Fue blanco de las críticas por no referirse a la bullada acusación de abuso sexual que un grupo de actrices hizo contra el director de cine Nicolás López, con el que más allá de la relación laboral que ha significado protagonizar varias de sus películas, comparte una profunda amistad. Hoy, alejado (por el momento) de las pantallas, Ariel Levy analiza su futuro sin prisa, mientras se recupera de una lesión que lo tiene bajo el ring de la lucha libre, una de sus grandes pasiones que se suma al listado de talentos que nutren su curriculum profesional.
Sencillo, relajado y con una sonrisa constante, Ariel relata que está de regreso en Chile, luego de poner fin a su relación con la modelo chilena Margot Corvalán, con quien se radicó en México. Un momento propicio para analizar su vida y definir ―como él mismo señala― “sus próximas jugadas” con la mente tranquila y sin prisa. El actor que lograra un peak mediático con la saga “Que pena tu vida”, hoy es un hombre maduro, calmado y reflexivo, así lo percibimos.
¿En qué estás actualmente?
Ahora volví a establecerme en Chile. Desde fines del 2016 y hasta mediados del 2018 estuve en México, país en el que me fue súper bien: hice cuatro películas, algunas de ellas aún pendientes de estreno, y desde que volví me he dedicado a mi otra pasión que es la lucha libre.
Cuatro películas en poco más de un año… Fuiste un hit en México…
Grababa un par de meses por cada producción, lo que complementé con cursos de perfeccionamiento actoral. También estuve paseando por México, conociendo gente, haciendo muchos castings. La industria audiovisual, cinematográfica y televisiva en México es muy activa, sobre todo ahora con las nuevas plataformas. Este año le ha ido muy bien a producciones como “La casa de las flores”, la serie de Luis Miguel, y “Narcos: México”, y obviamente eso hace que se necesiten muchos actores con experiencia, y a mí allá me consideran un actor de experiencia. Así es que fue una muy buena aventura, ya que es un país que ofrece mucho en este sentido.
Como actor te acomodas a los distintos formatos, ¿cuál es que más prefieres?
Me gusta el cine porque es donde yo me formé y es el formato que más he hecho, y donde mejor me siento trabajando. Los equipos de cine son más cómodos para mí, la empresa televisiva es mucho más grande.
¿Eres de los actores que evita la pantalla chica y las teleseries?
No, para nada, no soy de los que mira en menos las teleseries y que, sin embargo, trabaja ahí. Me gustan. Cuando chico veía teleseries y las entiendo como el producto que son y no les pido más. Las teleseries son entretenimiento, bajo un formato que es rápido, escenas rápidas, se repite mucho la misma historia porque la gente tiene que engancharse con ellas, y tiene una fórmula exitosísima que se lleva haciendo por años.
Si entiendes el formato lo puedes pasar bien también grabando, ya que es un género que está bastante conectado con la gente y con lo popular, y yo soy un amante de la cultura pop.
CAMPEÓN DEL RING
Desde los 10 años que Ariel Levy es fanático de la lucha libre. Por eso cuando fue invitado a participar en el Campeonato Nacional de Lucha Libre (CNL) no dudó en aceptar, y se convirtió en una especie de embajador. Tres años han pasado y ha conseguido mucho más que representar a la liga: es el actual campeón nacional y fue uno de los 40 seleccionados latinoamericanos para participar del tryout de la WWE (World Wrestling Entertainment), un proyecto que quedó en pausa producto de una lesión que sufrió en un hombro.
¿Fue tu figuración en TV y cine la que hizo que te buscaran para participar de la lucha libre?
Cuando se creó el Campeonato Nacional me invitaron a participar y les pedí poder aportar con otras cosas. Terminé haciendo muy buenas ‘migas’ con este grupo y entrenando con ellos. He luchado en todo Chile. Ha sido algo muy entretenido y esto me ha conectado con el público de otra forma. Aquí es otro el lenguaje, es un espectáculo, al igual que el teatro, el cine o la televisión, pero el contacto con la gente es mucho más inmediato, y eso lo vuelve mucho más atractivo. Además, el grueso del público es infantil, muchos niños y sus familias asisten a los espectáculos. Yo nunca he hecho teatro infantil ni formatos para niños, y ver cómo ellos reaccionan ha sido muy enriquecedor. Me regalan dibujos, te miran como si fueras un superhéroe de verdad; eso es muy enternecedor y empatizo con ese sentimiento porque me recuerda mi propia experiencia de niño y fanático de la lucha.
Y me imagino que cada vez más mujeres asisten a las peleas para verte a ti…
(Ríe) Sí, van hartas y yo he aportado con mi grano de arena en ese aspecto, llevando como público a personas que nunca habían ido a ver lucha libre, cumpliendo con mi rol de embajador y todo eso me hace tenerle mucho cariño a la disciplina. Hay una especie de revolución en Chile con la lucha libre, y eso hace que cada vez aumente más el público, y que la calidad de los luchadores y los espectáculos también mejore.
¡ADIÓS A LOS KILOS DE MÁS!
Ariel admite que cuida mucho su alimentación, pero cuando se trata de su piel, no sucede lo mismo. Declara ser pésimo en las rutinas de autocuidado de la piel, aunque está consciente de que debería hacerlo. “No me llega a tanto la metrosexualidad”, afirma.
La lucha libre y estar expuesto siempre a las pantallas requiere muchos cuidados físicos, ¿cómo te preparas?
En el fondo para mí no ha sido tan diferente la transición, porque una vez que terminé de grabar “Promedio Rojo” tomé una decisión en mi vida. Hice el único rol que podría haber hecho teniendo sobrepeso, y me di cuenta de que, si no tenía un cambio en mi vida sedentaria y en mi manera de alimentarme, no iba a poder dedicarme a lo que yo tanto quería. Entonces opté por empezar a preocuparme por lo que comía y hacer más ejercicio. Al principio no era tanto, después le fui tomando el gusto y en un momento me puse a entrenar más, y empecé a ver que este estilo de vida daba frutos y se volvió mucho más estimulante para mí, y al mismo tiempo se me han abierto puertas.
¿Y tu piel, la cuidas tanto como la nutrición o el cuerpo?
Soy muy natural. Me hago la barba en una barbería, pero he comprado cremas que, por no tener hábito de usarlas, no me las aplico. Sí sé que debería hacerlo al igual que usar a diario bloqueador, pero no me llega a tanto la metrosexualidad. Ahora en la maleta solo traigo desodorante, pasta de dientes y cepillo, nada más. Tengo suerte, porque tengo buena piel y no necesito tantos productos. Si voy a tomar sol llevo bloqueador, pero no es parte de mi rutina diaria. Lo que sí hago es desmaquillarme después de las grabaciones o fotos.
APOYANDO LA CAUSA FEMINISTA
Partidario de toda acción que promueva la equidad de género, Ariel aboga por diversas luchas que han marcado la contingencia social en nuestro país, pues considera que es fundamental relacionarnos en un clima de igualdad y respeto.
¿Te consideras un feminista?
Estoy de acuerdo con todas las reivindicaciones femeninas, y sobre todo con posicionar a las mujeres como un igual frente al hombre, siempre he tenido esa visión en mi vida. También soy partidario del aborto libre, de igualar sueldos y condiciones laborales porque me parecen cosas bastante lógicas.
Me considero feminista, aunque creo que hay extremos dentro del feminismo que no comparto. Yo apoyo ante todo la igualdad entre las personas, y que nos desarrollemos, respetemos y tratemos con amor.
¿Estás de acuerdo con sancionar el piropo callejero?
Si bien se percibe como una medida exagerada, en el fondo está bien y busca un bien mayor, porque nadie tiene derecho a decirle lo que se le antoje a otra persona. He escuchado ‘piropos’ y frases que les dicen a amigas y son cosas que no tienen por qué escuchar simplemente.
¿Eres “piropero”?
Sí, pero es distinto gritar o molestar alguien al pasar que decir un piropo cara a cara. Yo cuando digo un piropo lo hago en un contexto y lo digo en la cara, nunca invadiendo el espacio. Y claro, si tengo más confianza diré algo más pasao pa’ la punta, porque entiendo que tenemos más confianza.
ANALIZANDO LA PRÓXIMA JUGADA
En el 2016 Ariel se fue a México para radicarse junto a su novia Margot Corvalán, modelo chilena de que se ha consagrado como una de las modelos favoritas de diseñadores y medios editoriales mexicanos. Sin embargo, la relación no prosperó y desde entonces está soltero ¡y más guapo que nunca! Aunque si se trata de sacar a relucir sus armas de seducción, el actor no destaca precisamente por su físico, si no que por su sentido del humor.
Terminaste hace muy poco tiempo tu relación, ¿hay duelo aún?
Estoy en una etapa de replanteamiento de un montón de cosas. Yo puse fin a una relación a la cual le puse muchas ganas, energía e ilusiones, y haberla terminado fue como poner un freno de mano que me hizo mirar y analizar dónde estaba. A eso se suma que justo vino la lesión, lo que me tiene con un entrenamiento muy restringido. Así es que he tenido harto tiempo para pensar. Hoy estoy concentrado en analizar mi siguiente jugada, no a nivel sentimental, sino a nivel de vida, replanteándome todo. Siento que volví a cero, al punto de partida.
¿Cómo eres en las relaciones?
Soy intenso, muy cariñoso físicamente hablando. Me gustan mucho los abrazos, el cariño, el regaloneo, incluso me han parado los carros por hostigoso (ríe), pero al final consigo dar vuelta la situación y que se vayan por mi lado… que valoren ese cariñito. Soy muy de piel, porque mi familia es así, y yo soy igual.
¿Tu físico es tu principal arma de seducción?
Siempre ha sido mi conversación, mi sentido del humor, mi sinceridad a la hora de hablar. Si dibujas al estereotipo de galán, probablemente no tengo muchos de los elementos comunes que caracterizan a uno. Tampoco soy un gallo que engrupa, soy muy auténtico y me gusta mostrarme tal cual soy.
¿Tu posición de actor famoso sirve a la hora del coqueteo?
No, me gusta más que me conozcan como soy realmente más que la figura que represento para ellas porque me han visto en televisión, o me siguen en redes sociales. Si les gusto y noto que les gusto en una conversación y que compartimos ciertas cosas y hay química, bacán, pero si se acercan nada más por lo que perciben desde afuera, la verdad no me llama la atención.
HURACÁN LÓPEZ
Cuando se destapó la polémica acusación de abuso sexual en contra de su amigo Nicolás López, Ariel, al igual que otros actores y amigos cercanos al director de cine, decidieron marginarse y no emitir declaraciones. Y es que Ariel no comprende el fenómeno de la opinología, y tener que opinar de todo y de todos no es un formato que le acomode.
¿Te molestaron las críticas de aquellos que esperaban tu opinión y tu análisis frente a la situación que vivía Nicolás López?
Nicolás es un amigo, un muy buen amigo. Pero ese cariño y esa cercanía no se traducen en saber lo que él hace con su vida 24/7. Además, precisamente como somos tan amigos, y desde la vereda en que yo percibo y practico la amistad, todo lo que yo pueda pensar sobre lo que le está pasando o lo que le pasó se lo hago ver en privado. Jamás saldría a matar mediáticamente a alguien que considero mi amigo. Y no lo hago, porque no entiendo la amistad desde ese lugar y porque siento que, si había un juicio mediático que hacerle, ya fue y con creces. Por eso, pegarle en el suelo a un amigo en nada hubiera aportado a lo que está pasando, ni al proceso de reparación de las víctimas.
Pero tampoco saliste en su defensa…
Es que hoy en día la gente espera que las opiniones sean inmediatas, pero no quiero ir al ritmo que me exige la opinión pública, menos cuando se trata de un amigo.
¿Sientes que el trabajo con Nicolás marcó tu carrera?
Tenemos casi la misma edad y nos formamos paralelamente. Hay un montón de cosas que he hecho por otro lado también y que nutren mi carrera.
¿Podemos hablar de un crecimiento profesional conjunto?
Obvio que sí, pero yo soy un ente independiente y tengo mi lado de músico, de luchador; pero claro, los proyectos que han hecho más ruido, como las películas “Qué pena…”, las hice con Nicolás, pero yo soy mucho más que esas películas.
Maquillaje: Pupi Beauty
Hairstyle: Karissma Peluquerías
Outfit: Azael Chile