La pandemia ha hecho surgir diversos talentos, algunos de los cuales se han dado entre lanas y palillos. Pero hubo alguien que siempre creyó en el tejido, y la cuarentena solo le confirmó que para ella era una terapia y una necesidad. Esta es la historia de Francesca Cavalla, la creadora de La Nonina Tejedora, emprendimiento que hiló en tiempos difíciles.
Por: Paula Pareja/ @paulaparmen
Francesca Cavalla se inició en el tejido de forma casi orgánica, mirando a sus abuelas, tías, mamá y hermana. A los ocho años ya estaba completando sus primeros trabajos, pero fue a los 18 que esta pasión se convirtió en adicción. “Cuando salí del colegio me di cuenta de que no podía vivir sin esto”, afirma. Hoy tiene más de 179 mil seguidores en su Instagram @la_nonina_tejedora y su página web recibe más de 200 mil visitas al mes.¡Todo un éxito!
TEJIENDO LA FELICIDAD
A los 33 años a Fran le detectaron una enfermedad que la hizo cuestionarse su estilo de vida. “Pensé que no había tiempo para perder, y estar rellenándolo con cosas que no me hacían feliz”. Así partió su camino hacia “el vacío”. Dejó un trabajo estable, se enfrentó a la sociedad, a su familia, arriesgó los pocos ahorros que tenía y se lanzó con su emprendimiento. “Todos me decían: no se puede vivir del tejido, pero yo no escuché y empecé mi búsqueda de la felicidad”.
¿Cómo parte La Nonina Tejedora?
Vendiendo tejidos que hacía y dando clases, pero con eso no lograba generar las lucas que necesitaba. Por otro lado, las personas en Instagram me pedían que les vendiera los materiales que usaba. Mis insumos eran de Turquía, España e Italia, productos bacanes que en Chile no había. Me los pedían tanto que dije: “¡Ya, esto es!”
¿Cómo fue esa primera venta de insumos?
Tenía algo de ahorros, los agarré y compré en Turquía muchos más materiales de los que hubiese comprado para mí. Cuando llegaron a Chile ¡se vendieron en una semana!
¿Y qué hiciste?
Ya no tenía más plata, así que me asocié con mi exjefe, quien sabe mucho de finanzas. Le hablé de mi negocio y le dije que no lo podía hacer sola. Esa fue la primera vez que traje un container con material, se agotó en una semana, y así empecé a amplificar mi tienda.
Claro, porque partiste vendiendo insumos para tejer y ahora ¡vendes de todo!
¡La misma gente me ha hecho crecer! Como tenía hartos seguidores, me escribían marcas para pedirme canjes. Entonces me pregunté si era más conveniente ser influencer y promocionar otras marcas o derechamente vender mis productos. A partir de eso, empecé a desarrollar artículos que consideraba bonitos y que creía que a mis seguidores le gustarían. Comencé a vender ropa, papelería, cuadernos, agendas, planners, lápices, accesorios, ¡de todo! El negocio se convirtió en un Marketplace porque también vendo productos de otros emprendedores.
Durante la pandemia presenciamos una locura por el tejido, ¿cómo te afectó esta tendencia?
Creo que es muy importante ver el lado positivo de la pandemia, respetando siempre el duelo de las personas que han perdido seres queridos. Para mí este periodo significó un gran crecimiento en lo laboral. Nosotras pensamos en un momento “hasta aquí llegaron las empresas”, ¡y fue todo lo contrario! Nuestro nivel de visitas en la página web subió y aumentaron las ventas.
Me imagino que eso te impulsó a crear nuevos productos.
Sí, significó una oportunidad de crecimiento, ahí empezamos a desarrollar los kits de tejido. En la web tenemos los kits listos, miras la foto, elijes lo que quieres tejer, el color y te llevas una bolsa con todo lo que necesitas para ese proyecto.
¡SORPRESA, SORPRESITA!
En medio de la tormenta, Fran vio el sol y se le ocurrió una brillante idea: vender una caja mensual con productos sorpresa. A través de Instagram comparte pistas sobre el contenido, asegurando que este proyecto se trata de “vivir una experiencia completa con un grupo de personas”. Hoy “Sorpresa, Sorpresita” es su ítem estrella y sus seguidores esperan ansiosos a que llegue a sus casas.
Sabemos que es un secreto, pero ¿qué clase de productos podemos encontrar en Sorpresa, Sorpresita?
Viene un kit de tejido completo, pero es sorpresa. Sí puedes elegir el color y viene con todas las instrucciones escritas, con un diagrama y un tutorial en video que puedes ver cuando quieras. Además, trae un montón de regalos que no tienen que ver precisamente con el tejido; pueden ser perfumes, cremas, maquillajes, joyas, etc. Son entre tres y cinco regalos dependiendo del mes.
¿Cómo adquiero la caja?
Se vende el último día hábil de cada mes, a las 20.00 horas, en www.lanoninatejedora.com y por lo general ¡se agota en dos horas! Hay que estar pendiente. Cuesta $34.990 e incluye el despacho, llega a la puerta de tu casa en cualquier lugar de Chile y el mundo.
¿Cómo logras mantener el secreto de su contenido antes de que le llegue a los compradores?
Es que se despacha el día 15 de cada mes y le llega idealmente a todo Chile el mismo día, y ahí recién se puede revelar lo que hay en su interior. Yo doy muchas pistas, aunque la gente ya aprendió a leerlas, pero igual las sorprendo y confundo. ¡Es muy entretenido!
LAS HERMANAS
Hay cosas en la vida que aún no tienen explicación, como el cariño, compromiso y garra que se puede formar en una comunidad de internet, y esta es quizás una de las mejores experiencias que ha tenido Fran al compartir su día a día en Instagram, con sus “hermanas”, como cariñosamente llama a sus seguidoras. Juntas han realizado campañas solidarias, ayudado económicamente a miembros del grupo y compartido su pasión por las lanas a través de “Retiros Tejeriles”.
¿Qué significan “las hermanas” para ti?
Es una comunidad hermosa. Nunca pensé que se pudiese llegar a ese nivel de cercanía y de movimiento a través de una red social. Es impactante lo que hemos logrado, le hemos salvado literalmente la vida a personas que no tenían opción de un tratamiento médico. Somos una agrupación con una necesidad enorme de apoyar causas y de alguna manera sentirnos una solución social.
¡Qué bonito! ¿Qué las motivó a ayudar a los demás?
Partió por una de mis seguidoras antiguas. Un día me escribió su hijo para contarme que ella estaba con cáncer y que no tenía plata para hacer su tratamiento. En ese momento, esta comunidad se prende a niveles impensados y ¡en 48 horas juntamos 10 millones de pesos!, y pagamos su tratamiento. Ella hoy está sana. Y así hemos hecho ya seis campañas ayudando a la gente. Nos dimos cuenta de que somos mucho más que una comunidad de Instagram. ¡Somos bacanes!
Has viajado junto a algunas de tus “hermanas” en los “Retiros Tejeriles”, ¿cómo surge esta actividad?
Mi felicidad completa consiste en tejer y viajar, y cuando inicié este negocio lo tenía muy presente. Y hace tres años se me acercó una agencia para ofrecerme un formato de viajes grupales, que ¡lo amé! Lo que hacemos es elegir un destino dentro o fuera de Chile y se arma este grupo de 10/15 personas donde nadie se conoce, pero todos tenemos algo en común: el tejido.
AUTORA
Fran es definitivamente una mujer multifacética, y lo dejó claro hace tres años cuando mostró su lado literario al publicar su primer libro “La Rebelión del Tejido”. “Es un libro donde se puede aprender alrededor de 20 proyectos. Y la diferencia que tiene es que está explicado como por una amiga, paso a paso.” Y a inicios de este 2021, publicó su segundo trabajo, titulado “Soy rubia… y conozco el infierno”.
¿Por qué ahora decidiste escribir sobre tu vida?
Mis seguidores me pedían que escribiera un libro contando mi experiencia como emprendedora. Estoy muy contenta con el resultado de “Soy Rubia”, porque sé que también le va a dar mucha fuerza a mujeres que pasan procesos difíciles y a muchas personas que no encuentran oportunidades. Yo les cuento que siempre se puede.
¿Por qué se llama “Soy Rubia… y conozco el infierno”?
En redes sociales, por ser rubia, la gente me criticaba, me decían “claro, es fácil emprender cuando has sido siempre de una familia de plata, cuando has tenido una buena educación.” Y no es así, mi familia no tiene plata, estudié en un colegio fiscal, no fui a la universidad y no tuve ninguna oportunidad diferente a la de los demás. Aparte, mientras escribía, me di cuenta de que las fuerzas para llegar arriba vienen desde muy abajo, no del suelo, sino del subsuelo.
¿Qué podemos esperar de ti para el segundo semestre de este año?
Se viene la secuela de “Soy Rubia”. Vamos con nuevos lanzamientos de ropa femenina, con una colección que se llama “Just Me” y vestimenta masculina. La colección “Capo Branco” ¡creo que la va a romper! Esperamos Retiro Tejeril a fin de año y también poder hacer el anuncio de “La Nonina Fest”, un festival de tendencias de tejido que teníamos programado para el año 2018 y ojalá se pueda realizar en 2022.