentos. Si me haces elegir entre un Latin y el Miss Grand no te sabría decir, porque creo que tengo la capacidad de lograr lo que me propongo.

Y en este paso a la vez, ¿cuál es tu próximo paso?

Lo estoy descubriendo.

Todos vivimos la efervescencia por ti, pero quisiera saber qué pasó con tu familia, cómo lo vivió tu mamá, tu nana, tus profes de canto…

Es algo que nos impacta a todos, sin duda alguna, pero ese es el momento perfecto para agarrarnos las manos e ir a todas juntas. Si hay algo que yo destaco es mi familia que siempre está detrás acompañándome.

No sé si sabes que en el Miss Universo me asignaban a una chaperona y yo me la traje a Chile. Ella está viviendo acá y estamos trabajando juntas, creamos un lazo super importante y ella ahora es parte de mi familia también.

¿Y de dónde viene ella?

Ciudad de México.

El “Chileeeee” que se ha transformado en tu marca personal, ¿fue planificado, surgió en el momento? Porque todas las participantes solo dicen muy fuerte su país, pero tú lo cantaste…

Fue en el momento, jamás pensé en hacerlo así. Se me ocurrió ahí y jamás pensé que fuera un ícono en Chile ahora, hubo cero preparación. 

¿Hay un momento en el que te preguntas a ti misma y ahora qué?, ¿sigo con mi carrera como cantante o inicio una carrera más de celebridad?

No me gusta encasillarme solo en un nicho. El Miss Universo es algo muy importante en mi vida, fue la plataforma que me ayudó a llegar a gran parte del público que hoy me sigue, pero también tengo una carrera como cantante. Puedo ser ambas.

 ¿Cómo te sentiste con la invitación a cantar con Plácido Domingo? 

¡Imagínate! Me sentí muy complacida al recibir la invitación. Jamás pensé que Plácido Domingo conociera mi trabajo y me dio muchísimo gusto compartir el escenario con él, fue un honor.

Dijiste en varias entrevistas que querías seguir soltera, sin embargo, y tras varios comentarios de la prensa, llegaste a la Gala de Viña con Sammis Reyes y ambos confirman su relación, ¿me puedes contar cómo va esa historia?

Mi carrera es lo más importante que tengo ahora, pero siendo sincera, solo puedo decir que abrí mi corazón al amor. Estoy dejando que pase lo que tenga que pasar.

Nos enteramos que vas a participar en tu primer tour como talonera de Pía Toscano, ¿nos puedes adelantar algún detalle?

Sí, estaré con Pía abriendo algunos de sus shows. Es una invitación a la que no me podía negar porque creo que es una chica muy talentosa, pero también estoy teniendo ya mis propios shows…hace poco tuve el primero, ¡y fue completamente emocionante! 

¿Cómo te sientes en el escenario?

Esa sensación no se compara con nada. Y saber que hay gente que paga un ticket o que se forma por horas para escucharme cantar hace que mi corazón se llene de emoción y más ganas me den de hacer esto que me apasiona tanto. En verdad agradezco todo el apoyo que me dan, sin mi público no lograría nada y estoy eternamente agradecida con cada uno. #SARAH

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