Quince años tenía Steffi Méndez cuando sus padres decidieron que era momento de dejar Suecia y partir rumbo a Chile. Lo anterior significó para ella dejar atrás amistades, romances y toda una vida, sin saber que en nuestro país le esperaba un futuro frente a las cámaras y el ojo público. “Yo vivía con mi mamá en ese tiempo, me estaba yendo súper mal en el colegio. Mi mamá ya no tenía paciencia conmigo, mi papá tenía miedo de que yo no evolucionara como persona”, explica la actriz e influencer, quien se hizo conocida, no tan solo por ser la hija de DJ Méndez, sino que también por la personalidad que mostró en el docureality, donde todos fuimos testigos de la intimidad de su familia.
A pesar de haber iniciado una exitosa carrera como actriz e influencer, Steffi decidió radicarse en Suecia nuevamente y desde Estocolmo nos devela de forma exclusiva una noticia que la tiene feliz y que divide su vida en un maravilloso antes y después: será madre. Tras 8 meses de no contarlo públicamente, nos comenta en exclusiva los detalles de este proceso.
VIVIR EN CHILE, DESPUÉS DE UNA INFANCIA EN SUECIA
Steffi, siendo adolescente tu familia te lleva a vivir a Chile, a conocer un mundo completamente nuevo y muy diferente a tu realidad, ¿cómo recuerdas esa experiencia?
Los primeros dos años fueron una pesadilla, me quería devolver, no me gustaba el sistema del colegio, el uniforme, los inspectores, las reglas, sentía que todo estaba muy limitado, la pasé mal. Cuando apareció el proyecto del docureality empecé a mirar Chile con otros ojos, se me empezaron a dar todas las oportunidades.
¿Te gustó la experiencia de estar en un docureality familiar?
Estoy muy agradecida por las puertas que se me abrieron, pero al mismo tiempo me trajo cosas negativas, hubo varias críticas y hartos comentarios con los que tuve que lidiar. En el fondo me pasa un poco que es 50 y 50 con el tema de la decisión de haber elegido este proyecto porque fue una decisión que tomó mi papá y que no es que fuese obligado,sino que no teníamos mucha opción.
¿Se lo recriminaste alguna vez a tu papá?
Sí, pero me sentía un poco doble moral al reclamarle ese tema. De todos mis hermanos, yo era una de las pocas a las que siempre le gustaron las cámaras, la exposición, siempre fui muy payasa en mi familia. Recriminarle eso a él no se sentía bien, pero igual yo era cabra chica en ese entonces.
Después del docureality vinieron teleseries y otros programas, pero lo más permanente fueron las redes sociales, ¿cómo fue convertirte en influencer?
Bacán. Ahora yo elegía qué mostrar. Pero las redes sociales son un arma de doble filo, hay cosas buenas y malas, y al final, uno muestra lo que a uno le plazca, después igual te critican.
Y esas críticas… ¿cómo te las tomabas?
Al principio no fue entretenido, soy una persona muy emocional, muy llorona y muy picota. Yo creo que el tiempo me dio la sabiduría de poder manejar eso. Muchas veces caí en esa trampa, pero aprendí a no darle mayor importancia.
¿Las redes sociales te lograron dar una mayor estabilidad económica?
Totalmente. Recibir tanto dinero en algún momento me enseñó a poder administrar mejor mi plata. Las platas que yo recibí en el docu no las supe manejar, eso también hizo que ahora cuando tenía el poder en las redes sociales y estaba volviendo a manejar una cantidad de plata, empecé a ahorrar y a invertir.
DE VUELTA A UNA NUEVA VIDA
Tras ser parte de “MasterChef Celebrity Chile”, Steffi tomó la decisión de volver a Suecia para comenzar una nueva vida y reencontrarse con su origen. “Sentía que había cumplido un ciclo súper en Chile. Se me olvidó que yo tenía mi vida acá, mis amigos, entonces, había que retroceder un poco, para que otras cosas comenzaran a pasar. Creo mucho en los cambios y pensé que Suecia iba a ser un cambio bueno para mi vida”, asegura.
¿Cómo ha sido estar alejada de las cámaras y de la exposición pública?
Ha sido un alivio. Sentí paz. Con el tiempo aprendí a estar más tranquila, activar esta vida normal, lo deseaba mucho, pero no sabía cómo hacerlo, porque al principio trabajé en la tienda de Victoria Secret.
No sabía eso… ¿cómo fue esa experiencia?
Siempre me gustó que no me reconocieran acá, pero como trabajaba en una tienda internacional entraban muchos turistas, y de repente entraba uno que otro chileno y me reconocía, me daba risa y obviamente era bacán. Aprendí mucho, pero estuve un año solamente porque la tienda cerró.
¿Y qué hiciste?
Aquí hay un sistema que cuando te quedas sin trabajo se te paga un porcentaje de tu sueldo hasta que encuentres uno nuevo. Con eso me mantuve un par de meses hasta que volví a encontrar trabajo en las redes sociales. Uno siempre quiere seguir activa en las redes porque eso significa dinero. Acá la paga es mucho mejor, pero un poco difícil por el tipo de público.
¿Cómo ha sido esta nueva vida por así decirlo de vuelta a tu origen?
Al principio, super frustrante. Tenía la oportunidad de hacer una vida normal y no sabía cómo hacerlo. Todas mis amigas de la infancia ya habían estudiado en la universidad, tenían sus carreras, algunas trabajaban, ellas me dieron muchos consejos y me motivaron a volver a las redes sociales, a trabajarlas. El 2020 conocí a un sueco, nos enamoramos y ya llevamos casi cuatro años pololeando. Es músico, trabaja en la industria.
UN AMOR EN ESTOCOLMO
A mediados del 2021, Steffi Méndez se mostró por primera vez con su actual pareja, un joven hasta ese momento desconocido. Se trata de Dante Lindhe, un cantante sueco oriundo de Estocolmo, de 28 años, integrante del grupo Hovl y el hombre que le robó el corazón a la influencer. “Lo conocí a través de un productor amigo de la familia que un día me mostró una foto de Dante y yo dije ‘¡qué guapo!’”, revela.
¿Cómo fue la primera cita?
La primera cita fue el día de su cumpleaños y yo me enteré ahí mismo. Lo encontré muy especial porque no cualquier persona te pide una cita el día de su cumpleaños. Nos fuimos conociendo, salimos 5 meses y luego pololeamos. Vivimos juntos hace 3 años y en pareja llevamos 4.
¿Qué diferencias dirías que hay en esta relación con las otras que has tenido y que han sido mucho más expuestas?
Eso es lo primordial. Él es super conocido acá y no sé cómo lo hemos logrado, yo creo que se debe a su forma de ser, esta relación no la hemos expuesto nada. Yo creo mucho en la energía, creo que al exponer algo, la gente comienza a cuestionarte y a especular sobre el futuro de la relación.
Háblame de Dante…
Es un artista de tomo y lomo, hace un trabajo increíble en el escenario, pero en su día a día es una persona vergonzosa y cuidadosa. En redes no sube muchas fotos, no le gusta exponer a su familia. Cuando lo empecé a conocer, hice un estudio sobre su vida y vi sus entrevistas y él era el único que no hablaba de su banda, era súper tímido. Su forma de ser me hizo recordar lo mucho que había que cuidar la relación, empecé a bajar las revoluciones, eso es una gran parte del por qué la relación ha durado tanto.
EL PRIMER EMBARAZO DE STEFFI MÉNDEZ
Pero esta historia de amor tenía un nuevo capítulo reservado para nosotros: Steffi Méndez está esperando su primer hijo, noticia que acaba de develar en esta entrevista. “Muy pocos saben, ayer recién le conté a mis primos. Ya estoy entrando al octavo mes. En septiembre del año pasado viajé a Chile y ahí me di cuenta que estaba embarazada. Nunca tuve síntomas, nunca me sentí mal”, relata.
¿Cómo te enteraste que estabas embarazada?
Viajé el año pasado a promocionar la serie “Cecilia, La Incomparable”, me sentí muy mal y caí a la clínica. Fue en ese momento en que le expliqué al doctor un diagnóstico que me habían hecho antes de venir a Chile. Era un tumor hormonal, eso no me permitía quedar embarazada, no era infértil, pero la fertilidad era muy baja. El doctor me dijo que no había problemas en embarazarme en el futuro, siempre y cuando me tomara el tratamiento. La cosa es que justo yo viajaba a Chile por lo que el tratamiento lo comenzaría cuando volviera a Suecia.
Ya…
Entonces, cuando caí en el hospital, el doctor me preguntó si estaba embarazada, a lo que yo le expliqué este diagnóstico. Quiso salir de las dudas y me dijo que íbamos a hacer una ecografía. Entré a ginecología y ya tenía tres meses de embarazo. Tenía un ser dentro de mí, tenía corazón, una cabeza, dos brazos, manitos.
¿Cuál fue tu reacción?
Lloré tanto. Soy una persona que necesita tener control y el tema de la familia era algo que siempre dije que quería planearlo, era una decisión que yo iba a tomar y lo iba a hacer muy consciente. Entonces al ver que no tenía dos, tres o cinco semanas sino que tres meses, me hizo sentir mucha culpa, me sentí irresponsable. Me volví a sentir como una niña chica. Obviamente a la primera persona que le conté fue a mi papá.
¿Cómo reaccionó él?
Muy feliz, saltando en una pata, con un babero gigante, mientras yo estaba súper triste, en pánico, llorando, dudosa de todo. Mi papá me miraba y me decía ‘no me tienes que contar la noticia así, yo estoy feliz’. Me llevó a un restaurante y no sé por qué sentía que el universo me mandaba muchas señales, porque el local parecía un jardín de tanto niño que había.
¿Cómo le contaste a tu pareja?
Dos horas después de estar en la clínica lo llamé y le dije ‘tenemos que hablar’, me preguntó que qué pasaba y le dije que había descubierto algo. Cuando le conté sentí en su voz que le entró un miedo atroz. Él también tuvo una vida difícil, hoy en día no tiene su imagen paterna, desperté un poco sus miedos del pasado.
¿Pensaste en algún momento en abortar?
Sí, pero estaba complicada porque estaba muy al límite, acá es legal pero hasta cierta semana. Yo tenía 15 semanas y uno puede abortar hasta las 18. Además, había escuchado un corazón, visto un cuerpo que estaba dentro de mi útero, ya no era una pastilla y adiós, ya no era un feto, era algo mucho más grande. Por eso también me bajó la culpa y un montón de preguntas.
Luego ya de tomar la decisión de tener a tu bebé… ¿cómo le contaste a tu familia?
Yo compré pasajes casi altiro cuando supe que estaba embarazada, pero tenía que esperar tres semanas. Hablaba con ellos por videollamadas y me picaban las manos para contarles. Yo ya había tomado la decisión de mantener esto conmigo, no les quería contar por teléfono, sentía que era una forma muy fría y quería sentir contención.
Eres muy cercana a Leo, tu hermano. ¿Cómo reaccionó al saber que tenía un sobrino en camino?
Él estaba en Estocolmo y me fue a buscar al aeropuerto, fue la primera persona a la que le conté. A mí se me ocurrió grabar las reacciones, quería grabar el proceso porque esto va a ser algo para mí, para recordarlo después con los años. Entonces, me acuerdo que prendí la cámara y le conté y él estaba superfeliz. No tengo en la memoria ninguna reacción mala, solo muchas lágrimas, abrazos y amor.
Qué rico sentir ese apoyo…
A medida que iban reaccionando, me daban la seguridad de que esto iba a ser bonito y que iba a tener el apoyo y contención familiar, que era lo que más me importaba.
Cuéntame sobre el proceso, ahora estás a solo un par de semanas de que nazca…
Al principio decía ‘esto está fácil’. Los días pasaban volando, no me salía guata, todo muy tierno. No dejé de hacer mi vida normal, iba a entrenar, hacía mis cosas acá en la casa. Pero ahora tengo una panza gigante, me duele mucho la espalda, he subido 20 kilos, ahora recién te puedo decir que he comenzado a quejarme un poco más, se me hacen más difíciles algunas cosas como dormir. Lo único que quiero es que salga, pero ha sido un proceso muy feliz.
¿Cómo fue mantener el embarazo en secreto todo este tiempo?
Mi estrategia ha sido subir fotos que nunca subí antes a las redes sociales, uno es inteligente, guarda contenido. Muchas veces jugué con los tiempos, de repente mostraba que estaba en España, pero la verdad es que llevaba dos meses en mi casa acostada en el sillón. Y si hacía algo actual, era de los hombros para arriba (ríe).
¿Qué van a decir tus seguidores?
Yo creo que van a comparar mucho. Este es el método de muchas artistas, de anunciarlo más adelante cuando uno ya tiene la guagüita. Puede ser positivo o negativo, nunca me he puesto la expectativa de si a la gente le va a gustar o no.
Hay muchas influencers que sí muestran todo el proceso, que hacen un verdadero docureality del embarazo…
Sigo a una niña, a la Vale Caballero, que la encuentro una mujer muy linda, muy buena. Sé el tipo de contenido que ella hacía antes. Ahora que se muestra como mamá, veo a la gente criticando y ella se da el tiempo de explicarles. Se le nota en los ojos que le afecta. Yo no quiero que la gente me vea en esa postura vulnerable, soy una persona muy emocional y no me expondré a eso. Respeto a las mamás que hacen un backstage de su embarazo, pero también a las que no lo exponen, soy más de ese partido.
¿Ya sabes el sexo del bebé?
Es un niño. No le hemos escogido el nombre porque el papá del bebé me ha “bulleado” todos los que yo elijo. Me dice que vivimos en tiempos en hay que tener mucho cuidado con el nombre que le pongamos por el bullying. Tenemos una que otra alternativa pero no nos convence del todo, nos gustaría decidirlo en el momento en que nazca.
¿Cómo te imaginas tu parto?
Estoy muerta de miedo. Creo que uno comete el error de ver en redes sociales y de escuchar el testimonio de muchas mujeres de parto normal y obviamente lo que tú escuches o veas ahí, hace que te entre una incertidumbre muy grande. Lo único que yo sé, es que mi sueño es poder conectarme conmigo misma y escuchar mi cuerpo.
¿Cómo te estás preparando para ese momento?
Me estoy preparando física y mentalmente. Trato de moverme mucho, no estar tan quieta. Y mentalmente, trato de poder fluir con el miedo, el dolor, la respiración. Acá te preparan a ti y tu pareja para el momento del parto. He leído harto, he escuchado muchos testimonios y voy fluyendo.
¿Cuáles han sido tus mejores momentos en el proceso?
Lo mejor ha sido tener el apoyo familiar y de los pocos amigos que tengo, que se han hecho presentes en un momento tan importante como mi embarazo. El apoyo de mi pareja también ha sido súper importante.
¿Y lo peor?
Que el cuerpo te cambia caleta, hay muchas cosas que cambian, no solo físicamente. Irte mirando en el espejo y ver cómo cambia el cuerpo es brígido.
¿Repetirías la historia? ¿Harías un docureality sobre tu vida, ahora como mamá?
No, no lo haría. No es porque me arrepienta de mi pasado, pero yo no dejaría que mi hijo pase por lo mismo que pasé yo. Tampoco lo voy a exponer, él no será parte del negocio de las redes sociales.
¿Cómo proyectas esta nueva vida siendo madre?
Me veo como una súper mamá. Sé que mi pega como mamá va a ser increíble, un viaje, pagaré por mis pecados a mi manera, va a ser súper lindo. Voy a disfrutar más el criar a mi hijo que el embarazo, que también ha sido súper bueno. Es mi próximo proyecto. Trataré de hacer la mejor pega, no vengo con un manual de instrucciones, solo fluiré y disfrutaré cada momento. #SARAH
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