El reguetonero Daddy Yankee, cuyo verdadero nombre es Raymond Ayala, sorprendió al mundo hace algunas semanas al anunciar su divorcio de Mireddys González, su pareja durante casi tres décadas. Lo que parecía ser una separación en buenos términos pronto se convirtió en una batalla legal que destapó tensiones acumuladas en torno a temas de dinero, religión y confianza.
30 AÑOS DE MATRIMONIO Y UN IMPERIO EN DISPUTA
Daddy Yankee y Mireddys González no solo compartieron una relación amorosa, sino que construyeron juntos un imperio musical y empresarial.
Mireddys desempeñó un papel fundamental como la presidenta de la compañía El Cartel Records, que administró la carrera del reguetonero desde sus inicios hasta su retiro en 2022. Sin embargo, tras la separación, salieron a la luz acusaciones que llevaron el conflicto al ámbito legal.
En diciembre de 2024, Daddy Yankee presentó una demanda civil contra Mireddys y su cuñada, Ayeicha González, acusándolas de haber realizado transferencias no autorizadas de las cuentas corporativas de sus empresas. Según el reguetonero, estas transacciones sumaban 100 millones de dólares, fondos que habrían sido desviados hacia cuentas personales sin su conocimiento.
Este conflicto financiero generó un gran revuelo, pues además de tratarse de sumas exorbitantes, cuestionaba directamente la gestión que Mireddys había llevado durante años en el rol de administradora de las empresas familiares.
EL FACTOR RELIGIOSO EN LA RUPTURA
Uno de los aspectos que añadió mayor complejidad al divorcio fue la reciente conversión religiosa de Daddy Yankee. En 2023, el artista anunció públicamente que había abrazado el cristianismo, una decisión que dijo haber transformado su perspectiva de vida.
Desde entonces, el cantante se mostró más enfocado en la evangelización y en promover valores espirituales en su entorno personal y profesional.
Mireddys González, sin embargo, cuestionó abiertamente la autenticidad de este cambio. Según declaraciones filtradas a medios locales, la exesposa del reguetonero insinuó que su cercanía a la religión podría ser una estrategia para moldear la opinión pública a su favor durante el proceso de divorcio y los litigios relacionados. Esto desató una nueva ola de especulaciones, sumando un componente moral y espiritual al conflicto.
UN ACUERDO TENSO EN EL TRIBUNAL
El 20 de diciembre de 2024, ambas partes se encontraron en el Tribunal de San Juan, Puerto Rico, donde lograron un acuerdo parcial.
Este estableció que Daddy Yankee recuperaría el control total de sus empresas, El Cartel Records y Los Cangris, además de congelar 75 millones de dólares de las cuentas corporativas durante 30 días para garantizar la transparencia en las finanzas.
Además, se estableció que cualquier movimiento financiero que superara los 100,000 dólares requeriría la aprobación conjunta de ambas partes. Como medida adicional, Daddy Yankee se comprometió a presentar reportes mensuales sobre el estado financiero de las compañías.
Aunque este acuerdo parecía una resolución temporal, dejó en evidencia las fracturas profundas en una relación que durante años se consideró un ejemplo de estabilidad dentro de la industria musical.
El público, por su parte, se encuentra dividido. Algunos seguidores critican a Mireddys, considerándola responsable de las irregularidades financieras, mientras que otros apuntan a que Daddy Yankee podría estar usando su cambio religioso como un recurso para ganar simpatía en medio del escándalo o desviar fondos y cubrirlos como donaciones a la iglesia. #SARAH