Cate Ceccarelli (19) es una reconocida influencer y fiel representante de los centennials, una generación de jóvenes nativos digitales con gran conciencia social, nacidos desde 1997. Desde pequeña se inclinó por el arte en todas sus expresiones, y actualmente es una actriz en formación, aunque además ha tomado clases de pintura, canto y danza. También le atraía el modelaje, pero su metro sesenta y dos de estatura no encajaba en los cánones clásicos de las agencias, así es que decidió crear su propio “book” y publicó las mejores fotografías en Instagram. Los “likes” aumentaron, y comenzaron a llegar las invitaciones que la terminaron transformando en referente de redes sociales.

Se independizó económicamente muy joven, meta inspirada en la perseverancia y esfuerzo de su madre tras el fallecimiento de su padre, cuando ella tenía solo dos años. Y pese a vivir en un entorno familiar de amor, estuvo en el lado oscuro durante su adolescencia: fue víctima de bullying en el colegio, lo que desencadenó en una depresión que logró sanar porque supo pedir ayuda a tiempo. Estas experiencias han determinado el camino comunicacional que ha construido, y se manifiesta en la cercanía y empatía con que responde a cada uno de sus fieles seguidores.

¿Cómo eras cuando niña?

Muy regalona y extrovertida, me crio mi abuela porque mi mamá trabajaba mucho. Tuve una infancia súper linda. 

Cuéntame sobre el tatuaje en honor a tu padre…

Tenía 16 años y lo hice por la búsqueda del lado paterno que he tenido toda mi vida. Nunca me ha faltado nada, pero no lo tenía a él. Ahora que estoy más grande sentí ese dolor y lo entendí, por eso quería algo que fuera de ambos, porque no tenía recuerdos, así que los creé con mi tatuaje.

¿Cómo llegaste al modelaje?

Era un sueño de pequeña. A los 13 años empecé a buscar agencia de modelaje, pero mi estatura no calzaba con los estándares. Así que invertí en un “book” y usé Instagram como vitrina; y ahí me comenzaron a llamar para hacer modelaje publicitario, algo que me encanta.

¿Cuándo decidiste estudiar teatro?

Siempre desarrollé mi lado artístico, mi mamá fue actriz un tiempo entonces es mi primer referente. Cuando niña participaba en todas las obras del colegio y cursos extracurriculares, incluso en Cambridge. Me di cuenta de que actuando era demasiado feliz.

¿Aún mantienes una relación sentimental con el actor Raimundo Alcalde?

No, pero él es una persona muy importante para mí y siempre lo será.

¿Te ha aconsejado sobre la carrera teatral?

Sí, me ayudó a entrar al teatro porque mi mamá no tuvo una buena experiencia y estaba asustada; es un mundo difícil económicamente y siendo madre soltera no le fue muy bien. Raimundo fue la persona que me motivó a buscar este camino.

¿Qué te decía tu mamá?

Siempre me dijo que siguiera mis sueños y lo que me hiciera feliz, pero a ella le costó mantenernos y seguir adelante; el teatro en Chile no es bien pagado.

En el canal de YouTube Faramalla interpretaste el estereotipo de la chica “cuica”, ¿te preocupa que te encasillen en este personaje?

Sí, me pueden encasillar y me dolería mucho porque, aunque físicamente tenga esos rasgos, no me siento así. Cuando publiqué ese video expliqué que hice un personaje, la idea era hacer comedia y crear conciencia. Al conocerme la gente se da cuenta de que soy mucho más que el estereotipo de la pelolais; todos somos mucho más que nuestra apariencia.

“ME ENCONTRÉ CONMIGO Y QUIERO AYUDAR”

Cate explica que la relación que mantiene con sus seguidores/as “es de amor”, y que está muy agradecida de cada uno de ellos, pues se trata de un lazo cercano y de ayuda. “Puede que no tenga tantos seguidores, pero son súper fieles. Estoy tan agradecida porque sin ellos no tendría el trabajo que tengo ni podría estar cumpliendo mis sueños”. 

¿Te piden consejos?

Sí, trato de ayudar en lo que más pueda. Me siguen adolescentes y esa etapa es horrible, pero hay que vivirla. He crecido y lo quiero mostrar en mis redes sociales. Ya no soy la Cate que estaba en el colegio, me encontré conmigo y quiero ayudar a chicas que han pasado por lo mismo que yo.

¿Qué cosas tuviste que superar?

Pasé por varios problemas familiares, depresión e inseguridades con mi cuerpo, y en el colegio me hacían bullying por mi papá. Viví una adolescencia intensa, pero ahora logré estabilidad y tranquilidad.

¿Qué piensas de la deuda que tenemos como país con la salud mental?

Es terrible, me preocupa y angustia. No solo tenemos un sistema de salud pública deficiente, también falta educación sexual. Tengo una responsabilidad muy grande y quiero aportar desde mi experiencia.

APASIONADA POR EL DEPORTE

Cate asegura que la práctica de deporte la ha ayudado no solo en el ámbito físico, sino también a bajar la ansiedad, el estrés y, en general, a sentirse más feliz. “Y eso quiero transmitir cuando subo fotos en traje de baño, porque el deporte va más allá de encajar en un canon de belleza”.

¿Cuál es tu mejor consejo en cuanto a cuidados?

Cuidar la piel con cremas y aceites. Creo que con menos maquillaje y la piel hidratada, resaltas tu belleza natural.

¿Cómo te relacionas con tu propia sensualidad?

La sensualidad y sexualidad de la mujer actual es una flor renaciendo. Es natural y no importa cómo sea tu cuerpo, si uno tiene confianza y está a gusto, proyecta sensualidad. Igual me cuido porque puede ser un arma de doble filo. Uno debería poder hacer lo que quiera con su cuerpo, sin miedo a que te toquen, miren o critiquen, pero sabemos que la sociedad no está preparada.

Hace poco subiste una foto desnuda, pero escribiste que dudaste en hacerlo, ¿por qué?

No siempre con una foto sensual uno está buscando una reacción. Aún me preocupa el qué dirán y lucho contra eso porque quiero compartir mi confianza e incentivar a otras chicas.

Eso es uno de los puntos fuertes del movimiento feminista.

Claro, y es muy parecido a la movilización social actual, estalló una olla a presión que por años acumuló problemáticas, necesitamos equidad. Pero yo soy de las mujeres que incluyen al hombre, debemos luchar por los derechos de todos y contra la violencia.

¿Qué temas no publicas en redes sociales?

Hay ciertas cosas que trato de dejar para mi vida privada. Este último tiempo, por ejemplo, he ido a marchas, he estado en las calles y he dado mi opinión; pero no voy a mostrar todo porque soy más útil y real haciéndolo en persona que desde el celular.

¿En qué proyectos estás?

¡Hartas cosas! Estoy estudiando teatro de forma profesional, sigo trabajando con marcas y se viene un musical, aunque no puedo contar más detalles.  

Los actores muchas veces reniegan de las pantallas, y todos son “teatro lovers”, ¿eres de tablas o de cámaras?

Me encanta estar frente a la cámara, pero como ya empecé mis estudios me gustaría desarrollar una carrera en Chile y luego ir a España y Estados Unidos, donde está el “boom” audiovisual. Quiero hacer series y películas, mi sueño de trabajar en Hollywood va a quedar por primera vez escrito aquí, en Sarah (ríe).

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