Pocas veces una historia secundaria en una serie logra “robarse la película”, y cuando ello ocurre, lo más probable es que estemos frente a una gran historia, una gran actuación o quizás ambas. Eso es lo que ocurrió con la historia vivida por “Chema y Rodolfo” en “¿Quién mató a Sara?”, una de las producciones más vistas en todo el mundo a través de Netflix. ¿El protagonista de la historia? Un talentosísimo actor que muchas veces fue vetado de castings solo por ser “demasiado bello” o tener un rostro “muy comercial”, por lo que habitualmente se le encasillaba en el rol de galán tipo Televisa, pero que interpretando a José María Lazcano marcó un antes y un después en su carrera con una impecable y trascendental interpretación. ¿Su nombre? Eugenio Siller, el mexicano que se sacó el traje de niño bonito y se coronó como un actor de talla mundial. 

UN INICIO REBELDE

¿Quiere saber datos anecdóticos o poco conocidos de Eugenio? ¡Acá va el primero! Y es que muy pocas personas saben que el primer rol televisivo del actor fue justamente en la recordada (y varias veces remixada) teleserie Rebelde. Sí, la misma del grupo musical con uniformes. Y si eso le parece anecdótico, espere a ver cómo llega Eugenio a ser parte de esta mega producción siendo aún muy joven. 

Tu primera actuación en TV fue en una de las telenovelas más famosas de la historia mexicana, ¿Rebelde fue una especie de cábala de buena suerte en el inicio de tu carrera?

Fue una oportunidad muy grande, yo todavía estaba estudiando en la escuela de actuación en ese momento, salió súper espontáneo. Y te voy a contar algo que yo creo que muy poca gente sabe, pero cuando estaba en la escuela, nos mandan a ser extras del video de Rebelde, el de la canción “Y soy rebelde…”

¡Entonces sales en ese videoclip!

(Ríe) Ajá. Era en una casa enorme, hacía mucho frío y estábamos ahí varios compañeros de clase. De repente aparece el productor Pedro Damián, que estaba dirigiendo el video, y no sé exactamente cómo fue, pero venía caminando y dice “¡tú!”. Yo lo único que pensé fue: “Me van a regañar, hice algo…”, y entonces me llama y me dice que quería que saliera en una escena. Me la empieza a explicar y ya. Luego de unos meses, yo estaba en una clase y de repente el director llega, me llama y me dice que había un personaje y que quería que yo lo interpretara. Yo no me la podía creer, todavía no salía de la escuela y ya estaba trabajando. Para mí era como una bendición, y aparte en un éxito mundial como lo fue Rebelde.

¿Qué te entregó Rebelde? 

Pues mucha exposición, te llega a conocer mucha gente y era mi vitrina para poder mostrar lo que tenía hasta ese momento. 

La industria televisiva en México es tremenda. Imagino que por cada actor exitoso hay cien que quedan en el camino. ¿Cómo lograste ser protagonista solo tres años después de esa primera aparición?

Es una carrera muy complicada. Atenta contra todas tus inseguridades. Creo que simplemente se dio la oportunidad y yo había estado preparándome toda mi vida para eso y en el momento en que tenía que hacer algunos castings para protagonizar, pues tuve la suerte de que me salieran bien, conectar y que a los productores les gustara.  Pero sí, es muy competitivo. Es una jungla.

¿Has tenido malas experiencias en esa jungla?, competencia muy fuerte, por ejemplo.

Competencia sí, todo el tiempo, rechazos también todo el tiempo, comentarios que de repente no quieres escuchar, a eso me refiero. La carrera de un actor puede ser muy cruel y muy dura, de repente escuchas comentarios como “no nos gustó tu actuación”, “no nos gusta cómo te ves”, “no nos gusta tu cuerpo”, “te imaginaba diferente en persona, te ves distinto”, y tienes que lidiar con todos estos comentarios que son difíciles y duros, especialmente cuando estás más joven; tienes que quererte mucho.

Un rubro imposible para gente sensible…

Pues sí, pero no te lo tienes que tomar como algo personal, si eres sensible pierdes, porque esto es cuestión de todos los días, tener que vivir incluso con groserías, como que te corten un casting a la mitad, o cuando no eres tan conocido, no todo el mundo es amable contigo.

Eugenio, ¿se puede ser auténtico en este mundo tan competitivo o debes fabricar un personaje también para la vida real?

Yo trato todos los días con eso, porque como seres humanos todos tenemos ego, y yo trato mucho de romper eso, porque lo más bonito es que la gente pueda conectar realmente contigo. Esa gente que se crea un personaje, al final de cuentas, cuando convives con ellos, el personaje se cae, se pierde. Yo trato de ser muy auténtico, y que me vean tal cual soy; aunque evidentemente hay cosas que cuido. Yo admiro mucho a la gente que hace como un reality show de sus redes sociales, porque se requiere de voluntad para estar expuestos a todo, y eso es admirable. Yo en realidad trato de ser simplemente yo mismo, y que me conozcan a mí. 

EL NIÑO BONITO DE MÉXICO

La revista People te ha puesto en varias oportunidades en la lista de los hombres latinos más guapos, imagino que es algo que te dicen mucho. Este hecho, el de ser catalogado como un hombre muy atractivo, ¿fue un plus o te obligó a generar doble esfuerzo por demostrar algo más que belleza?

Pues todavía hay que demostrarlo a veces a la gente que no conoce mucho tu carrera o no ha visto muchas cosas mías. Yo todavía tengo que hacer castings, pruebas y demostrar lo que sé hacer. Creo que sí a veces nos dejamos llevar mucho por las apariencias y eso puede llegar a poner en tela de juicio el talento, y surge la pregunta: ¿será talentoso o está ahí nada más porque a la gente le gusta o porque es atractivo? Me ha tocado que me han hecho el comentario: “Bueno, te vemos así o asá, pero vamos a ver si es cierto que en el casting puedes dar lo que necesitamos”, y en ese momento te preguntas ¿por qué me están haciendo este comentario si no tiene nada que ver? 

Te hemos visto haciendo dos películas bíblicas, ¿eres católico? ¿Se siente algo especial al interpretar personajes de la vida de Jesús?

Sin duda hay algo especial. Mi familia es católica, yo también. Lo que más me gusta de hacer estas películas es que me gusta investigar mucho el personaje, el momento de la historia. Cuando estás filmando conectas con muchas cosas y te das cuenta de la historia que hay detrás de todo el mito. Para mí fue maravilloso hacer estas películas, y viajar a las locaciones es como regresar en el tiempo, y dices: “¡Wow, así se vivía!”

Hoy vivimos tiempos de una muy baja religiosidad a nivel mundial, ¿qué pasó con tus fans al hacer personajes católicos?, ¿tuviste algún comentario negativo?

No, fíjate que no. Al contrario, creo que les ha gustado mucho verme en diferentes facetas, haciendo personajes así. 

Solo te falta intentar a Jesús, ¿te gustaría?

Me falta Jesús, porque ya fui el Apóstol Juan, y ahora fui José, el padre de Jesús, entonces en la próxima me toca ser Jesús (ríe). Pero claro que me encantaría, imagínate representar al hombre más importante de la historia bíblica. Sería maravilloso.

SER ACTOR EN LA “ERA NETFLIX”

Hace diez años, antes del boom de la televisión por streaming, un actor muy famoso de una serie o teleserie mexicana podía conocer el éxito en su país; y con la venta de las producciones a otros países, podría lograr la hazaña de ser conocido en toda Latinoamérica. Pero en “la era Netflix”, este paradigma cambia diametralmente, y una producción “con madera de éxito” podría en solo horas estar en los Smart TV de todo el mundo. Algo así fue lo que vivió “¿Quién mató a Sara?”, el thriller de suspenso que escribió el chileno José Ignacio “Chascas” Valenzuela y que se transformó en la serie favorita de habla no inglesa en todo el mundo, batiendo un sinfín de récords que la coronaron como la serie de moda en solo un par de días. Una prueba de ello fue el éxito rotundo de su segunda temporada y la gran expectación que genera su tercera temporada y final.

“¿Quién mató a Sara?” fue tendencia en todo el mundo, y lo sigue siendo, ¿cómo fue para ti, como rostro, vivir ese proceso tan inmediato y tan global?

Pues me vuela la cabeza, porque tantito antes de que salga la serie, o con la promoción por Netflix, antes que esté la serie subida a la plataforma, ya me había dado cuenta de los comentarios, los seguidores y se arma todo un halo de cosas alrededor. Y en el segundo en el que se sube la serie a la plataforma, es increíble pensar que todo el planeta Tierra te está viendo o te puede ver. Cuando nos dijeron los números, al otro día de haberse estrenado la serie, todos estábamos con cara de “¡qué!, ¿cómo es posible?”. Fue impresionante cómo todo el público nos recibió. Sigue siendo una de las series de habla no inglesa más vistas en el mundo hasta el día de hoy, y a mí me encanta saber que tanta gente puede conocer mi trabajo tan rápido. 

¿Cuáles fueron para ti los ingredientes del éxito de esta producción?

La historia está muy bien hecha. Creo que la pluma de “El Chascas” es maravillosa. Como decimos en México, “es mero mole”. Siempre he pensado que la historia es la estrella de la serie, los actores complementamos una cosa que yo creo que estaba destinada a ser estrella y es la historia misma. Lo demás fue magia. Todo conspiró para que se hiciera un producto muy bonito.

UN PERSONAJE QUE LO TRANSFORMÓ EN ÍCONO

José María Lazcano o simplemente “Chema” es el personaje interpretado por Eugenio en la serie. Pero más allá de ser un personaje más del reparto, fue una historia con la que la audiencia empatizó mucho. Junto al actor Luis Roberto Guzmán vivió un romance gay que luchaba contra la incomprensión de una familia y contra todos los prejuicios que aún existen en la sociedad. Eugenio califica al personaje como un gran desafío actoral que lo llevó, por ejemplo, a ser el actor con más seguidores en Instagram de todo el reparto, a pesar de no tener —inicialmente— uno de los roles protagónicos. 

A pesar de ser una serie exitosa en general, tu personaje marcó varios hitos. Fue creciendo, y en esta suerte de historias paralelas, la tuya fue probablemente la más querida por la audiencia, ¿lo viste así?

Sí, las muestras de cariño fueron muchas, y lo que la gente nos comentaba era que se engancharon mucho y les gustó mucho la pareja. La química se ve maravillosa en la pantalla, Luis Roberto (Guzmán) y yo nos juntamos muchos días a leer, a estudiar, a repasar nuestros textos, a conocernos, porque no nos conocíamos, y teníamos que hacer escenas que eran muy fuertes, teníamos que crear un vínculo, y creo que nos ayudó el que nos empezamos a juntar mucho antes de filmar. Entonces para el día en que empezamos a grabar, ya estábamos muy a gusto con nuestros personajes. Definitivamente sí creo que nuestra historia marcó a la gente.

Era como una telenovela dentro de otra, ¿no?

Sí, porque todos los personajes tenían problemas impresionantes, pero Chema (su personaje), aunque está lidiando con problemas muy fuertes, es el único personaje que quiere ser feliz, que trabaja en él mismo por sus ideales, sus sueños, por el amor, y que no le importa lo que pasa en el mundo ni lo que la gente diga. Él decía: “Yo soy gay, quiero tener a mi pareja, no me importa nada”. Es un personaje muy bonito, que nos enseñó mucho.

¿Tuviste miedo al aceptar el personaje?  

Sí, y fue el primer indicio para saber que lo tenía que hacer, porque sentí ese miedo por algo que te saca de tu zona de confort, y es un reto. Cuando leí el personaje, me fascinó, y dije: “¡Quiero hacer este personaje!”. Fue un proceso de casting largo y complicado, hice un casting y luego otro y luego otro. Fue un proceso muy largo en el que me cuestionaba, no sé por qué, pero igual pensaba en el qué iba a decir la gente por hacer algo tan distinto a lo que estaba acostumbrado a hacer.

¿Y qué era eso a lo que estabas acostumbrado?

Siempre hacía papeles de galán, de príncipe, del bueno bueno, el que siempre lloraba, el niño bonito, entonces cuando llega este papel a mí, pensé: “Quiero romper el molde por completo y que la gente me vea destruido, desgarrado, en un drama”.

Hay un antes y un después en tu carrera con este personaje…

Totalmente, porque como actor me enseñó muchas cosas, a romper muchas barreras que tenía. Por ejemplo, nunca había hecho desnudos, y tenía terror de hacerlo porque era un terreno muy nuevo, no sabía cómo me iba a sentir. Con este personaje me aventé a todo, a un personaje distinto, humano, con claroscuros, a hacer desnudos…

Pero no fueron solo desnudos, hiciste escenas eróticas con un hombre; ¿fue difícil?

Sí, siempre es complicado, sea hombre o mujer. Normalmente te toca conocerlos muy poco, y a veces también en las telenovelas me tocaba que conocía a la protagonista y el primer día ya te tenía que estar besándola y no había convivido nada con ella, y eso es muy raro, porque es algo muy íntimo, sin importar el género, y aparte en el set hay tanta gente…

¿Demora mucho grabar una escena así? 

¡Mucho! Para una escena que ves de un minuto, son tres, cuatro o cinco horas, a veces es toda una tarde haciéndola, y desnudo todo el tiempo. 

A propósito del personaje, ¿sientes que después de Chema te convertiste de alguna forma en un embajador de la comunidad LGBTQI+?

No un embajador, pero me encanta representar a una comunidad que me mandaba mensajes del tipo “gracias por representarnos tan dignamente”, y en el fondo lo que me hacían sentir es que honré al personaje alejándolo de toda caricatura. Creo que representamos a una pareja de homosexuales muy humanos que tuvieron que vivir la aceptación de la familia, los estigmas, y creo que muchos se identifican con eso porque la gente de la comunidad en algún momento ha tenido que salir del clóset, aceptarse, contarle a la familia y han tenido esas experiencias, y con Chema reviven un poco eso. La verdad es que me encanta representar a una comunidad tan grande y tan fuerte. Los amo, los adoro, me fascina que les guste mi trabajo, y que me digan: “Qué padre, me hiciste llorar, conecté, sufrí contigo”… Eso es la magia de hacer un personaje así, donde llegas a conectar de forma positiva y bonita con las personas. 

UN HOMBRE DE RUTINAS 

Cualquier persona que haya visto “¿Quién mató a Sara?” podrá darse cuenta de lo increíblemente tonificado que es Eugenio, quien reconoce que se ejercita diariamente, lo que al parecer heredó de su padre, quien practicaba gimnasia olímpica y lo entrenó “desde chiquito”.

¿Eres muy estricto con tus rutinas de ejercicios?

Hago ejercicios cinco o seis veces a la semana. Me gusta mucho, me hace sentir muy bien. Para mí es una terapia, es el lugar donde me olvido de todo, pongo mi música y me hace sentir muy bien. A las personas que no hacen ejercicio se los recomendaría mucho por salud, tanto física como mental, aunque sea media hora o 15 minutos todos los días, la verdad funciona mucho. Yo trato de hacerlo en la mañana, antes de empezar el día, y me hace empezar con mucha energía, sintiéndome muy bien.

Y en las comidas, ¿te cuidas mucho?

Como un poquito de todo, pero simplemente trato de comer sano, y cuando se me antoja los fines de semana comerme lo que sea, pues me lo como. Pero entre semana trato de comer sano. No tengo una rutina estricta de alimentación, no así con el ejercicio, lo hago todos los días lo más que puedo, porque a veces estoy trabajando y no se puede.

ME GUSTA SER ACTOR, NO ME GUSTA SER FAMOSO

Eugenio, hicimos el ejercicio de investigarte mucho, pero todo lo que encontramos es de trabajo. Al parecer has sabido guardar muy bien tu vida privada, muy distinto a otros actores que, como tú mismo dijiste, hacen un reality show de sus vidas. ¿Lo buscas o simplemente se ha dado así?

Creo que es un poco de las dos cosas. Se ha dado así de alguna manera, pero también yo he tratado de mantenerme así, para poder tener algo mío, dentro de mi mundo. No me gusta tanto mezclar las dos cosas, porque cuando mezclas trabajo y vida privada pierdes un poco de lo que es tu vida como persona normal, o lo que puedes llegar a vivir. Yo trato que mi familia se sienta a gusto, porque ellos no se dedican a esto, entonces trato de no exponerlos; cuido a mis padres, por ejemplo. Y en cuestiones de pareja creo que ellas también se tienen que sentir bien con esto, y si no son figuras públicas, es mejor mantenerlo como algo de nosotros, que no todo el mundo tenga el derecho a opinar, a meterse, a comentarte. 

¿Hay mucho asedio de la prensa por tratar de saber más, por estar investigando, especulando?

No tanto, fíjate, y eso lo agradezco porque saben con quién hacerlo. Hay actores que sí cuentan y muestran todo, entonces dan pie a que la gente les pregunte más sobre su vida privada. Pero como no tengo una carrera mediática o de escándalos, no me presto mucho a eso. Y si te soy muy sincero, a mí me encanta mi carrera, el momento que más amo es cuando dicen “acción”  y “corte”, pero todo lo demás de alrededor no es algo que sea mi objetivo. No soy la persona más fiestera, no voy a todos los cocteles y a todas las alfombras rojas…

Te gusta más ser actor que ser celebridad…

Así es, y no sé si la palabra correcta es “cohibido”, porque no lo soy con la gente que conozco y con amigos, o con la gente que me da la confianza. Ahora estoy platicando contigo y me siento muy bien, pero cuando hay mucha gente y cámaras y todo eso, sí llego a sentir un poco de rechazo. Me gusta ser actor, pero no me gusta ser famoso y salir en todos lados. Quiero que me conozcan por mi trabajo no por un escándalo o por la persona con la que salí, o lo que pasó con mi familia, o qué me puse en la alfombra roja. 

Cuéntame algo que nadie sepa de ti…

Me cuesta mucho levantarme por las mañanas, pongo como cinco alarmas, desde las 5.40 de la mañana, luego a las 5.45, 5.49 (ríe).

¿Comida favorita?

La mexicana.

¿Un objeto sin el cual no puedes vivir?

Los malditos celulares. Son algo de lo que tienes que estar pendiente. A veces cuando me voy de vacaciones un fin de semana trato de no ver el teléfono, pero cuesta. No soy adicto al teléfono, pero hay que estar pendiente de igual forma.

¿Manejas tu Instagram o tienes a alguien que te ayuda?

Lo veo yo mismo, y a veces no lo checo en no sé cuánto tiempo y luego me dicen: “Amigo, te escribí por dm”, y yo digo: “Por, favor llámame, no me mandes un dm porque no puedo leerlos todos” (ríe).

¿Va a haber una nueva temporada de “¿Quién mató a Sara?”?

No. A mí me hubiera encantado que fueran siete o diez, pero la historia solo daba para tres temporadas. ¡Debes ver la 3! Cambia todo, tiene giros inesperados. Está muy buena. #SARAH

Fotografía: @diego.bigolin 
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