Daniela González es una cantautora y poeta de la Región del Biobío, pero la mayoría la conoce por su nombre artístico “Dulce y Agraz”. Comenzó a hacerse conocida a los 16 años en la escena musical, con letras y melodías muy adelantadas a su época. A lo largo de su carrera ha sido fiel a su esencia, explorando al máximo la sensibilidad humana, transformándola en himnos de una generación.
Por @matiasmorenog
Si bien comenzó en la escena musical en una banda de Concepción, en 2018 llegó “Trino”, su primer disco como solista, y durante mediados de 2020 estrenó “La piel”, un corto musical conformado por cinco canciones que se han instalado en el corazón de sus seguidores.
¿Las redes sociales han sido importantes para posicionar tu carrera?
Son el puntapié. Recuerdo que en 2015 en Concepción no había mujeres que se dedicaran a la música, y cuando entré en la escena lo hice a través de redes sociales. En ellas se destacó mucho mi edad, porque todos comentaban sobre una chica de 16 años que estaba haciendo música considerada muy adelantada o con un peso argumental muy avanzado para mi corta edad. Esos mismos comentarios hicieron que llegara fuera de Concepción y para mí fueron un amplificador de lo que quería mostrar.
Has conseguido muchos fans a lo largo de los años, ¿qué los caracteriza?
Puedo decir que son personas empáticas, que se conectan con mis canciones porque buscan la misma trascendencia en la vida. Son personas que se interesan por los momentos trascendentales, curiosos, soñadores y con ganas de jugar, con alma de niñite. Hay mucha diversidad entre las personas que me escuchan.
¿Cómo son las canciones de Dulce y Agraz?
Para mí hacer una canción es hacer un momento trascendental. Las canciones no son un lugar porque las puedes transformar en muchas razones, experiencias, momentos e incluso lecciones o recordatorios. Me encanta que los fans se conecten así con las canciones, porque representan un momento de su vida que no quieren olvidar.
¿Cuál es el mensaje que intentas transmitir?
Creo que busco constantemente maneras de hablar sobre lo trascendental del dolor, de lo que se esconde tras el dolor, e intento transmitir a las personas que siempre sale el sol después de la tormenta.
PRIMEROS PASOS
Antes de lanzarse a la escena musical como solista, estuvo en una banda llamada “No me dispares en los pies” que llegó a ser conocida en los circuitos musicales de la ciudad de Concepción. Pero la joven penquista se dio cuenta de que quería ir más allá. Después de haber vivido la experiencia de tocar y cantar, sintió que ya no podía imaginar la vida sin la música. A los 16 años comenzó a escribir mucho más, a explorar su composición, y decidió aventurarse y profesionalizar su carrera con un estilo muy poético.
Vivimos tiempos de muchas colaboraciones musicales, ¿cuál es la más anhelada para ti?
Siento que ya he cumplido con varias colaboraciones anheladas. Por ejemplo, sigue siendo un sueño haber colaborado con Francisco Victoria, Javier Barría, Princesa Alba. También con una banda de Concepción llamada FrioLento y Pau, que se dieron de forma muy espontánea. Y otras que solo tengo en mi cabeza como colaborar con Catana y Francisco Aguilar.
¿Escenario que mueres por pisar?
Un festival de Colombia llamado Hermoso Ruido. Son tres días de música repartidos por distintos lugares de Bogotá. Me encanta la idea de ver una ciudad llena de conciertos ocurriendo al mismo tiempo. Me encantaría tocar ahí.
¿Con qué nos sorprenderá Dulce y Agraz durante el 2021?
Con canciones, colaboraciones y un disco. El próximo lanzamiento está previsto para el 19 de marzo y será un bolero producido por Sebastián Aracena, productor musical de Mon Laferte, y se titula “Quiero que seas tú”.
Ph: @javieravillaseca
MUA: @coniflower__