Lejos quedaron los tiempos en que para ser cantante en Chile se debía grabar un demo y recorrer sellos y radios buscando oportunidades; hoy, en cambio, un smartphone puede ser suficiente para obtener el primer (o los primeros miles) fans. Ajusta tu volumen, porque estas cinco chicas son las voces que de seguro no querrás parar de oír.
Ni puras Mon Lafertes, ni puras Palomas Mami, la industria de la música en Chile se está moviendo y harto. Si antes las posibilidades de convertirse en una Miriam Hernández eran escasas o nulas, hoy las redes sociales abrieron y democratizaron enormemente este mercado, al punto de conocerse fenómenos que surgen íntegramente desde una red.
Pop, trap, e incluso música lírica se abren paso de la mano de YouTube y Spotify, lo que configura un escenario abierto a las nuevas apuestas y, con ello, nuevos referentes. Revista Sarah quiso conocer a las mujeres chilenas que hoy están reviviendo el mercado musical. Las escuchamos, fuimos testigos de sus vertiginosas carreras, observamos cómo han avanzado en poco tiempo y cómo sus fans suman y siguen. Presta atención, porque ellas son las nuevas voces femeninas de las que te enamorarás.
TRINIDAD RIVEROS @princesa.alba
“LAS CRÍTICAS ME DIERON MÁS GANAS DE SEGUIR HACIENDO MI MÚSICA”
“My only one” es el nombre de la canción con la que esta estudiante de Publicidad saltó a fama. ¿Su estilo? El trap, género en el que -asegura- vio “una oportunidad más casera para hacer música, porque es más amigable y se mueve entre las fronteras musicales de varios estilos”.
Su primer hit fue blanco de duras críticas, o más bien ataques: criticaron su forma de vestir, la letra, la forma de sus pechos, su calidad vocal y más, pero todo eso logró un cometido mayor: presentarla al público y hacer que ganara seguidores. “El video generó mucha polémica: algunos opinaban sobre mi cuerpo y otros sobre mi música. Pero, lejos de afectarme, las críticas me dieron más ganas de seguir haciendo mi música”, señala la popular “Princesa Alba”.
Con solo 21 años, más de 193 mil seguidores en Instagram, la ruda y también tierna Trini subió al escenario de Lollapalooza, invitada por su amigo @gianluca__11, acaparando las miradas y haciendo bailar a los miles de asistentes a este concurrido evento, tal como lo hace en sus shows en el Caupolicán o el Parque O’Higgins.
¿Convertirte en cantante de trap es algo que planeaste?
En tercero y cuarto medio me gustaba mucho mezclar. Era muy amateur, pero igual me gustaba la onda media Dj. Así partí un poco… Siempre quise hacer música, pero no tenía los instrumentos de producción digital. El trap me acomodó mucho, y luego saqué mi primera canción y vino también la polémica, algo que me pude tomar bien y finalmente me empoderó mucho más”.
¿Te preguntan mucho por el origen de tu nombre?
¡Siempre me preguntan! Y efectivamente es algo que me caracteriza, pero no define mi música. Mi música nunca se trata de fútbol, es solamente algo que tiene que ver con mi background, con las cosas que me gustan. Me gusta mi nombre y no me lo voy a cambiar. Hay muchas cantantes de trap internacionales que se llaman Princess algo, como Princess Nokia o Princess Chihiro, yo quería emular ese fenómeno, pero chilenizarlo y la verdad es que calzaba con todo. Me gusta mucho, y no me interesa cambiarlo.
¿Instagram es tu principal plataforma de difusión hoy?
Instagram siempre es la favorita. A mí siempre me ha servido mucho. Por ejemplo, cuando partí, los medios fueron súper sensacionalistas, inventaron muchas cosas y ahí tuve la opción de aclarar y mostrar lo que realmente quería. En Instagram encuentro mi propio medio donde yo soy la editora, donde yo elijo qué poner, sin preguntarle nada a nadie.
Eres un modelo para muchas chicas, ¿cómo te lo tomas?
Es una gran responsabilidad. Desde un comienzo me declaré feminista y eso implica hacerme cargo de muchas cosas. Yo procuro ser fiel a lo que represento y a lo que creo, y en ese sentido siempre he promovido la importancia de amarnos tal cual somos.
¿Cómo te ves en cinco años más?
No soy muy farandulera, pero me veo sacando mucha música: teniendo varios discos bajo el brazo y ojalá eso vaya acompañado de viajes por el mundo, para seguir haciendo lo mío, seguir haciendo música.
¿Qué opinas de otras chicas que también la están rompiendo, como Paloma Mami, Denisse Rosenthal?
Cuando a una compañera le va bien es bacán, porque es muy difícil ser mujer en la industria de la música. En los festivales hay mucha disparidad en la cuota de género, por eso encuentro genial que existan espacios sororos en la música como el Ruidosa Fest de la Francisca Valenzuela, que incentiva a las mujeres para que se desarrollen en la industria musical.
Y es súper bueno compartir en esos contextos, porque conoces otras experiencias. Es difícil ser mujer, se nos piden muchas cosas. A las cantantes, además de su calidad musical, se les exige ser flacas, bonitas. En cambio un hombre puede ser como sea y siempre va a ser importante su música. Y luchar juntas contra eso es bacán.
¿Tu familia y tu entorno te apoya en esto?
Sí me apoyan, es bacán tener el apoyo de la familia. Y también mis amigas están felices; de hecho, la mayoría de mis trabajos del comienzo fueron con la ayuda de mis amigas. Los videos eran dirigidos por mí y por mis amigas; siempre han sido un apoyo bastante importante.
¿Te cuesta que los hombres se acerquen a ti?
Creo que el ego de los hombres se corta cuando ven a una mujer imponente. A los hombres aún les cuesta lidiar con las mujeres que son empoderadas, aunque yo no me hago atados ni me paso ningún rollo con eso.
EMILIA DIDES @emiliadides
“FIRMÉ CONTRATO A LOS 19 AÑOS SIN PREGUNTARLE A NADIE, Y LOGRÉ GANAR ROJO, QUE ERA EL OBJETIVO”
Con casi 100 mil seguidores en Instagram, Emilia Dides conoció de forma rápida la fama, pues es la ganadora de la segunda temporada de “Rojo, el color del talento”, la exitosa secuela del programa que hace 15 años fue el semillero de artistas como Mon Laferte y María Jimena Pereyra. Emilia además ha alcanzado notoriedad más allá de la música, pues es la novia de Toarii Valantin, también uno de los más exitosos participantes de esta nueva versión de Rojo, en TVN.
A pesar de su corta edad, Emilia tiene metas ambiciosas, de hecho, quiere emigrar a Miami, cuna de los grandes artistas latinos, para proyectar su carrera desde un escenario más global, por ello es que actualmente estudia inglés porque asegura que “quiero tener un inglés tan bueno que no se note que soy chilena”.
¿Cómo o cuándo parte tu idea de ser cantante?
Cuando tenía siete años, estaba en mi casa tarareando y mi mamá se dio cuenta de que era afinada, que cantaba bien. Me ponía al lado del parlante a escribir las canciones a mano mientras las escuchaba, y si no entendía algo las retrocedía y las volvía a escribir.
Pero llegó un momento en que quisiste hacerlo profesionalmente, ¿qué opinión tuvo tu familia?
Al principio como todo era un hobby daba lo mismo, pero después cuando decidí dedicarme esto a los 13 o 14 años, mi papá no quería que lo hiciera porque consideraba que quizás no tendría un buen futuro. Luego entré a Rojo, firmé el contrato a los 19 años sin preguntarle a nadie, y logré ganar, que era el objetivo que todos teníamos.
Ganar Rojo hizo que tu papá cambiara de opinión…
Sí, de repente me mandaba audios llorando, “me emocioné con tu presentación”, me decía.
¿Eres consciente de que el paso por Rojo fue tu trampolín?
Totalmente. Encuentro que fue una excelente oportunidad, que crecí mucho como artista y persona. Además, fue un muy buen ambiente.
¿No viviste lo malo de la televisión? ¿La competencia, o que te pautearan un poco el comportamiento?
Había personas que me caían mal y era latero porque tenía que verlos todos los días, pero eso no iba a afectar ni interponerse en lo que quiero para mi carrera. Yo tenía un foco que era llegar a la final, eso era lo único que me importaba.
Me gustó el ámbito televisivo, obvio hay gente que no dice la verdad, pero no todos son así, no voy a generalizar. Lo único que yo no sabía que era tan brígido eran los malos comentarios, la mierda que te tira la gente, pero después uno se va acostumbrando, te empieza a resbalar.
Además de la televisión, hay otras pantallas que te muestran constantemente, Instagram, por ejemplo… Tienes casi 100 mil seguidores, ¿cómo lo manejas?
La verdad yo soy bastante desconectada de mis redes sociales. Estoy haciendo mil cosas en el día, así que no me llama la atención hacer una historia diciendo “chicos, les cuento que hoy…”, no. Pero sé que para aumentar seguidores o estar vigente tengo que empezar a hacer eso, a publicar más cosas.
Un tema recurrente en los artistas “Made in Rojo” es la pregunta “¿y qué hago ahora?” después de terminar su temporada. En tu caso, ¿el canal te ofreció algo después?
Me ofrecieron estar en Rojo Verano, yo decidí que no iba a estar porque quería tener mis vacaciones y quería centrarme en mí y disfrutar un rato. Di mis razones y se malinterpretaron hartas cosas, dijeron que no quería salir en el programa porque no quería estar en bikini. ¡Algo que nunca fue cierto! De 15 minutos de conversación con un periodista, solo dijo después que yo no quería usar bikini, y simplemente había dicho que no lo encontraba necesario. Pero le dije eso y se colgó diciendo que “Emilia Dides no quiere estar en Rojo para no salir en bikini”, casi echando la culpa al programa porque te obligaban a vestirse así y nada que ver.
Las artistas como tú hoy tienen un discurso muy feminista, ¿desde qué escenario te pones cuando se habla de la mujer?
Estoy de acuerdo con muchas cosas, pero no en el vulgarizar el discurso, como lo que pasa cuando en una marcha las mujeres se muestran con las pechugas desnudas. Solidarizo con la violencia contra la mujer, me horrorizan los femicidios, y si veo a un hombre agrediendo a una mujer en un mall, yo me voy a meter sí o sí.
Cuéntame qué representa Toarii para ti…
Creo que es la relación más importante que he tenido. No solo ha compartido su tiempo conmigo, sino también con mi familia. Es un caballero, muy respetuoso. Además, él también es artista y eso ¡es la raja! Imagínate que ahora me quiero ir a Estados Unidos y él puede hacer lo mismo y podemos tener sueños juntos. Quizás meterse en un programa de allá, grabar con alguien, y yo feliz con aventurarme así.
CATALINA VÁSQUEZ GUTIÉRREZ “KMC” @catagutierrezkmc
“EN LAS BATALLAS DE FREESTYLE ENCONTRÉ UN LUGAR DONDE DIGO LO QUE PIENSO Y LA GENTE LE ENCANTA”
La “KMC” se destaca en el mundo del freestyle por no disminuirse ante nadie y decir las cosas de frente. ¡Tiene solo 20 años!, y es una de las pocas mujeres que se atreven a estar en un mundo dominado por hombres. Y es que a los 14 años, “la Cata” conoció a amigos que “tiraban rimas” y casi sin darse cuenta terminó peleando y ganando las famosas “batallas de gallos”.
Rapera, ABC1 y lesbiana; sabe que rompe con todos los “tabúes” de la gente y no le importa, porque “ser rupturista” es su lema y no tiene filtro frente a nada ni nadie. A Cata le podríamos atribuir el abrir camino femenino a este mundo y además el ser defensora de las mujeres a través de su mensaje con importante contenido social.
¿En qué momento dijiste, “el freestyle es lo mío”?
Fue el año pasado. Yo freestyleaba desde siempre en fiestas. En el parque cuando veía gente debatir yo me acercaba, porque siempre he sido una persona con mucha personalidad, no me achico ante nadie. Llegaba a grupos de hombres, porque esto es de hombres, y freestyleaba con ellos; después de un rato me dijeron que no lo hacía tan bien, pero yo veía en sus caras que ellos sabían que yo lo hacía bien y no lo querían reconocer.
Muchos si me ven hoy acá deben decir “oh, ella me ganó”. En su cara les he dicho “te gané” y me decían “no, no me ganaste”, pese a que todo el público que estaba al lado les decía que yo había ganado. Así fui juntando coraje porque en el fondo me daba rabia que nunca me dieran méritos. A veces eran pésimos, me decían “yo he ganado aquí, yo he ganado acá” y yo no era nadie, así que les decía “yo no he ganado nada, pero lo hago súper”. Mis amigos siempre que veían a alguien freestyleando, me animaban y me decían “dale, ¡es lo tuyo!”.
¿Y de dónde nace la inspiración?
En que siempre me ha gustado expresar mi opinión, siempre me han criticado por ser una persona sin filtro. En las batallas de freestyle encontré un lugar donde digo lo que pienso y a la gente le encanta. Gritan y les gusta que no tenga pelos en la lengua a pesar de que siempre me dijeron “oye, sé más señorita; oye, sé mas recatada; oye, los garabatos”. Estamos en el siglo XXI, esto está cambiando y yo igual estoy demostrando que puedo estar en un círculo que antes era solo de hombres.
¿Cómo ha sido el profesionalizar esto, comenzar a cobrar por asistir a eventos?
Algunas organizaciones como el RAPPERS, que es underground, se aprovechan, te llaman y lo primero que te dicen es “nos gustaría tenerte, pero no tenemos plata. Es más para la cultura”. Siempre meten el tema de la cultura y después llego a un evento donde cobran tres mil pesos la entrada, van 500 personas y a ti te pagan 15 mil por la paleteada. ¡Así pagaban! Yo cobro un poco más caro porque tengo el carácter más fuerte, pero a muchos de mis compañeros los pisoteaban porque ellos sienten que lo necesitan; les dicen que, si no eres tú, va a ser otro.
Pero estás contribuyendo a que el freestyle sea más reconocido, que se desmitifique…
Piensa que yo ahora estoy invitada a Revista Sarah, ¡cuándo se iba a ver el freestyle en una revista! La gente en el rap es súper abajista, me carga. Para ellos el cuico es malo, como para la gente cuica, el flaite es malo, pero ¿por qué se genera ese odio? Es importante enseñar, demostrar que no se puede confundir el rap con vagancia.
Y en un mundo tan under, ¿cómo lograste hacerte tan conocida?, ¿las redes sociales ayudaron?
Instagram es mi principal canal, es como mi pilar de información en estos momentos. Yo soy de esas personas que piensan que el poder sirve, encuentro que la fama me sirve, y si uno la sabe utilizar es un arma letal. Puedo mover masas, cambiar opiniones, mover gente en vez de estar subiendo basura, fumando marihuana o no sé qué; siento que tengo un gran peso encima porque tengo niños pequeños entre mis seguidores.
¿Cómo te ves en unos años más?, ¿qué aspiraciones tienes en lo que estás haciendo?
Nunca pensé que iba a ser freestyler. No me quería dedicar a esto, yo quería estudiar Teatro; después me metí a Comunicación Audiovisual y me tuve que salir por temas de salud.
Yo haría televisión, care’ palo. Me gusta también ser locutora radial, por ejemplo en Instagram hacía muchos en vivo un tiempo, pero después me molestaban en las batallas, porque ahí sale todo; hacía los en vivo porque soy muy buena para conversar, se me da fácil.
Siento que a muchos hombres les he cambiado el pensamiento porque yo no soy vista como feminazi en las batallas. A ellos les doy respeto porque me ven como les contesto: de igual a igual. Me ven un poco masculina, pero siento que también me respetan por eso y a los hombres yo los bajo.
¿En qué sentido te ves masculina, en apariencia?
Claro, de apariencia. Yo soy súper femenina, pero me dicen que uso ropa de hombre porque es ancha, entonces está masculinizada. Desde el inicio de los tiempos se ha dicho que la ropa azul es de hombre, la rosada es de mujer, y por ejemplo ahora Bad Bunny que canta reggaetón se pinta las uñas, usa poleras rosadas y nadie lo molesta por eso; de hecho, lo siguen por eso. Él se aprovechó de eso, del “soy Bad Bunny y me pinto las uñas”, hizo un cambio y marcó.
¿Crees que puedes romper estereotipos desde lo que estás haciendo?
Sí, porque yo soy rupturista. Vengo y hago lo que no ha hecho ninguna mujer: penqueárselos a todos. Piensa que soy como una persona ABC1 que va a un ambiente súper underground, más encima soy gay; siento que mezclo muchas cosas que para la gente son tabú y las tiro sin filtro.
JENNIFER BOLDT @jenniferboldt
“QUIERO QUE EL MUNDO DE INTERNET ME CONOZCA Y ESPERO QUE EL CANTO LÍRICO LLEGUE A MÁS PERSONAS”
Esta sureña de 33 años ve a YouTube como su principal aliado para difundir su música. Es fanática de la cultura japonesa y define el arte como su principal fuente de inspiración. Pero lo diferente de su historia es su estilo musical: la chica de pelo rosado es cantante lírica desde hace 10 años y la rompe en las redes con su estilo no convencional, y a la fecha tiene más de 50 mil seguidores en Instagram.
¿Cómo parte el tema de la música?, ¿en qué momento comenzaste a disfrutarlo?
Yo soy de Osorno. Partí allá en una escuela municipal, la escuela número cuatro. Tuve la suerte de tener un profesor de música con mucha vocación, quien nos presentó su ramo con un violín. En un comienzo él nos hizo interactuar con el violín de manera que fuese un premio, y así fue cómo partió mi mundo en la música clásica.
Fue súper motivante tener buenas notas, hacer las actividades como correspondían, porque el premio era tocar unas notas en un violín. En el sur de Chile la música clásica se respira constantemente, se hacen conciertos; entonces fue algo que nunca más dejé, y me vine a Santiago a estudiar canto lírico.
¿Extrañas tu vida sureña?
El sur es único, tiene una magia increíble. Se respira arte desde la naturaleza, la belleza está presente con la lluvia, con el sol, con la neblina, con el viento y luego de eso. Es un estilo de vida completamente distinto al que hay en la capital.
¿Ha sido muy importante tu canal de YouTube para dar a conocer tu trabajo?
Soy una persona que va a cumplir 33 años y en mis inicios en la música no había Internet. Yo vivía en el campo, así es que tampoco tenía televisión. Creo que el mundo ahora permite tener una gran herramienta para mostrar y aprender lo que uno quiera y vivir su pasión.
Siento que incluso me he subido tarde a esta ola de los youtubers. Creé mi canal recién este año; ya he hecho carrera, la gente me reconoce como cantante. Ahora quiero que el mundo de Internet me conozca y espero que el canto lírico llegue a más personas.
¿En quién te inspiras, quiénes son tus referentes a la hora de esperarte para seguir en esto?
Difícil pregunta. Cuando uno siente una pasión por algo, el solo hecho de hacerlo te hace sentir bien. Te hace sentir mejor cuando puedes llegar a otras personas y les cambias algo a ellas, cuando les produces un sentimiento, un cambio de ánimo o los motivas a querer descubrir sus propias pasiones, a vivir de lo que les gusta.
EL RECLAMO DE JENNIFER
Esta joven sureña tiene talento de sobra, y se le puede atribuir “la gracia” de volver popular un género que nunca lo ha sido. Y es que su exploración de plataformas como YouTube la han conectado con nuevas audiencias. Pero advierte que “no sé realmente quiénes son las personas que evalúan estos proyectos”, refiriéndose a fondos y proyectos concursables a los que ha postulado sin buenos resultados. De hecho, comenta que elaboró un proyecto de música de videojuegos y música japonesa “hecha por músicas femeninas tan grandes como Yoko Kanno y Yui Gallura, que deberían estar paseándose en el GAM o en un teatro como Matucana, pero cuesta bastante encontrar los espacios”.
Sobre la posibilidad de mostrar en vivo su trabajo, señala que “ultimamente he hecho conciertos, pero es algo bastante difícil, hay que hacerlo siempre por autogestión”.
Pero al parecer no pasa lo mismo en el extranjero…
Cuando me llevan al extranjero a México, Paraguay, Argentina es maravilloso. Me doy cuenta de que lo que yo hago es algo que se consume en Internet en este momento, y es una buena plataforma para llegar al público y que ellos me puedan ver cuando quieran.
¿Validas todos los estilos de música? ¿Te gusta lo que hace la Princesa Alba, Mon Laferte?
Yo creo que el mundo es bastante amplio para mostrar diferentes estilos. Claro que hay cosas que me pueden generar ruido, el dejarnos llevar por lo que es la apariencia, la sexualidad, los estereotipos. Siento que ahora estamos viviendo una etapa en que realmente podemos ser nosotros mismos y valoro más eso que el tema de encasillarse, por ejemplo.
GABRIELA PULGAR @gabigarmusic
“NO NECESITO GRANDES RECONOCIMIENTOS O APLAUSOS, SIEMPRE ME GUÍO POR LA FUERZA DEL AMOR Y ESE ES MI CABLE A TIERRA”
La ganadora de la competencia internacional en el Festival de Viña 2018 no siempre tuvo la seguridad de pararse en un escenario y cantar. Con un comienzo algo temoroso, a Gabriela le costó arriesgarse y lanzar su carrera, por esta razón estudió Fonoaudiología para mantenerse en su “zona de confort”.
Finalmente, es su participación en The Voice en el 2015 lo que reafirma su pasión por la música; tanto así que se trasladó hasta México para lanzar su carrera.
Estudiaste Fonoaudiología, ¿escapabas de tu destino musical?
De repente, por ciertas presiones familiares y por mi personalidad de estar un poco insegura, un poco asustada, cedí frente a la presión social y estudié una carrera relacionada con la salud que me encanta también. La cursé completa y soy fonoaudióloga, llegué a esa carrera para acercarme al área de la voz que es lo que me acercaba también más a la música, al desarrollo vocal y emocional de las personas que se dedican a las artes.
Pero vino un casting, ¿no?
Un casting en televisión me ayudó a creer realmente en mí, a saber que lo que yo tenía era valioso de mostrar y de compartir. Ahí también empecé a saber que esto era realmente lo que quería, realmente soy buena; me demoré un poco en descubrir la seguridad en mí.
Después de estar en “The voice” en el 2015, conocí a mi actual pareja y él fue un espejo para saberlo. Se llama Nicolás Quiroga y ahora es mi productor musical, ha tocado con Mon Laferte y ahora con Lucybell. Luego del programa, empecé a producir mi música, le mostré a él mis composiciones y lanzamos mi primer disco, “Transparente”, hace un año.
Todo muy rápido al parecer… ¿cómo fue cantar en Viña?
El primer single de ese disco fue “Cobarde” y es la que más pesó, la que más reconocimiento me ha dado dentro del mundo musical, porque con esa canción gané la competencia internacional del Festival de Viña del Mar. Tiene más de dos millones de reproducciones en Spotify, el público de Chile y de México son los que más la escuchan. Estuvo metida en listas latinas casi un año. Ha sido muy sorpresivo que mi primer single como “Gabicar” haya ganado tanta atención.
¿Qué opinión te generan las mujeres que hoy hacen música, pero en géneros muy distintos al tuyo?
Las valido absolutamente y les agradezco. Agradezco que las mujeres tengamos esos espacios en los que podemos visibilizar nuestros propios conflictos y el empoderamiento femenino o las injusticias que hemos vivido por tantos años. Si esas voces se multiplican y se diversifican y van hacia otros estilos, hacen que el movimiento sea cada vez más masivo, que de alguna forma forcemos al mundo masculino a escucharnos.
El que una chica suba a un escenario a rapear o a hacer trap está mostrando ese cambio de conducta en el hombre dentro del mismo circuito. Van a tener que cambiar la fórmula, la organización, porque necesitamos este espacio también. Es una lucha constante.
¿Ves a Instagram como el nuevo escenario?
Yo diría que sí. Igual no soy tan millennial, así es que me cuesta un poco. En Facebook estoy más conectada con el público mexicano, que es el que también me sigue mucho; subo videos.
Me voy a ir a vivir a Ciudad de Mexico para radicarme allá indefinidamente y allá mi plan es apuntar al mercado mexicano, así que eso me tiene muy ansiosa y emocionada. Estuve allá en octubre y me recibieron muy bien en los medios, creo que lo que yo estoy haciendo funciona allá.
¿En qué te proyectas en cinco años más? ¿Cuáles son tus sueños?
No soy una artista que necesite grandes reconocimientos o aplausos, siempre me guío por la fuerza del amor y ese es mi cable a tierra.
Me veo en el extranjero, conectándome mucho con la gente, pisando escenarios y aprendiendo de grandes artistas. Pero estoy feliz en el lugar que tengo que estar creando música. Tengo una canción que próxima va a salir que se llama “Grito”, y habla sobre el empoderamiento femenino y el grito que deberíamos tener.
“Búscame” es otra de mis canciones, una que habla del desapego, el tener que dejar mi país y le hablo a mis sobrinos, hermanos y primos. A todos les hablo diciéndoles que no me quiero olvidar de sus voces, que siempre voy a estar ahí para ellos, y creo que les va a llegar a muchas mamás también.
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