Blake Lively rompió el silencio de la manera más contundente: con una demanda de 80 páginas. Tras meses de rumores sobre tensiones en el rodaje de “It Ends With Us”, la actriz y productora decidió alzar la voz y denunciar a Justin Baldoni, su coprotagonista y director, por acoso sexual y una campaña de desprestigio en su contra.

 Lo que empezó como un murmullo en los pasillos de Hollywood ha escalado a una batalla legal que promete sacudir los cimientos de la industria.

En medio de esta tormenta, Blake Lively no está sola. Colleen Hoover, autora del bestseller en el que se basa la película, utilizó sus redes sociales para respaldar a la actriz: “Blake Lively, has sido nada más que honesta, amable, comprensiva y paciente desde el día que nos conocimos”, escribió Hoover en Instagram junto a una foto donde ambas aparecen abrazadas.

Incluso, sus excoprotagonistas en la película “Sisterhoodof the traveling pants”,han expresado su apoyo a Lively durante esta demanda.

¿DE QUÉ SE TRATA LA DEMANDA DE BLAKE LIVELY?

Según los documentos judiciales presentados ante el Departamento de Derechos Civiles de California – y difundidos por The New York Times, Blake Lively acusa a Justin Baldoni de causarle “angustia emocional severa” debido a comportamientos inapropiados durante el rodaje de la película.

A continuación, se detalla lo que Lively acusa en el documento legal:

1. Acoso sexual y comportamientos inapropiados

Blake Lively denuncia que Justin Baldoni mantuvo un patrón de acoso sexual que incluyó comentarios, acciones y un entorno laboral incómodo y degradante. Entre los puntos más relevantes se encuentran:

• Comentarios constantes sobre su cuerpo:

Según la demanda, Baldoni hacía observaciones inapropiadas sobre el físico de Lively, especialmente después de su embarazo, mencionando su peso y figura en tono sarcástico. Estos comentarios se realizaban frente a otros miembros del equipo, lo que la actriz describió como “humillaciones públicas”.

También, Baldoni contactó al entrenado personal de la actriz y le pidió que la hiciera bajar de peso, de esa forma se vería “sexy” para el filme. 

• Preguntas invasivas sobre su vida personal:

Baldoni hacía preguntas sobre su rol como madre y las dificultades de equilibrar su vida familiar con su trabajo, pero en un tono que, según Lively, buscaba menospreciarla.

También, Baldoni afirmó que podía hablar con los muertos, por lo que utilizó esta para decirle a Blake que se había comunicado con su padre hace poco, quien falleció hace poco. 

• Incidentes de invasión de privacidad:

Lively detalla un episodio en el que Baldoni, acompañado por el productor Jamey Heath, ingresó sin previo aviso a su camerino mientras amamantaba a su bebé. La actriz describe esta acción como una violación flagrante de su espacio personal, que la dejó profundamente afectada.

• Escenas íntimas sin consentimiento:

Lively afirma que Baldoni insistió en modificar escenas de la película para incluir contenido más explícito, pese a que estas no estaban contempladas en el guion original. Esto violaba los acuerdos contractuales que la protegían de realizar escenas sexuales sin su consentimiento explícito.

• El caso del video perturbador:

En otro incidente mencionado en la demanda, el productor Jamey Heath mostró a varios miembros del equipo, incluida Lively, un video personal de su esposa desnuda durante el parto. Lively lo calificó como un acto intimidante y perturbador, y acusó a Baldoni de avalar este comportamiento con comentarios como: “Es algo natural entre colegas”.

2. Manipulación emocional y hostigamiento laboral

Lively acusa a Baldoni de liderar una estrategia para hacerla sentir aislada y disminuir su autoridad en el set, lo que incluyó:

• Aislamiento deliberado:

Baldoni habría dado instrucciones al equipo de producción para que minimizaran la comunicación directa con Lively y la excluyeron de decisiones creativas relacionadas con su personaje.

En este punto se destaca que no le dijo a la actriz que hubo un brote de COVID-19 en el set, por lo que terminó ella y su bebé de 4 meses contagiadas. 

• Dudas constantes sobre su talento:

En reuniones y frente al equipo, Baldoni cuestionó públicamente si Lively estaba “emocionalmente preparada” para interpretar el rol principal de Lily Bloom. Según la actriz, esto era una táctica para minar su confianza.

• Presión psicológica durante el rodaje:

La demanda menciona que Baldoni usó su rol de director para modificar constantemente las escenas en el último momento, creando un ambiente caótico que dificultaba el trabajo de Lively. En varias ocasiones, la amenazó con eliminar escenas clave si no cumplía con sus exigencias.

3. Campaña de desprestigio mediático

Lively también acusa a Baldoni de lanzar una campaña para dañar su reputación pública, lo que incluyó:

• Difusión de rumores malintencionados:

Según la demanda, personas cercanas a Baldoni plantaron rumores en medios de comunicación y redes sociales sobre supuestos comportamientos problemáticos de Lively en el set. Entre los rumores estaban que era “difícil de trabajar” y “excesivamente exigente”.

• Ciberaacoso dirigido:

Lively afirma que Baldoni contrató expertos en manejo de crisis para crear perfiles falsos en redes sociales, desde donde se difundían críticas negativas hacia ella. Esta táctica buscaba manipular la opinión pública en su contra.

Incluso se dijo que la publicista de Baldoni, Jennifer Abel, afirmó que él quería “sentir que Blake estaba siendo sepultada” públicamente. 

También, en el documento la actriz dice que ella promocionó la película siguiendo el plan de marketing que aparecía en su contrato, el cual tenía un foco de esperanza y resiliencia. Sin embargo, Baldoni se centró solo en la violencia doméstica. 

• Comparación con otros casos mediáticos:

La demanda menciona que Baldoni habría utilizado como referencia el caso de Hailey Bieber, quien enfrentó una campaña de desprestigio en redes sociales tras su disputa pública con Selena Gomez. Baldoni habría expresado en reuniones privadas que “las redes sociales pueden destruir a cualquiera si se usan correctamente”.

Asimismo, el director le pidió a su equipo un plan B por si estos comportamientos se haciendo públicos, en el que se defendería diciendo que es torpe socialmente, neurodivergente y usar lenguaje impulsivamente. 

4. Daño psicológico y emocional

Blake Lively afirma que el comportamiento de Baldoni tuvo un impacto devastador en su salud mental y emocional. Entre los efectos mencionados en la demanda están:

• Ansiedad severa y ataques de pánico frecuentes.
• Problemas de autoestima debido a las constantes críticas hacia su trabajo y apariencia.
• Necesidad de iniciar terapia psicológica intensiva para manejar el estrés y la presión.

5. Exigencias contractuales violadas por Baldoni

Lively sostiene que Baldoni y la producción violaron varias cláusulas de su contrato, entre ellas:

• Protección en escenas íntimas:

Su contrato estipulaba que no podía ser obligada a realizar escenas sexuales adicionales sin su consentimiento, algo que, según ella, no se respetó.

Esto porque Baldoni improvisó caricias intimidas durante el rodaje sin un correo ador de intimidad en el set. Además, de besar, morder y lamer los labios de la actriz durante las escenas más íntimas, escudándose que esto hace más real la escena. 

• Ambiente de trabajo seguro:

Se comprometieron a garantizar un ambiente libre de acoso, lo cual claramente no se cumplió.

Para continuar con la filmación, Lively solicitó condiciones específicas al estudio Sony Pictures, entre ellas:

• No más discusiones sobre temas personales sensibles, como su peso.
• No más improvisaciones de contacto físico o escenas de sexo fuera del guion acordado.
• Respetar su espacio personal en los camerinos.

• No mencionar genitales o conquistas sexuales en su presencia.
• No improvisar escenas íntimas sin su consentimiento.
• No referirse a su padre fallecido. 

A pesar de estos acuerdos, Lively sostiene que Baldoni y el productor Jamey Heath ignoraron.

LA RESPUESTA DE JUSTIN BALDONI Y LAS REPERCUSIONES EN SU CARRERA

El abogado de Baldoni, Bryan Freedman, no tardó en calificar las acusaciones como “falsas y escandalosas”. 

En declaraciones a los medios, aseguró que esta demanda es un intento de Lively por “rescatar su imagen pública” y acusó a la actriz de querer dañar deliberadamente la reputación de su cliente.

Pero las consecuencias ya empiezan a sentirse para Baldoni. Tras hacerse pública la denuncia, su agencia de representación rompió lazos con él, y varios proyectos en los que estaba involucrado quedaron en el limbo. Además, la secuela literaria de “It Ends With Us”, “It Starts With Us”, podría no llegar a la pantalla grande debido a la polémica.El caso promete seguir dando de qué hablar en los próximos meses, mientras Hollywood se enfrenta una vez más a los fantasmas del abuso de poder y la toxicidad en los sets de grabación. #SARAH