No existe un manual para ser mamá y eso bien lo sabe la joven nutricionista e influencer Siria López, quien vive días “caóticamente hermosos” tras el nacimiento de su hija Trinidad. No ha sido una etapa fácil, pero disfruta de su momento para el cual “lamentablemente nadie nos prepara”, afirma, pero que, junto a su pareja, han logrado hacerlo más llevadero y menos complejo.

La conocimos como nutricionista, chica fitness y una de las influencers más reconocidas del norte del país; pero Siria López, la chica de los 165 mil seguidores, nos ha mostrado en los últimos meses una faceta distinta: la de madre. Nos acostumbró a verla en medio de rutinas de ejercicios, con los que motivaba a mujeres y hombres para lograr sus mismos abdominales, pero hoy todo eso se mezcla en su Instagram con dolores, alegrías, cansancio, sueño, pañales y leche; ¿cómo se combina todo esto? Lo conversamos con ella.

“Han sido días llenos de amor y complicidad, pero para los cuales nadie te prepara”, afirma. Y aunque reconoce que los cuidados de su hija Trinidad ocupan gran parte de su tiempo, intenta siempre recordar que también es una mujer llena de planes y proyectos, los que planifica retomar prontamente, siempre ligados a su pasión: la nutrición.

Después del embarazo, le escriben para comentarle que está muy delgada, o que simplemente ¡está regia! “Pero estar flaca no es sinónimo de estar sana, o de una buena composición corporal. Las mujeres perdemos casi 700 calorías por litro de leche”, señala.

Y de pronto te convertiste en “mamá influencer” … ¿Muchas preguntas de las seguidoras sobre maternidad?

Sí, porque no hay una fórmula única para criar a nuestros hijos. A mí me hubiera gustado que alguien me dijera que quizás algunas cosas no resultarían como una espera. Antes de ser mamá muchas veces juzgué a chicas por no darles lactancia materna exclusiva a sus hijos y utilizar leche de fórmula. Pero ahora que lo estoy viviendo yo, me doy cuenta de que hay muchas realidades y que cada mamá siempre busca la mejor opción desde su realidad.

Te hemos visto muy real en tus publicaciones…

Siempre veía fotos de mujeres perfectas postparto o felices dando pecho. Nadie nos habla del dolor de pechos, y menos aún que te pueden sangrar por amamantar a tu hijo. Soy nutricionista, hice un curso de lactancia, pero aun así me costó. A eso debemos sumarle los cambios hormonales, el estar más sensible, me daban ganas de llorar y no sabía por qué. Pensaba en que debía estar feliz de tener a mi bebé sanita, pero igual lloraba.

A la semana del nacimiento de Trinidad compartiste una imagen con un mensaje de lo orgullosa que te sientes de tu cuerpo.

Recuerdo que ese día me miré al espejo y me sentí orgullosa de que mi cuerpo trajera al mundo a mi hija. Para dar vida nuestro cuerpo cambia totalmente. Eso significó que me saliera mucha celulitis y aunque no me salieron estrías, perdí casi toda mi masa muscular.

¿Crees que rompes esos patrones de perfección que suele mostrarnos Instagram?

Yo creo que sí, por lo menos trato de generar contenido y mostrar mi cara y mi cuerpo real. Hay días en que me siento cansada y con ojeras, y otros días en los que puedo arrancarme a la peluquería y darme un tiempo. Me muestro tal como soy.

Tus seguidores han ido cambiando…

Cuando empecé a publicar fotos y temas relacionados a mi embarazo, muchos hombres me dejaron de seguir, pero también comenzaron a seguirme muchas mujeres.

¿Por qué crees que un hombre deja de seguir una cuenta de una chica que muestra su faceta materna?

Creo que prefieren ver otras cosas. Cuando subía una foto en bikini podía aumentar mil seguidores en pocas horas. Pero la verdad es que con los objetivos que me he planteado desde mi profesión, la nutrición, me pregunté varias veces si leer comentarios como “rica” o “qué mina”, eran a lo que yo aspiraba. Mi enfoque cambió.

¿Te despediste de la Siria sexy?

Me sigue gustando subir fotos en bikini o algo así, porque además para mí es algo normal, no es para llamar la atención de hombres. Creo completamente en la libertad de hacer lo que nos hace sentir cómodas. ¡Podemos hacerlo! Ser mamás no nos omite como mujeres. No podemos olvidarlo. La maternidad cambia nuestras prioridades, pero no por eso hay que dejar de darnos tiempos para nosotras.

BABY ON BOARD

Cuando se enteró de que sería mamá, Siria lloró mucho. La noticia era algo inesperado. “Tenía metas y proyectos que cumplir. Quería seguir estudiando y jamás se había pasado por mi cabeza la idea de ser mamá. Llorando le mandé el test a mi pololo por WhatsApp y él no sabía qué decirme, ya que mi reacción no fue la mejor. Me di cuenta de que, si bien no estaba en mis planes, yo no podía abortar, soy una persona adulta y debía asumir mi responsabilidad”.

Como nutricionista te has mostrado muy prolactancia materna, ¿cómo ha sido el tema para ti?

Dar leche para mí fue súper difícil, porque tenía que estar súper cómoda, y en un ambiente tranquilo para que la Trini se relajara. Imagínate cuando estoy en un lugar donde la gente me está mirando o me está juzgando. Eso era algo habitual cuando debía salir. Estar preocupada de que no te miren raro, que tu hija no llore para que no incomode a las personas de tu alrededor. Muchos quieren seguir mostrando la lactancia como algo íntimo y tabú, pero eso no contribuye mucho al debate.

“BUSCO QUE MIS PACIENTES APRENDAN A COMER”

Siria es nutricionista y magíster en nutrición deportiva. Antes de ser mamá, tenía en sus planes la idea de seguir perfeccionándose en su área, pero ¡hubo cambio de planes! Por su maternidad y por la pandemia que vivimos este año se ha concentrado aún más en compartir rutinas, tips de nutrición y más en su cuenta @sirialopez_nutricion.

Hablemos de nutrición y de mitos. ¿Ver a una nutricionista es simplemente recibir dietas?

Es mucho más, es un trabajo personalizado con cada paciente, explicando bien los conceptos. Muchos creen que comer saludable es estar a dieta y eso no es así. Yo busco que mis pacientes aprendan a comer. Muchos creen que nunca más podrán comer chocolate o que deberán despedirse de las comidas que más les gustan. Pero cuando aprendes a comer, puedes integrar (de vez en cuando) esos alimentos a tu dieta para que no tengan un impacto negativo en tu salud.

¿Recibes a muchas personas buscando un cuerpo “perfecto” o parecerse a alguien más?

Siempre les digo que no se comparen con nadie, y que vivan su propia realidad, su propio proceso. No todo lo que vemos en redes sociales es tal. Es importante ante todo valorarse y quererse, pero de verdad, porque muchos lo dicen o lo escriben, pero no lo sienten realmente.

En el fondo promueves el aceptarnos como somos. Y ¿qué piensas del body positive?

Siempre le digo a las chicas que uno tiene que hacer todo lo posible para estar bien, y eso significa llevar un estilo de vida saludable, hacer ejercicio y cuidar la alimentación, entre otras cosas. Pero si has hecho todo y tu cuerpo es como es, tienes que aceptarte. Pero está el extremo de aceptar la obesidad, y la obesidad es una enfermedad. Hay contexturas de cuerpo que no cumplen con los patrones de belleza que la sociedad nos ha impuesto, y me parece muy bien aceptarse así, pero se debe tener ojo con tratar la obesidad, ya que tiene una serie de enfermedades asociadas que pueden poner en peligro la vida.

Eres muy conocida en redes sociales, ¿eso genera resquemores entre tus colegas?

Yo no soy competitiva, conozco a varias nutricionistas jóvenes muy simpáticas, pero he tenido problemas con algunas porque sin conocerme, han hablado mal de mí en clases con sus alumnos en la universidad. Cuando supe eso solo pensé lo mal que me parece que lleven ese nivel de comentarios a su rol como docentes.

Eso habla mal no solo de tus colegas, sino también de ese “deporte nacional” que es hablar mal del otro…

A veces pienso: ¿por qué tiene que haber competencia si hay lugar para todos? Yo nunca he tenido que dejar mal a un colega para tener trabajo, ¡jamás! Incluso a veces me piden opiniones de otros nutricionistas, y si los conozco, intento resaltar aspectos que se relacionen con su forma de trabajar, y no con su vida personal. Cada quién tiene su forma de trabajar. Yo tengo la mía, y he recibido pacientes que se atendían con otros nutricionistas con indicaciones súper erradas, sin embargo, eso no me hace hablar mal de ellos. Con algunos he hablado directamente para hacerles ver el error, ya que algunos han puesto en riesgo la salud de los pacientes, pero no todos toman bien esos comentarios.

“MIS SEGUIDORAS SE IDENTIFICAN CONMIGO”

Siria es un “boom” en Instagram. Sobre los inicios de su cuenta, recuerda que mientras sus amigas tenían 100 seguidores, ella tenía más de 4 mil, “y solo compartía fotos, porque antes no existía el enfoque de generar contenidos”, recuerda.

¿Te sacaste la etiqueta de chica sexy para darle más espacio a la nutrición y a la maternidad?

Más que sacarme una etiqueta que nunca me puse, fui generando contenidos que identifican a muchas personas, y que con mi experiencia se dan cuenta de que ellas también pueden. No es necesario ser una chica de 1.80 m o rubia para llamar la atención en Instagram.

Imagino que la alta exposición trae consigo a “haters” …

Afortunadamente no me afectan los comentarios de los “haters”. Me han dicho hasta que soy mala mamá o me critican por hacer determinadas cosas con mi hija. Hay muchas personas que cuestionan lo que haces y opinan como si sus vidas fueran perfectas, pero ¿qué mamá quiere hacerle daño a su bebé? No me he sentido para nada una mala mamá ni creo que esté haciendo las cosas mal, pero es muy molesto que la gente opine sin saber, hay opiniones que uno no pide y no tienen por qué dártelas.

MODERN FAMILY

Siria disfruta días llenos de amor. La maternidad ha sido un proceso que ha fortalecido su relación de pareja con Sebastián, a quien define como un “excelente partner y un súper buen papá”. Sabe que no todas las chicas corren su misma “suerte”, por lo que valora lo que ha formado y, pese a que reconoce que la convivencia no está exenta de dificultades, “hemos ido aprendiendo a ceder, a entendernos”.

¿Cómo se conocieron?

Teníamos el mismo grupo de amigos y, pese a que no nos veíamos mucho, hablábamos por Instagram. De hecho, yo le daba consejos con su ex porque habían terminado, le decía que se la jugara, que la buscara, que no se rindiera… Hablábamos siempre, pero cero joteo. Entonces un día salí con mis amigas, había pasado harto tiempo, y él les comentó que yo era su amor platónico y yo le dije “next”, que no quería nada porque estaba bien sola, estudiando mi magíster, bien profesionalmente y no quería tener una relación. Pero se la jugó mucho tiempo.

¿Qué te hizo cambiar de opinión?

Siempre fue un caballero, prudente. Salimos algunas veces a cenar y siempre fue muy respetuoso y me esperó mucho tiempo. Me ha demostrado lo que es amar de verdad.

¿Cómo se han complementado con la crianza de Trini?

Desde el primer día de mi embarazo Sebastián ha sido papá. Ha estado siempre presente. A veces estaba trabajando y pedía permiso para ir a los controles de embarazo. Y desde que nació la Trini ¡se volvió loco! De hecho, las últimas discusiones que tuvimos fueron porque él asumía un rol de padre y madre, no me dejaba a mí (ríe). Quería cambiar pañales, darle la leche, ¡todo! Le gusta estar todo el tiempo con ella, le lava su ropa y hasta se la ordena por color (ríe).

Esa es la idea, ¿no? Ser equipo…

Sí, me siento muy afortunada porque somos un equipo. Por ejemplo: nos turnamos, él se levanta a las tres y yo a las seis de la mañana. Sé que hay chicas que no tienen ese apoyo o que la pareja las engaña en el embarazo. Yo he estado en todo este proceso apoyada y contenida por Sebastián. Es un excelente partner.

¿Todo color de rosa?

(Ríe) Igual tenemos problemas y diferencias como todas las parejas, porque convivir es difícil. Somos personas muy distintas. Sebastián es muy cuadrado, muy limpio y ordenado y yo soy muy desordenada, entonces ahí tenemos discusiones. Pero hemos ido aprendiendo a ceder, a entendernos, somos un gran equipo.

Entrevista: Pía López

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