Algo sucede con las celebridades que emergen de reality shows que simplemente “conectan” con las audiencias. Quizás es la ausencia de guiones o pautas como lo que ocurre con actores o animadores de tv. Los denominados “chicos reality” parecen ser la renovación de la industria televisiva: rostros jóvenes y frescos que simplemente se muestran a los televidentes con sus historias reales.

Ejemplos tenemos de sobra: Pamela Díaz y el reality que la convirtió en “la fiera”; a nivel latino acabamos de conocer el fenómeno de Wendy Guevara; y si vamos a las grandes ligas… ¿Alguien podría negar que las Kardashian dominan la industria global de la entretención desde que conocimos a Kim y a su familia a través de un reality? Pero volvamos a nuestra nueva y flamante reina chilena: Cony Capelli. 

RISING STAR

LA DANZA: EL PRIMER AMOR DE CONY CAPELLI

Muchas veces hablaste de los abusos dentro de este mundo…¿Cómo lo viviste tú?

El ballet en sí es súper abusivo, un ejemplo claro es una compañera que era la mejor de la clase y lo único que le afectó para poder ser una gran bailarina fue que al desarrollarse empezó a verse más voluptuosa, mientras más flaca eras, mejor. Mi maestro apagaba la música y le decía ‘ay me ganas con tus tetas, cómo te rebotan mientras saltas niña, por qué no te vendas, por qué no haces algo’. Y ahí es donde empiezan los desórdenes alimenticios, se empieza a distorsionar mucho la cabeza.

¿Cómo ves la industria actualmente?

Creo que lo que le hace falta al ballet es un apoyo psicológico para los niños. Esta gente forma niños, entonces también debería estar el Estado pendiente.

Si tuvieras una hija… ¿dejarías que entrara al ballet?

Si ella lo quiere, sí. Pero creo que siempre teniendo ojo. Son sueños y nunca hay que quitarle los sueños a los niños.

LOS AMORES DE CONY

Hablando del amor, Cony ha tenido tres grandes romances en su vida, los que, al ser analizados en retrospectiva, la llevan a un análisis sobre la relación con su propio padre, una figura ausente que, a juicio de Cony, determinó que haya buscado protección cuando enfrentaba una relación amorosa.  

Actualmente, Cony se encuentra iniciando un romance- del que no habla abiertamente- con el influencer peruano, Luis Miguel Castro, quien tiene 35 años y ha participado en algunos programas de telerrealidad en Perú. El amor nació en pleno cumpleaños de Cony el pasado 9 de enero y la conexión habría sido a primera vista, tan así que a las pocas semanas ya mantienen una relación a distancia, la cual según declaraciones posteriores de la bailarina va “viento en popa”.

¿Qué recuerdas de esas 3 relaciones amorosas?

Las tres han sido importantes. Crecí con las personas. Yo estuve con una pareja desde los 13 hasta los 18.

¡Muy chica! ¿Cómo fue una relación a esa edad?

Yo era una vieja chica. A los 13 años tenía claro lo que quería hacer para el resto de mi vida. Cuando yo encuentro a Jean, que fue mi primera pareja, fue una relación infantil, pero muy bonita, hicimos muchas cosas lindas. Tuvimos una relación en torno a la danza y es por eso que lo recuerdo con cariño. Fue y es la relación más bonita que he tenido en toda mi vida.

Pero vinieron dos más, y fueron en tiempos que tú relatas como “de descontrol”, ¿no?

Sí, por eso que ambas fueron malas. Pero una de ellas, la primera, con mi segunda pareja, yo creo que entendimos ambos que fue una relación buena y mala.

¿Tóxica?

Yo no diría que tóxica, diría que fue inmadura. Él es uno de mis mejores amigos hasta hoy. Tenemos una relación preciosa, nos defendemos a morir. Estuvimos dos años juntos y fue una de las relaciones más importantes que he tenido, de más sentimiento, más fuerte, de conexión.

Hablaste de tu tercera relación como un mal recuerdo, ¿por qué?

Cuento muy poco de esta relación, es delicado y no he tenido contacto con esta persona. Trato de manejar las cosas de manera justa para no hablar por otra persona que no es pública. Lo único que puedo decir es que fue una relación en base a la droga, la cocaína y desde ahí nunca nada va a funcionar.

¿Cuál es tu mea culpa sobre esa relación?

A partir de esa relación me hice cargo de mí. Yo siempre he querido tener familia, más que mamá, me gusta el matrimonio, me quiero casar, es uno de mis sueños. Y si quiero eso para mi vida, tengo que empezar por mí, para tener una relación bonita y sana, en que nos potenciemos, que no sea algo tortuoso, el amor no es así. Ha sido un camino largo, pero quién sabe si ya lo encontré…

¿Estás soltera?

No, no estoy soltera, pero quisiera guardar este capítulo en mi vida de manera privada y es por eso que ni siquiera digo nombre, no digo nada, a pesar de que se sabe todo.

Volvamos a esa relación tortuosa, con él viviste un aborto…¿cómo fue esa experiencia?

Cuando me enteré de que estaba embarazada y tenía esta relación tortuosa, ambos estábamos dañados y desde ahí no puedes querer de manera sana. Yo me entero que estaba embarazada, cuando lo veo me pongo a llorar, creo que él quería lo mismo, si él hubiese querido tenerlo me lo hubiese insinuado, pero no fue así.

Ese momento debe ser terrible…

Al principio lo pasé horrible, porque es ilegal en este país, comprarlo es una odisea, es como comprar droga, o sea, comprar cocaína es más fácil. Es un proceso mafioso y oscuro. Yo llegué a una mujer que se hacía llamar “abortera” porque ayudaba a las mujeres en el proceso. No solo vendía las pastillas, sino que te guiaba. Tuve mucha suerte de encontrarme con ella, me preparó emocionalmente para lo que iba a hacer.

¿Te sentiste segura en el proceso? ¿Mucho dolor físico?

Fue doloroso, pero soportable. Pero hay casos que han terminado en tragedias por malas indicaciones. No quiero dar el mensaje de ‘sí, aborten ilegalmente’. Mi mensaje es el contrario. Legalicemos y hagámoslo bien, para que no ocurran esas tragedias, porque al final, al prohibirlo, no evitas que pasen. Las mujeres abortamos y seguiremos abortando.

Hoy en Chile tenemos el aborto en 3 causales, pero no existe de forma abierta. ¿Cómo lo ves habiendo sido protagonista de esta historia?

En Chile solo se puede abortar si a la mujer la violaron, y creo que tenemos que pensar en cómo tú te sientes, o si estás realmente preparada para ser madre. Además, la mayoría de las responsabilidades judiciales son para nosotras. Entonces, no creo que deba ser ‘tuviste sexo sin condón, entonces tu condena es hacerte cargo’. No, porque al final no solo sufres tú, sufre un niño que no tiene la culpa.

CONFESAR UNA ADICCIÓN ANTE TODOS LOS CHILENOS

Estando en el estudio de Gran Hermano, Cony contó abiertamente que había sufrido adicción a la cocaína, hecho que más allá de generar anticuerpos, instauró sobre Cony una suerte de halo de superación que el público admiró. 

Todo inicia al dejar el ballet a los 18 años, Capelli entró en un mundo oscuro y nocturno, que trajo consigo una adicción a la cocaína por varios años, viviendo su propio infierno, perdiendo amigos, a su familia y su propia esencia. “Empecé a descubrir lo que eran las fiestas, porque yo no salía, nunca había probado nada, ni el cigarro. Fue un mundo que me abrió todo lo que perdí en mi juventud”, relata.

¿Cuando comienzas a drogarte?

Fui a mi primera fiesta electrónica, partí con un pito de marihuana, después me fui a las pastillas, luego al “Eme” (MDMA) y por último a la cocaína y ahí me quedé muy pegada. Cuando conocí la coca ya ni siquiera me gustaban las otras. Yo era solo coca, una droga que te quita el alma.

¿Cuál es tu peor recuerdo de ese momento?

Lo más heavy fue no tener donde vivir y estar de allegada en distintos lugares. Llegó un punto en el que mi vida estaba tan mal que no tenía nada, me iba a vivir con gente que no conocía. 

¿Qué tanta inteligencia emocional se debe tener para superar una situación así?

Nunca perdí la conciencia de que lo que estaba haciendo estaba mal, siempre me dio culpa. Me costaba tomar la decisión de decir ‘ya, necesito ayuda’, siempre quise dejarla y al final volvía. Estuve un año en rehabilitación, sana, pero después volví porque conocí a mi última pareja.

Ahora fuera del reality te has expuesto a varios eventos nocturnos donde el tema de las drogas es muy común…¿Cómo es para ti enfrentarte a esa situación?

Créeme que a pesar de que la gente conoce mi historia, aun así me ofrecen drogas y lo veo como una prueba. Tampoco los juzgo, siento que ellos lo único que hacen es tratar de compartir la culpa de lo que están haciendo. Por lo general, la cocaína es de mucha compañía, el drogadicto para no sentirse culpable, invita a otros. Hoy le tengo un rechazo muy grande.

¿Cómo lo lograste superar?

Fue muy difícil, es un proceso paulatino, no es de un día para otro. Yo creo que el hecho de que mi psicóloga y mi psiquiatra me hayan permitido equivocarme, hizo que soltara superrápido la adicción. Empecé a identificar lo mal que me hacía, cambios de humor, mucho sueño, cansancio, me comía la masa muscular. Ya llevo mucho tiempo sobria, y si volviera a recaer, me volvería a parar.

¿Sientes que el haber contado tu historia hace que la gente esté muy pendiente de ti?

Sí, total. Me sirve para no perder el camino, me estructura más, lo que no me sirve es que la gente no entiende que yo no estoy sana para demostrárselo a ellos. Lo hago por mí, fue mi dolor, mi sufrimiento, mis lágrimas. Incluso si recaigo, es mi recaída, no es tuya.

La noche de Año Nuevo, se viralizó un video tuyo ingresando con una amiga a un baño en una fiesta electrónica, y rápidamente surgió la idea de que estabas drogándote..

No te voy a mentir. Ese día me encerré en el baño, pero no a drogarme, eran baños químicos, estaban oscuros y fui con mi amiga, yo me bajé el calzón mientras ella me alumbraba para no tocarlo, porque son asquerosos.

¿Qué sentiste por los comentarios de las personas?

Me dio rabia, dije ‘¿por qué no pensé en esto?, ¿por qué no pensé que si me encerraba con ella iban a pensar que nos estábamos drogando?’. Siento que la gente es muy injusta en ese sentido. La coca no es la razón por la que he tenido actitudes que no son racionales o actitudes sanas. Si lo piensas bien, la coca fue una consecuencia de mi infancia, pero no es el culpable o detonante de mi personalidad.

¿Y qué opinas de los insultos que recibes en relación a tu antigua drogadicción?

Lo de jalera y cocainómana son los que más me hacen reír, porque yo sé que estoy bien, es un reflejo de lo mal que estamos como sociedad. Lo más difícil para un adicto no es sanarse de la droga, es sanarse del prejuicio de la gente.

UN CASTING, UNA CASA Y LA FAMA

Cony Capelli fue la protagonista indiscutible de Gran Hermano Chile, transformándose en la ganadora con el 43% de los votos, que fueron hechos por los miles de fanáticos que sumó durante el encierro, quienes se enamoraron de su personalidad, la juzgaron por sus actitudes y la defendieron como si fuera una amiga muy cercana. “Solamente me salté la parte de hacer la fila, pero todo el otro casting lo hice completamente, conté la historia y fue tan potente que no veían en mí a una chica que había pasado una adicción”, dice.

¿Recuerdas qué sentías al ingresar a la casa?

Me sentí asustada. Veía tantas personalidades fuertes que me achunché, ni siquiera quería decir lo que pensaba, me fui para dentro.

¿Tuviste intuición sobre con quién te ibas a llevar mejor?

No, yo hasta en eso soy tranqui, en ese momento me sentía muy bien con la Trini, me encantó que hablara despacio, no se hacía notar porque sí, si hablaba era para decir algo potente o coherente o para llamar a poner un poco de paños fríos en alguna situación en donde no nos poníamos de acuerdo.

¿Te dolió que esa relación se quebrara?

Fue triste, porque ella era mi todo, era mi relación más cercana y verdadera, y sentí que ambas habíamos perdido algo muy bonito. Sin embargo, todo pasa por algo y no me arrepiento de nada. Creo que en la relación ambas fuimos responsables y protagonistas de lo que pasó, hasta el día de hoy tengo una relación de cariño con la Trini.

¿Cómo es esa relación ahora?

De mucho apoyo, nos queremos un montón, nos tiramos buena onda, cada vez que nos vemos, nos cagamos de la risa, como si nunca hubiese pasado nada. Ambas queremos seguir construyendo una amistad en base a eso. Es una de las relaciones más importantes que formé dentro del encierro.

Otra relación fuerte que pudimos ver fue con Pincoya, te trataba como a una hija incluso, pero se quiebra con una pelea. Háblame de esa relación…

No me acuerdo cuál fue el momento exacto. Pero sí recuerdo que me cambié de pieza para dormir al lado de Trini, yo la seguí y ahí estaba la Pincoya. En cuanto me cambio de pieza, la empecé a conocer y debo decir que del reality los mejores momentos que viví fueron con ella.

¿Cuál fue el mejor momento?

La vez que hicimos el pacto de quitarnos los micrófonos y estuvimos todo el día mudas. También cuando me invitó a ver a su hijo por primera vez en la tele y obviamente todas las veces que nos acostamos juntas, con ella era un calor de mamá que es inexplicable, sentía protección.

Y en esos momentos… ¿era Pincoya o Jennifer?

Eso lo debería responder ella. Yo trato de no emitir un juicio sobre el actuar de mis compañeros del reality, prefiero pensar que todos fuimos genuinos, pero también es válido no serlo, es un juego. En lo personal, yo lo tomo como algo genuino, no me importa quién era la persona que estaba al lado, yo solo sentí ese calor, ese cariño y me quedo con eso.

¿Cómo viviste la pelea con Pincoya?

Creo que dentro de todas, esa fue la que más generó un impacto dentro de la casa. Tarde o temprano iba a suceder. Nosotras nos encerramos mucho una en la otra y eso a veces no es bueno, empiezan a haber roces. Ambas dependíamos emocionalmente de la otra, sobrepasamos muchos momentos difíciles, éramos personajes bien potentes, obviamente unos se llevaron más el peso que otros en lo emocional. La Pincoya y yo fuimos las únicas mujeres que estuvimos desde el inicio hasta el final, y eso mentalmente afecta un montón.

Tras ese episodio, pediste la expulsión de Pincoya, y ella dice que tu le negaste eso, ¿haces un mea culpa?

Nunca negué que había pedido su renuncia, lo que dije fue que fui a descargarme al confesionario. Antes de esa pelea yo había renunciado. Cuando entré a la fiesta ya estaba mal, cuando salgo estaba inestable emocionalmente. Cuando vi el video me acordé de lo que había dicho, nunca pensé que se iba a tomar como una denuncia. Cuando yo le explico a la Pinco le digo que las cosas no fueron como ella piensa, no quería que ella lo tomara como que realmente yo quería que se fuera. Si la Pincoya se iba, sería algo devastador para mí.

¿Te ha afectado este tema fuera del encierro?

Sí, pero ya lo tengo cerrado. Trato de quedarme con lo lindo de ella, fue mi mejor período y todo lo que haya pasado después, prefiero ni siquiera hablarlo.

Sin embargo, por cosas del destino, Cony Capelli y Pincoya se reencontraron días atrás en pleno Metro de Santiago. Dicho encuentro quedó documentado en redes sociales, donde ambas se mostraron bastante emocionadas.

¿Cómo fue el reencuentro para ti?

Fue como si el tiempo no hubiese pasado. Se dio de forma super natural, intercambiamos números, hemos seguido hablando. Yo la quiero un montón. La Pincoyita era como mi mamá en el reality y siempre he guardado esa imagen de ella. En su momento hubo una distancia y yo sentía que había algo que estaba vacío, ese lugar que ella ocupó en mi vida nadie lo volverá a ocupar.

¿AMOR O VIOLENCIA TELEVISADA?

Cony Capelli fue una rompecorazones dentro de Gran Hermano. La joven de 28 años protagonizó varios romances, uno de ellos se transformó en un terror dentro de la casa y para los televidentes. Hablamos de Sebastián Ramírez, quien hace pocos días fue detenido por una acusación de golpear a su pareja, y que al interior de la casa de Gran Hermano también protagonizó actos condenables.

Con Sebastián, Cony vivió un intenso romance, sin embargo, la violencia habría sido la protagonista. Así quedó claro con una conversación que mantuvo con Alessia Traverso, una de sus compañeras de encierro, en donde le contó que el chico reality la había encerrado en el baño mientras gritaba a viva voz.

¿Por qué Sebastián?

Habían cosas que se decían, pero cuando llega Seba fue como ver una cara conocida. En ese minuto estaba sola, él se acercó a apañarme y desde ahí se empezó a formar esta unión entre nosotros, que fue en base a mi vulnerabilidad por estar dentro de un reality. Nada entre nosotros habría sucedido en un contexto normal. Es lamentable lo que pasa con Sebastián, al final genera daño a otras personas y yo creo que uno tiene derecho a equivocarse, pero hasta que no dañes a otra persona.

¿Cómo viviste la violencia ejercida de parte de él? Contaste que te encerraba en el baño.. ¿Tus compañeros se daban cuenta?

Sí, obvio que se daban cuenta. Tampoco quiero hablar mucho porque es delicado y entiendo que hay un tema ahora con él y teniendo el respeto necesario para ella (la mujer que denunció a Sebastián), no quisiera revolver el gallinero porque hoy significa algo doloroso para otra mujer.

Ella dijo que se había comunicado con todas las mujeres que tenían algún tipo de relación con Sebastián…¿Hablaron?

Ella y yo lo tenemos claro. Ella y yo lo sabemos.

BIGOTES, EL OTRO GRAN AMOR DE ENCIERRO

Uno de los momentos que cambió la estadía de Capelli en Gran Hermano fue la llegada de Bigotes, un perrito que se convirtió en su mejor amigo, a quien decidió adoptar y traer a nuestro país. “Veía a Bigotes y dije ‘ya tengo mi familia’”, asegura.

¿Cómo se instala Bigotes en tu corazón?

Bigotito es parte de lo que significa la nueva familia, poder decir que todo este año de lágrimas, de esfuerzo, de pasar cosas terribles, al final me llevaron a algo mejor. Mi sueño ya se cumplió hace tiempo y el haber ahorrado lo suficiente para poder tener un crédito hipotecario y comprarme un lugar para mí y ahora también para mi Bigotito, configuran la mejor foto familiar. 

UNA MUJER SIN FILTROS

Lo que más llamó la atención de Cony en el reality, fue su personalidad, es una mujer sin filtros y con una opinión muy clara. “Yo ya tengo instaurado el hecho de que soy libre, no me nace ser de otra manera. Hay gente a la que le choca mi manera de ser, pero entiendo que la sociedad todavía no está preparada para mujeres que tengan opinión”, dice.

¿Crees que el feminismo ha sido muy extremista?

A veces el feminismo trata de dejar de lado al hombre, y también tiene que ser parte de la solución, porque no podemos eliminar a los hombres del mundo. Imagínate decir: ‘¡Todos los Sebas que se vayan!’ No se puede (bromea entre risas). Yo siempre voy a defender el que la mujer nació sin derechos y se los tuvo que ganar, en cambio, el hombre nació con derechos.

¿Te consideras parte de una nueva generación de mujeres en la televisión?

Sí. Me gusta lo que estoy viendo, viendo a personas rupturistas, pero que tienen un mensaje que no es de odio. Somos mujeres libres, eso no significa que vaya a traspasar la libertad del otro, por el contrario.

Tus fanáticos se han destacado por ser muy intensos… ¿Qué opinas de los comentarios en redes sociales?

No hay que ser fanáticos. Siento que el fanatismo va un poco ligado a obsesionarse, un  gusto más allá de lo normal, del disfrutar de algo normal, como quien disfruta una  buena  música. El fanatismo te lleva a hacer cosas que a veces son irracionales.

¿Cómo manejas el exceso de odio de las redes sociales?

Lo manejo bien. Lo que más me afecta no es tanto ese hate, sino cuando alguien que conozco y le tuve cariño comenta algo, eso sí me duele.

¿Crees que se ha vivido algo muy extremista contigo y tus ex compañeros?

La sociedad funciona así. Hay gente que tiene esta imagen de que las personas que son famosas, tienen que ser necesariamente un ejemplo, cuando en verdad son simplemente humanos.

¿Cuáles son tus proyecciones en televisión?

Algo que me apasiona es la conversación. Me encantaría tener un programa referente a eso, poder entrevistar a personas y tener conversaciones con las cuales podamos entender historias y generar empatía. Yo ya brillé, ya gané un programa, ahora quiero ocupar otro espacio.

Tras su paso por Gran Hermano, Cony fue confirmada para el react de “Got Talent Chile” junto a Claudio Muchaux, rol en que la hemos visto las últimas semanas desde las plataformas digitales de Chilevisión.

¿Lo mejor y peor de ser conocida?

Lo mejor es el poder influir de manera positiva y tener un espacio en donde puedas conversar cosas que te hagan sentido y te puedan generar algo, positivo o negativo, no importa. Esa plataforma que tengo es la que más me siento afortunada de tener y quiero aprovechar. Lo peor sería la exposición frente a tantas personas que te juzgan de manera injusta. #SARAH

Fotografía: @emeescobar
Maquillaje & hairstyle: @vanesaperez.m
Styling: @pola_vial
Extensiones: @extensionesrapunzzel
Ilustraciones: @diegocandiac
Producción: @luisynilo
Estudio: @estudiofe