Hagamos el siguiente ejercicio: piensa en una canción de Gloria Trevi… ¿Listo? lo más probable es que hayas pensado en “Todos me miran”, “Pelo suelto”, o “Con los ojos cerrados”. Ahora bien, estadísticamente lo más probable es que al leer “No puedes hacer más daño y si estoy contigo es que yo quiero estar. No querías lastimarme, ¡ay!, no querías lastimarme, ¡me querías matar!” en lugar de leer, simplemente cantes. Y es que Gloria Trevi es una fabricante de éxitos innata, una creadora de hits, pero este en particular ―“No querías lastimarme”― al parecer lleva todos los premios, incluso por sobre el verdadero himno que es “Todos me miran”, pues la balada que habla de abandono y desamor suma más de 500 millones de reproducciones en YouTube, y casi 100 en Spotify. 

Y es que Gloria al parecer es eterna. Su carrera musical plagada de éxitos se entrecruza con su polémica vida que bien parece guion de película. ¡Oh, es verdad!, ya hay una película inspirada en su vida, y millones de reportajes, libros, documentales, y un sinfín de menciones, historias, opiniones. Pero no es el foco de esta cita con Gloria ―el desenterrar historias pasadas que bien podría usted ver en su película (muy recomendable, por cierto)―, pues quisimos ir un paso más allá, quisimos conocer a Gloria, a esa mujer que se divierte jugando con sus hijos. Esa Gloria que hoy, más vigente que nunca, sigue construyendo éxitos con artistas tan hot como Mon Laferte, y que se encuentra preparando una gira que la lleva a los escenarios postpandemia como la gran diva que es: envuelta en todo el shine del mundo. La Trevi es eterna, y en una conversación con ella redescubriríamos por qué. 

UNA VIDA EN CANCIONES 

A principios de los 90 una joven marcaba tendencia entre las jóvenes de la época que imitaban su cabello alborotado, sus pantys rasgados, y cada presentación en vivo de la cantante era un verdadero torbellino, pues con Gloria todo podía pasar. Imágenes de la mexicana cantando sobre los sets de televisión, quitándole la corbata a los presentadores de los programas a los que asistía como invitada y, por cierto, llenando sus primeros conciertos, hablaban de una figura naciente que estaba redibujando lo que para la época se esperaba de una cantante. Su personalidad, look, y sobre todo sus letras, eran controversiales y generaban una electrizante adicción no solo en su natal México, sino en toda Latinoamérica. La llamada “Madonna mexicana” estaba haciendo historia con su pelo suelto.

“Doctor psiquiatra” fue tu primer single, y también tu primer gran éxito, ¿cómo viviste ese éxito siendo tan joven?

Bueno, es que para mí tampoco fue tan rápido ni fácil. Antes de eso estuve en el Centro de Capacitación de Televisa, antes de eso también estuve en el grupo Boquitas pintadas y durante el tiempo en que “Doctor psiquiatra” estaba en los cuernos de la luna, yo estaba viviendo personalmente un infierno. O sea, del cielo al infierno, pero me ahora río porque al fin y al cabo eso me tuvo los pies en la tierra siempre.

A propósito de ese infierno que señalas, quienes han observado tu historia pueden hacer paralelos entre tus letras y los momentos de tu vida que ibas viviendo. Al parecer la inspiración de tus canciones venía de tu propia vida…

Siempre mi música ha sido un libro abierto.

“Pelo suelto”, en 1992, fue la canción que te mostró ante el mundo, trajo giras y te llevó por primera vez a Viña del Mar, para esa época el escenario más importante de Latinoamérica. ¿Qué significa para ti “Pelo suelto”?

Pues fue un reafirmar con mi público una historia que hasta el día de hoy se sigue escribiendo y es súper lindo ver como nuevas generaciones se siguen identificando, no solo con las canciones nuevas que hago, sino también con las más antiguas. Creo que me descubren con las canciones nuevas, y luego se ponen a ver o a escuchar y dicen: “Mira esta artista nueva” y luego miran y dicen: “Ay no, mira, es Gloria Trevi” y eso es lo lindo de esta historia

¡Es verdad!, ¡no has parado ni un momento! 

Sí, ahorita les estoy presentando nueva música, acabamos de presentar la nueva canción que se llama “Nos volvemos locos”, que acabo de sacar con Guaynaa, y acaba de salir también una nueva canción con María León que se llama “Danza de hormiga” que es muy alegre. Quisiera que después de toda esta pandemia la gente vuelva a estar alegre.

¡Y también con Mon Laferte! Cuéntame de esa colaboración con la chilena del momento…

Mon Laferte es una reina, la adoro, aparte de todo tiene unos huevotes (ríe) y con uno fecundadito ahora… La quiero muchísimo y es una chava a la que no le importan las críticas ni lo que digan los demás. Ella tiene muy bien hechas sus convicciones. 

¿Hay buena onda cuando grabas con otro artista, o solo es trabajo y ya? ¿Cómo fue tu relación con ella?

Mira, después de grabar “La mujer” continuamos con una amistad súper, súper linda. La admiro como persona, como artista y por todo, por su talento, por su manera tan sensible de ver las cosas y las situaciones en la vida. Es una persona muy empática.

Eres como la queen de las colaboraciones con otros artistas. Grabaste con Mónica Naranjo, Alejandra Guzmán, Karol G, ¿quién es el próximo en la lista, o con quien te gustaría grabar?

Pues ahorita estoy súper contenta con la última canción con Guaynaa. Ha sido súper bien recibida, y está a punto de llegar a los primeros seis millones de views en YouTube y la verdad es que la he cantado en vivo en pocas ocasiones, pero han sido muy, muy intensas. Y de que vienen más colaboraciones, vienen. Solamente no las quiero decir porque “se sala” (ríe).

En los 90 fuiste llamada “la Madonna mexicana” y hoy se te compara con otros artistas como Lady Gaga. ¿Qué te pasa con esas comparaciones?, ¿las tomas como un halago?

La verdad nunca las he tomado como un halago, porque a mí me gustaría que dijeran “la Trevi americana” (ríe) en lugar de la Madonna o Lady Gaga mexicana. Pero bueno, ¡seguiremos trabajando para eso!

EL REGRESO A LA GLORIA 

“Todos quieren que me aleje de él, que es de lo peor y no me quiere bien, dicen que me envuelve el cerebro con el fin de enredarse en mi cuerpo”. Lo que a simple vista parecía una perfecta sinfonía de pop romántico, al parecer era una antesala de una historia que pasaría de los escenarios a la vida real, pues quizás el amor, quizás algunas malas decisiones y quizás no renunciar a tiempo, llevaron a una de las artistas más importantes de la historia de Latinoamérica a verse envuelta a finales de la década del 90 en un triste thriller que terminó con ella en prisión por más de cuatro años.

Y aunque finalmente Gloria fue liberada por falta de pruebas en su contra, este es sin duda uno de los episodios más amargos de su vida. Fue en este período de tiempo que tuvo a su hijo Ángel Gabriel, y que exploró lo más íntimo de su propio ser para escribir y encontrarse con su pasado, sus dolores, pero también su renacimiento. 

Es inevitable hablar de Gloria Trevi sin repasar la verdadera teleserie que ha sido su vida. De la cual ―como hemos mencionado― daban cuenta sus canciones y al parecer el mundo no lo advirtió. Pero a pesar de haber vivido el episodio más terrible que podría vivir una madre, volvió luego de escribir en prisión su libro “Gloria”, en el cual relata toda su historia en primera persona. Y, al recobrar su libertad, nuevamente volvió la música, volvió la inspiración, volvieron los escenarios, y se reencontró con “su raza”, como ella misma llama a sus fans.

¿Cuándo dejas de ser Gloria Trevi y eres simplemente Gloria Treviño Ruiz?, ¿cómo es esa Gloria con sus hijos un domingo sin entrevistas ni shows?

Pues soy una mamá consentidora, me gusta muchísimo escucharlos y platicar con ellos, no criticarlos. Si puedo darles mi opinión, hacerlo, pero tratar que no parezca un sermón. A Ángel le gusta que le haga cosquillitas en la espalda muy despacito, cariñitos en la espalda y el cabello precioso que tiene. Y a Miguel Armando le gusta el masaje bien fuerte, y hasta me duelen mis deditos. Es un niño tan hermoso, que tiene un corazón tan bueno… La verdad con mis hijos babeo, ¡literal!

Has dicho muchas veces que estás muy enamorada, ¿cómo es ese amor?, ¿cómo lo describirías?

Muy, muy bien, del 1 al 10, 10. (ríe)

¡Y TODOS ME MIRAN!

“Y caminé hacia la puerta, te escuché gritarme, pero tus cadenas ya no pueden pararme. Y miré la noche y ya no era oscura, era de lentejuelas…” El regreso de Gloria a la música era inevitable, los fans la esperaban, la prensa internacional tenía los ojos sobre ella y, finalmente, la música es y será su vida. Tras realizar una gira llamada “Trevolución”, vino la canción que probablemente marcó un antes y un después en su vida y carrera, y que se transformó en un verdadero himno, uno que hablaba de resurgir, de partir de nuevo, de mirar la noche y ya no verla oscura, sino llena de lentejuelas.

“Todos me miran” se convirtió en un himno gay, aun cuando dijiste en una entrevista que no era el objetivo. ¿Esa canción te convirtió en el ícono para la comunidad LGBTQI+ que eres hoy?

Cuando yo dije que no era el objetivo, ¡no me vayan a malinterpretar!, no es que no quiera eso, al contrario, si una canción es un hit en la gente heterosexual, pues ok, va, pasa. Pero si es un hit en la comunidad gay, se convierte en un clásico, y eso yo lo súper valoro. 

Sí, claro, lo entiendo perfecto, pero voy a que no fue escrita pensando necesariamente como himno gay…

Claro, lo que quiero decir es que cuando yo hice “Todos me miran” también estaba pensando en mí y en muchas mujeres, y es muy lindo ver cómo tanta gente se identifica con esa canción sin importar el género, que es muy, muy universal.

¿Y ya estás preparando un nuevo himno?, ¿qué viene ahora musicalmente? 

¡Cosas increíbles! Por lo mismo de la pandemia, he tratado de hacer música que te ponga de buenas, independientemente de que ahorita en muy pocas semanas lanzaré la primera balada de este material que espero que les guste, pero también fue hecha pensando y sintiendo todo lo que estaba pasando durante la pandemia. Creo que todas las nuevas canciones se irán adaptando muy bien a lo que viviremos postpandemia.

Háblame de Isla Divina, tu próxima gira, ¿por qué lleva ese nombre?

Es que han estado pasando tantas cosas… No solamente ha sido la pandemia, ha sido también la violencia, la discriminación. Han sido los crímenes de odio, han sido los haters, la corrupción en los gobiernos, o sea tantas cosas, que de repente uno quisiera irse a una isla divina, y eso es lo que va a ser para el público. Voy a crear una isla divina que, al menos durante las dos horas que estén conmigo, realmente se escapen a un lugar donde todos los que vamos a estar ahí seamos maravillosos, y ojalá que, de ahí, cuando se vayan a sus casas, esa isla perdure al menos unas dos horas más y quién sabe, tal vez hasta toda una vida. 

Tus shows en vivo son alucinantes…

Y fíjate que vengo de la gira “La diosa de la noche”, así que ¡me dejé una vara súper alta! Pero con Isla Divina te aseguro que desde que la gente llegue al concierto van a vivir cosas maravillosas. Va a ser 4D.

Gloria, te mantienes guapísima, como si tuvieras 20 años, ¿amiga o enemiga del quirófano?

Yo soy amiga de todo mundo (ríe). 

¿Incluso del quirófano?

De todo y de todos, pero no, todavía no voy al quirófano. En ese sentido no, porque sí ya me hicieron una cesárea. Pero si algún día lo requiero y siento que quiero hacerlo, lo haría con todo el gusto del mundo. Ya ahorita de repente me miro al espejo y me estiro un poquito a ver cómo me vería (ríe).

¿Qué le falta a Gloria?

Me falta todo, todo. A mí no me limiten. O sea, todavía tengo muchísimos sueños, muchísima música por grabar, un álbum completo por grabar, más música por hacer, duetos. Ya estoy pensando en el próximo proyecto, con eso te digo todo. Y bueno, aquí seguimos luchando contra los malvados (ríe) y contra la injusticia, pero siempre con Dios de nuestro lado, así que tranquila, tranquila y con hartas cosas.

¿Palabras finales?

Todos me miran y al final, ¡todos me amarán! #SARAH

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