La cantautora chilena Camila Moreno logró un hito en su álbum debut con el que nos hizo voltear la mirada hacia ella. Su primer single, llamado “Millones” (2009), fue nominado al Grammy Latino en la categoría “mejor canción alternativa”. Desde ahí en adelante Camila no ha dejado de pasear con éxito en diferentes estilos, escenarios, y descubrimiento propio como artista. Hoy la encontramos en calma, y repasamos junt@s su carrera, el acontecer nacional, el panorama musical y el devenir de su legado artístico. 

Camila, muchos seguimos ejemplos y referentes en ciertas áreas. ¿Tuviste referentes al iniciarte en la música? 

Mmm… (hace una pausa y respira). Congreso, Víctor Jara, Violeta Parra, Los Prisioneros, Los Tres, Javiera Parra, Colombina Parra. En ese momento, cuando estaba comenzando, también estaba Gepe, quien también estaba partiendo, pero en ese entonces ya me gustaba lo que hacía. Me gustaba lo que hacían mis colegas también, como Javiera Mena, y la Fran (Valenzuela).

Hablemos de tu último lanzamiento. En 2021 pudimos escuchar tu último álbum “Rey” y en abril de este año lanzaste “Poder”. ¿Podremos escuchar música nueva este año?

¡Sí! Ahora se viene un remix de la canción “Rey”. De hecho, es una colaboración hermosa con Princesa Alba. 

Y a propósito de Princesa Alba, que la está rompiendo, ¿qué te parece el fenómeno del género urbano chileno liderado por artistas como Pailita o Marcianeke?

Hay algunos de ellos que me interesan y sobre todo el género urbano me llama la atención en cuanto al minimalismo, sobre todo a nivel de producción. Creo que es súper valorable y es un desafío para los que fuimos criados con el sonido de los 90, que tiene una particularidad de ir llenando capas sobre capas. Pensemos en Radiohead; es una música que se construye con atmósfera y esta música tiene más que ver con la simpleza y desnudez. Me gusta mucho Polimá y Princesa Alba, Soulfia. Creo que las mujeres la llevan en la música en general, pero también en el género urbano. Para qué hablar de Rosalía, un súper buen ejemplo de cómo llevar la producción a un nivel de vanguardia.

Ahora estás en plena gira y has tenido presentaciones para promocionar tu último álbum. ¿Cómo ha sido este reencuentro con el público después de dos años de pandemia?

Hay una sensación de ¡por fin! Es como haber pasado por el infierno y de a poco ir viendo la luz a nivel laboral, económico y personal, identitario y psicológico. Creo que a todes nos pasó que la pandemia fue súper perturbante, no solo por la muerte, sino también por el encierro, por la angustia, la inseguridad. Bueno, somos una sociedad que le teme a la muerte. Hacemos como que no existe, entonces cuando llega y la tenemos cerca es lo peor que puede pasar. 

¿Sientes que de alguna manera la pandemia te benefició en tu proceso creativo personal?

Creo que ahí también hay una reflexión. A mí la pandemia me hizo crecer mucho a nivel interno, porque cuando uno atraviesa algo como una pesadilla, sale más fortalecido después. Pero volver a los escenarios es un alivio, un bálsamo. Yo vengo haciendo estas canciones desde el 2019 y lo único que quería era tocarlas en vivo, te diría que es un disco pensado en el “en vivo”. Cada vez que estábamos en el estudio, decíamos: “Mira cómo va a sonar esto en vivo, este arreglo, estas baterías van a impactar”. Poder hacer la gira y presentar el disco, que tiene mucho de performance, no se completa si no tiene esa parte. Entonces es súper importante. 

Nada como el escenario, ¿verdad?

De hecho, yo me di cuenta de que el escenario es un lugar al que yo pertenezco y que necesito para vivir, como uno necesita una casa. Me di cuenta de lo fundamental que es para mí estar en el escenario y mi proyecto está muy afirmado en las presentaciones en vivo y lo necesito para expresarme y para sustentarme.

¿Qué esperabas que tu público sintiera al escuchar “Rey”?

Quería que se pudiesen transportar a un mundo distinto, imaginario. A un mundo que tiene que ver con el erotismo, con el placer, la revolución, con el universo cyborg, con el feminismo. Y en ese sentido tiene mucho de tomar la imaginación como arma activa y no solamente como una mera distracción. Es un disco conceptual, es complejo, pero las personas que se pudieron sumergir en él generan una complicidad. De hecho, todo el disco habla del fuego secreto. Hay un secreto dentro del disco. Hay una cosa que encontrar ahí.

Sabemos que tienes un gran equipo acompañándote, pero ¿eres tú la que toma la última decisión en tus shows?

¡Sí! Y en mis discos también, yo soy la directora de todo. Tengo un equipo y sin ellos no podría hacer nada, ellos entienden mi visión. Mi novia está muy metida en el área del vestuario, con ella estamos ideando el próximo show; y también y con unas chicas de teatro, Pachi Meluza y Antonia Sofía.

Conversemos acerca de las mujeres en la escena musical. ¿Crees que a las mujeres se les exige mucho más al momento de crear, al concepto, al styling y producción?

(Toma aire). Puede ser que sí, de verdad. Lo veo en varias personas que hacen música y están más relacionadas con su cuerpo. Yo, por suerte, me fui por una vía un poco más alternativa, donde de verdad uso la imagen porque a mí me gusta hacerlo. Me da placer crear conceptos visuales que vayan acompañados con el concepto sonoro. Hay una libertad que me otorgué al estar más ligada al arte que a lo comercial. Por mucho que haga pop y me guste el pop y me encante ese mundo, igual hay una búsqueda que tiene que ver con la experimentación, que tiene que ver con salirse de los espacios de confort, que tiene que ver con atreverse a hacer cosas que pueden llegar a ser peligrosas en cualquier sentido, como romper de lo que se espera de lo que puedo hacer.

“ME SENTÍA CON CULPA”

Hemos avanzado en visibilización de minorías y disidencias sexuales. Estamos frente a un nuevo Chile en el que cada día los miedos son menos, pero ¿qué sucedía hace veinte años? “Me sentía con culpa”, comenta Camila refiriéndose a ser lesbiana o bisexual en el 2003. 

En 2020, confesaste en un live con Jordi Castell que habías tenido un despertar sexual. ¿En qué momento de tu vida comprendiste que sentías atracción hacia las mujeres?, ¿cómo viviste ese momento?

¡Ay! Es tan larga la historia (pausa), pero en verdad me siento atraída hacia las mujeres desde niña. Me gustaban las mujeres y me gustaban los hombres. Y cuando me gustaban las mujeres me gustaban mis mejores amigas, pero me negaba, me reprimía. Sentía que estaba mal. Hasta que, en el colegio, como en tercero medio, pasó algo importante con una mejor amiga. Eso nos hizo mantener una relación secreta, tormentosa, culposa. 

¿Te sentías culpable por ser quien eras?

Nos sentíamos culpables las dos. Yo me sentía muy atormentada por ser lesbiana en esa época. Eso habrá sido en el 2002 o 2003. Después me enamoré de un hombre, entonces me sentí aliviada y estuve negando mi bisexualidad casi diez años. Tuve parejas hombres. Después fui mamá y claro (pausa), después de esa separación me sentí con la libertad de poder explorar esto que tenía tan negado por miedo a aceptarme a mí misma, al qué dirán, a la crianza. Aparte que la sociedad es injusta y violenta con las personas homosexuales. Yo me sentí amenazada cuando era adolescente y también me sentí discriminada. 

Y en la niñez, ¿te sentías diferente?

Cuando era niña me gustaba jugar al fútbol, me gustaba subirme a los árboles. Era una niña súper física. Me gustaba hacer cosas que se suponen de hombres y eso me llevó a que me tildaran de amachada. Pero en algún momento me sentí muy culpable por no ser femenina. 

Tu expareja y tú son vecinos, ¿cómo ha sido la convivencia luego de la separación?

Bien, dentro de todo, porque los dos ponemos primero a nuestro hijo y ahí está la gran clave. Nuestra prioridad es que nuestro hijo esté bien y los dos queremos estar presentes en su día a día, no ser un padre o una madre “visitante”. Y si bien no siempre es fácil, logramos solucionar las cosas porque nuestra prioridad es él.

¿Conversaste con tu ex sobre tu sexualidad?

La verdad es que no le dije. No tuvimos ninguna conversación. Fue como “ahora tengo polola”. “Ah, bueno, ¡hola!, ¡hola!”. No hubo algo como “oye, te tengo que contar algo”. 

¿Y con tu hijo?

Mi hijo tenía como tres años cuando empecé este proceso (pausa). Ahora vivo con mi pareja mujer y mi hijo y para él es normal. Es como si tuviera tres mamás, porque su papá tiene una pareja que es muy presente en su vida, yo tengo una pareja y todos lo criamos con el mismo amor y dedicación. Entonces creo que es un niño súper afortunado, porque tiene una red de apoyo súper amplia. 

Y luego de este despertar sexual, ¿tu música transmite algo más y esto se puede ver reflejado en “Rey”?

¡Sí! Totalmente. Por eso yo creo que es un disco que busca el baile, que busca el goce. Por mucho que también tenga harta oscuridad y tristeza o desamor, también tiene canciones de erotismo, de amor. Tiene momentos explosivos. Pero sí, es un disco que busca expresar ese placer y ese goce dentro de los mismos sonidos y dentro de la misma canción.

Soñemos: ¿cuál sería el escenario que te gustaría pisar como artista?

Mmm… (piensa) el Festival de Glastonbury. Viví en Inglaterra un tiempo y la música que se hace en ese país me encanta y esa ciudad me gusta mucho. Entonces no sé (risas), supongo que llegar ahí sería llegar muy lejos para mí. En ese sentido sería: “¡Oh!, logré llegar acá que es algo que se ve tan lejano de nuestra realidad”. 

Sigamos imaginando… ¿Artista chileno/a con el que desees colaborar?

Me gustaría colaborar con Los Bunkers porque les tengo mucho cariño. Marcaron una generación y creo que es una de las mejores bandas tocando en vivo. Me gustaría colaborar también con Polimá.

Durante la entrevista te he escuchado utilizar el vocabulario inclusivo, ¿lo usas usualmente? 

A veces se me olvida porque estoy acostumbrada al otro. Me parece que el lenguaje —y esto lo aprendí con Julio Cortázar desde la literatura— se transforma, es moldeable, crea realidad. El lenguaje pertenece al universo de la imaginación, entonces ¿por qué no soñar con un mundo donde estemos todes incluidos? Y ¿por qué no jugar con el lenguaje? Es un cambio de paradigma y utilizarlo en el lenguaje es cómo reformar el cerebro.

“TODO FUE MUY RIDÍCULO”

Corría el mes de mayo del 2021 y a través de un confuso incidente en pleno Paseo Ahumada, en Santiago, y a través de una transmisión en vivo de Chilevisión, se mostraba una detención en vivo por parte de Carabineros. ¿La protagonista?, una agitada Camila Moreno, que sin esperarlo y de forma sorpresiva se vio envuelta en una noticia “muy poco musical”. 

¿Por qué te tomaron detenida? 

Porque le grité injurias a los pacos (ríe). Porque estaban tomando detenidos a unos vendedores ambulantes de manera muy violenta, entonces la gente se puso a gritar y yo también grité y grité improperios y bueno… Un paco me siguió y me pidió el carnet y yo me negué a mostrárselo. Yo no sabía que el expresidente Sebastián Piñera había puesto la ley que no sé cómo se llama (Ley de control de identidad), y bueno, el paco estaba súper contento cuando me negué a mostrarle mi carnet y ahí me tomaron detenida. 

¿Cuánto estuviste detenida?

Estuve como seis o siete horas en la comisaría. Y que haya estado la televisión ahí fue una ironía de la vida porque no sé, la vida es irónica conmigo y la verdad cuando vi una cámara no pensé que era la tele, pensé que era una cámara de cualquier lado. ¡Todo eso fue muy ridículo! 

Cami, finalmente en el plebiscito por la nueva constitución ganó ampliamente el rechazo, y tú te manifestaste abiertamente pro Apruebo. ¿Qué rescatas del borrador o propuesta presentada?

Me parecía un gesto simbólico trascendente el votar por eliminar la constitución escrita en dictadura. Es una manera de sanar y decir que esa etapa realmente se terminó y que podemos merecer ser felices como país. Para mí rechazar significaba volver a esa constitución, significaba un retroceso tremendo. No podemos hacer cambios sobre una estructura vieja porque tiene esa encerrona que ya conoces, ¿no? Lo que escribió Jaime Guzmán y su séquito de psicópatas. Entonces hay una movilización importante y en todo nivel: emocional, colectivo y personal. Creo que es un hecho histórico cambiar esto que ha sido una herida abierta tanto tiempo.

Cuéntanos más de lo que se viene en tu carrera. Sabemos que estás en plena promoción de “Rey”, pero ¿estás pensando también en tu próximo proyecto? 

Estoy preparando un show en el Teatro La Cúpula, escenario en el que me presentaré el próximo 7 de octubre y que me tiene muy motivada y feliz. También avanzando en un proyecto alternativo con otra música chilena, y a la vez creando canciones que no sé si se van a transformar en un disco, pero que se ha transformado en un ejercicio que me sirve mucho. #SARAH

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