Con un estilo muy particular y cercano, asegura que lo suyo no son los típicos tips de Instagram, sino que más bien busca entregar un testimonio real que te hará reflexionar sobre muchos procesos y situaciones de la vida, desde problemas amorosos, crisis existenciales, hasta cómo ser una verdadera queen con pocas lucas.
María José Araya (27) es diseñadora gráfica “por descarte”, como ella misma lo define; sí, porque su verdadero sueño era estudiar diseño de vestuario, pero no le alcanzó la plata. Con pocas lucas y una poderosa creatividad, la joven ovallina inició un camino en redes sociales donde comparte sus reflexiones, datos, historias y vivencias, todas muy reales y auténticas, porque la Ximu ―como la conocen sus seguidoras― es así, ¡auténtica y transparente!, tanto que traspasa la tecnología para convertirse en una amiga y confidente y, por qué no, en terapeuta y relacionadora pública de cada una de ellas.
“En un momento de mi vida tuve dinero, mucho dinero”, afirma, época en la que dio rienda suelta a su amor por la ropa, los maquillajes, lentes, zapatos y cuánto accesorio sueña con tener una fashion blogger. Pero como nada es para siempre, sus ahorros se agotaron luego de entrar a estudiar a la universidad. Hizo algunos pitutos, pero aun así su vida había cambiado: ya no solo era una amante de la moda, ahora era @lafashionistapobre.
AL MAL TIEMPO, MUCHA CREATIVIDAD
En el 2015 terminó una relación amorosa y todo se fue a negro. Se encerró por un largo tiempo en su pieza. “Me enfermé, lloraba mucho, no tenía ganas de nada. Pero una noche, poco antes de dormirme, reflexioné sobre los consejos de una amiga que me decía que le gustaban mis comentarios en Facebook y que debía plasmarlos de otra forma, porque las personas enganchaban mucho con mi forma de relatar esas historias”, recuerda. Y así fue como una reflexión con la almohada se transformó en una marca registrada.
¿Esa ruptura amorosa te permitió conocerte mejor y darte cuenta de lo que eras capaz?
Por muy doloroso que fue, me ayudó mucho a saber lo que quería. Y aprendí a transmitir estas ideas que iban viniendo a mi mente poco a poco. Eso sí, me preocupé de trabajar muy bien mi concepto, y armé todo tal como quería. Comencé a leer sobre marketing digital y fui investigando y aprendiendo a usar la plataforma donde quería lanzar mi idea de blog. ¡Muy matea!
En la Navidad del 2015 la contactaron de LUN: querían entrevistarla para conocer a la creadora de la popular cuenta que día a día sumaba más seguidores, y en la que podías enterarte de imperdibles datos que toda fashionista quiere conocer. “Comencé a ser más ‘busquilla’, y fui entendiendo que habían maquillajes baratos que duraban lo mismo que aquellos que valían 15 o 20 mil pesos, y que además son cruelty free (libres de testeo en animales)”, relata María José. Y como buena practicante de la sororidad, decidió compartir estas “joyitas” y sugerencias a través del blog.
Pero el nacimiento de su idea no estuvo ajeno a contratiempos propios de la #lavidapobre, como tener un pésimo celular para sacar fotos. Sin embargo, algunas cosas se fueron dando a su favor, a lo que se suma su mediática aparición en la prensa. ¡Solo buenos presagios para su comprometedora carrera virtual!
¿Cambió tu vida desde que te entrevistaron?
Al primer día de publicada la nota aumenté en tres mil mis seguidores. Ahí vino el “boom”. Mi público que ya me seguía me animaba mucho y eso me hizo entender que debía aprovechar la oportunidad que estaba teniendo y me empecé tomar todo más en serio.
¿Decidiste profesionalizar tus redes sociales?
En ese tiempo comenzó a masificarse el uso de Instagram. En mi cuenta yo elaboraba los productos que compartía con cosas que todas tenemos en la casa. Por ejemplo, cuando estaban de moda los tocadores de maquillaje, armaba uno con cajas de cereales recubiertas, todo muy casero, pero muy útil para lucir mis productos en videos y fotos. En esa época, algunas bloggers me daban datos para hacerme más visible, como programar las publicaciones, usar ciertos hashtags y otros consejos que hoy son más masivos y muchos manejan.
NACE LA #COMUNIDADPOBRE
Con el tiempo aumentaron sus seguidores, dando paso al fortalecimiento de la #ComunidadPobre que valora por sobre todo la autenticidad de la Ximu, quien parece comprender cada dolor, pena y fracaso que sus lectoras le cuentan a diario. “Lo que comparto y converso con ellas hace que se sientan muy identificadas, porque finalmente todas somos iguales, tenemos los mismos rollos, y en mí han encontrado a alguien que las entiende, pero que además no las cuestiona. Yo les hablo del corazón, y ellas también a mí”.
Que sus seguidores la vean tal cual es, es fundamental para María José, ya que si bien reconoce que hay varios aspectos de su vida que no comparte, lo que muestra es 100 % real. Así es ella, una mujer que no siempre está maquillada y producida como para ir a una fiesta, una amante de las papitas fritas, y una cesante que debe vender algunos elementos de su clóset para subsistir, pues como su slogan de Instagram lo dice: “ser feliz nunca le ha salido caro”.
Pese a la cesantía te niegas a convertirte en una influencer que promueve productos y marcas, ¿por qué?
Mi idea siempre ha sido subsistir con lo que tengo, y es algo que la gente me cuestiona. Pero yo soy así. Muchos usuarios de Instagram se obsesionan demasiado con la calidad de las publicaciones. Yo siento que para mí eso es perjudicial. A mí me siguen por ser una más, por mostrarme tal cual soy, entonces no necesito esas megaproducciones para transmitir mis mensajes, ya que es el contenido lo que la gente valora.
¿Empatizas muchísimo con tu #Comunidadpobre?
¡Por supuesto! Si yo les sugiero un producto, muchas de ellas tendrán que juntar plata para comprarlo, y puede que ni siquiera les sirva o sea lo que ellas necesitan. La gente termina adquiriendo lo que dice la niña conocida, la actriz, la modelo, la influencer, pero no lo que necesitan realmente. Empecé a darme cuenta de que la gente que me seguía tenía problemas similares a los míos, y fuimos formando esta “amistad virtual” que hoy ya está súper afiatada.
Actualmente tu cuenta ha tenido un vuelco en sus contenidos, dando más protagonismo a las emociones, al mensaje de autoayuda…
Al comienzo, la gente estaba atenta a los datos de productos, a saber qué consumir, pero luego me di cuenta de que lo que yo compartía ―por ejemplo, un delineador de ojos― era el mismo que todas las demás blogueras o influencers estaban mostrando en sus plataformas, y que si seguía por ese camino, solo sería una más, y yo quería diferenciarme. Quería mostrar un lado real.
¿Qué aspectos han sido claves para consolidar la relación con tus seguidoras?
Mostrar la cotidianeidad de mi vida. Contarles que cada vez que voy a comprar zapatos me cuesta mucho encontrar. Algo tan sencillo o cotidiano hace que de inmediato ellas también me cuenten lo mucho que les cuesta poder conseguirlos. Pero también el estar siempre leyendo sus mensajes, sus historias en que me piden una orientación; puede ser una ruptura amorosa, una crisis vocacional, o lo que sea, temas que yo también he expuesto en algún momento, y que quieren saber cómo yo logré solucionarlos o salir adelante.
SÍ, ME ACEPTO Y ME AMO
María José es auténtica y, pese a sus inseguridades iniciales, su vida virtual le ha dado varias lecciones, y también mucha seguridad para atreverse a todo. Por eso no sorprende verla feliz luciendo un traje de baño con lunares en la orilla de una playa. Una acción muy sencilla, pero que para muchas mujeres puede resultar traumático: aceptarnos tal cual somos y vestirnos como se nos dé la gana. ¡Sencillamente inspiradora!
¿Eres una modelo sin límites para las chicas que te siguen?
Sí, al principio compartía ese tipo de contenidos para mi propia seguridad. Pero luego me empezaron a llegar mensajes de chicas que me decían que se atrevían a realizar ciertas cosas luego de verme a mí hacerlas, me di cuenta de que existe una gran responsabilidad con los contenidos que compartimos, ya sea para bien o para mal.
Es el gran poder de las redes sociales…
En Instagram solo vemos perfección, pero no sabemos que detrás de una foto hay mil intentos por conseguir la adecuada, o que hay una edición de Photoshop de por medio. A mí no me interesa que me sigan bloggeras o chicas famosas, sino la gente normal. Porque no puede ser que una joven que trabaja todo el año vaya un fin de semana a la playa y no se atreva a ponerse un traje de baño, si ¡ese era su momento de ponérselo!
BRILLANDO COMO UNA KARDASHIAN
Con una variada y muy graciosa colección de imágenes y memes del clan familiar Kardashian, la Ximu ha logrado imponer un estilo de historias en Instagram muy propio y original, una mezcla de drama y comedia, apto para cada situación de su vida y la de sus seguidores.
¿Cuándo nace el amor por las Kardsashian?
Soy fan de las Kardashian desde los 17 años. Desde que las descubrí amé sus vidas, el vivir en un clan familiar, sus vidas glamorosas, pero a la vez auténticas y con dramas de la vida real. Cuando trabajaba en el norte quería ser una de ellas, particularmente Kim.
Y ¿por qué usarlas como medio de expresión en las historias?
Utilizo la cara y expresión exacta de lo que quiero transmitir. Un día, en la sección “No nací Kardashian”, me di cuenta de que tenía tantas imágenes… ¡ahí tenía el material que necesitaba! Y desde ese momento me ha servido un montón para las historias y para hacer fotos entretenidas de mí misma.
La gente valora esas publicaciones, pero me imagino que también han existido haters, ¿no?
Yo cuido mucho a mis seguidores, hay personas que tiran críticas muy mala onda. A ellas las bloqueo. Algunos me dicen que soy poco tolerante, pero no hay por qué aguantar. No acepto a cualquiera y trato de seguirlos a todos para saber quiénes son. No estoy dispuesta a aguantar mala onda por unos “likes” más.
SIEMPRE TOP NUNCA INTOP CON LA FASHIONISTA POBRE
Las ofertas son su mayor aliado, porque lucir realmente bella y brillante es más que un asunto de plata y así lo ha demostrado con sus contenidos. A continuación compartimos algunos de los secretillos de @Lafashionistapobre.
Un dato de belleza #pobre infaltable…
Cáscara de pepino. ¡Sí!, ese mismo que se usa en la ensalada. Solo debes pelar y frotar por el rostro. ¡Un santo secreto para la eterna juventud!
¿Última compra?
Unos aritos de sirena, que me costaron dos mil. Los compré en un puesto que vendía dulces en un show en La Serena donde estuvo Santa Feria y The Saloon.
¿Infaltables en tu cartera?
El labial que uso en el momento, los audífonos y mi nuez de la suerte.
Por: @pialopezeccher – @camiiespinola; Fotografía: @daniel_esquiveles; Maquillaje y Hairstyle: @salonesakua; Outfit: @oficialmag; Styling: @sofiarodriguez.blens; Anteojos: @weonaqueletal; Dirección de arte: @luisynilo