El clan Kardashian-Jenner sabe muy bien cómo montar una fiesta. Y es que durante la tarde de este domingo Kourtney Kardashian y Travis Barker celebraron su tercera boda ¡Pero ojo! Con una fiesta de tres días en un castillo de la localidad italiana de Portofino. Esto tras solo una semana después de haber contraído matrimonio en Santa Bárbara y a más de un mes y medio de su simbólico, pero entretenido matrimonio en Las Vegas.
La celebración comenzó el viernes con una comida para los invitados, entre ellos, todo el clan Kardashian-Jenner, los miembros de la banda Blink-182, el cantante Machine Gun Kelly y la actriz Megan Fox, entre otros. Asimismo, no faltaron los hijos que tuvo Kourtney con Scott Disick, Mason, de 12 años; Penélope, de nueve y Reign, de siete; ni los hijos de Travis, Landon, de 18; Alabama, de 16; y su hijastra Atiana de la Hoya, de 23.
Por supuesto que los lujos no podían faltar, al día siguiente la fiesta continuó en un yate que atravesó las aguas del Mediterráneo. De acuerdo con Daily Mail, estrellas como Beyoncé, tuvieron acceso a estas embarcaciones equipadas con accesorios de la famosa marca.
Y como la moda siempre ha de estar presente las celebraciones de la familia Kardashian-Jenner, una de las celebraciones captadas por la prensa estuvo regida por un desscode de outfits negros, donde Kourtney lució un vestido corto ajustado de tirante de la casa de modas Dolce & Gabbana, que en una parte del abdomen se apreciaba el clásico icono de una virgen.
Y es que de acuerdo con el medio británico Daily Mail, Kourtney y el clan Kardashian cerraron un trato que le valdría a la icónica casa de moda italiana “millones de dólares” en publicidad gratuita. De hecho, durante todo el fin de semana Kris Jenner y sus hijas aparecieron luciendo costosos atuendos de la firma.
La matriarca Kris Jenner, de 66 años, reveló a Vogue que “había jurado guardar el secreto”. La denominada “momager” fue captada acompañando a su hija al altar en la ceremonia.
Según fuentes cercanas a la pareja comentaron a TMZ que la boda se realizó en un complejo junto al mar, propiedad de Domenico Dolce y Stefano Gabbana. La finca donde el clan Kardashian-Jenner se ha alojado durante estos días.
The Dress
Definitivamente Kourtney se lució en su idílica ceremonia en Portofino. Y es que la novia usó un minivestido de encaje Dolce & Gabbana de alta moda, inspirado en la lencería italiana de los años 60’, acompañado de un gran velo.
¡Pero eso no es todo! El increíble tocado llevaba flores bordadas a mano inspiradas en los jardines mediterráneos de la ciudad costera. Además, este incluyó una gran representación de la Virgen María basada en uno de los tatuajes de su ahora marido, Travis Barker, acompañado de un texto que decía “respeto a la lealtad familiar”. Mientras que Barker vistió un elegante traje negro, ambas piezas de Dolce & Gabbana.
Kourtney completó su look con un par de guantes de tul y unos zapatos de tacón de encaje. En una entrevista exclusiva para Vogue, la mayor de las hermanas Kardashian comentó que “diseñar vestidos con Domenico y Stefano ha sido un sueño hecho realidad en todos los sentidos”.
Kourtney no tardó en postear en su Instagram las fotos de su matrimonio que acompañó con un texto “felices para siempre” que rápidamente se volvió viral en redes sociales. Mientras que la encargada de registrar la boda de ensueños fue la fotógrafa Ellen Von Urwerth.
El matrimonio del domingo fue el final de varios días de aventura en Italia. #SARAH