Lo primero que llama la atención al reunirnos con Carmen Aub es su cercanía y calidez; y es que, pese a que conoce el brillo de los reflectores desde pequeña, pareciera que no se ha dejado cegar por las luces del espectáculo. La galardonada actriz y comunicadora —que inició su carrera en 1999 como minirreportera— ha sabido construir un camino propio en la televisión mexicana gracias a su enorme talento, inigualable simpatía y belleza natural.
UNA CONVERSACIÓN “CON CARMEN”
Uno de sus papeles más queridos en Chile es el de Rutila Casillas en la teleserie “El señor de los cielos”, personaje que la ayudó en la transición pública de niña a mujer. Un proceso difícil para quienes son pequeños prodigios del show business, y de donde no todos salen airosos; sin embargo, Aub es una de las grandiosas excepciones.
Pero durante su larga carrera, que incluye un sinfín de producciones audiovisuales, también ha podido ser ella misma —sin libreto ni personaje de por medio— en “Con Carmen”, programa de conversación que ha cautivado a la audiencia con temas contingentes, y que luego de la exitosa primera temporada estrenará una segunda parte por E! Entertainment el próximo 7 de septiembre, desafío que la tiene muy ilusionada.
Cuéntame, ¿qué es lo que más te ha gustado de este rol de conductora donde tienes que ser tú misma?
Pues justo eso, lo que más he disfrutado es el conocerme. Normalmente uno trabaja con la psicología del personaje, y ahora es más bien con cada invitado que tengo y cada tema que toco. Voy ampliando mi visión, me voy cuestionando cosas, y creo que eso es lo más divertido.
¿Qué te ha enseñado “Con Carmen”?
Me ha enseñado a crear más tolerancia, a aceptar más los puntos de vista de los demás y que no todo es blanco o negro, no es un punto o el otro, es ver todo el lado gris. Igual uno puede decidir inclinarse más hacia un lado o hacia el otro, pero aprendes a entender otros puntos de vista.
¡Por supuesto! Y ¿qué sorpresas habrá en esta segunda temporada?
¡Wow! La verdad es que estoy impresionada con esta segunda temporada, a nivel de producción. El set, las luces, los invitados, ¡todo mejoró muchísimo! Pero también, los temas que vamos a tocar son tan diferentes entre sí… Si me preguntaras cuál es mi capítulo favorito no podría decirte, son todos interesantes, y creo que el público se va a llevar una gran sorpresa con cada uno.
QUEEN MILLENNIAL
Carmen entró a las tres décadas en plena pandemia, y hace exactamente un año confesó a Revista Sarah que sufrió una suerte de crisis existencial: “De verdad fue mortal replantearme a dónde voy, si lo estoy haciendo bien”, reconoció en ese entonces. Aub encarna a la perfección a una generación revolucionaria que creció en el cambio de milenio, y por eso sabe moverse con destreza en su propio multiverso: una comunicadora integral con casi tres millones de seguidores en redes sociales, actriz, presentadora de TV e influencer. “A mis 30 me siento súper tranquila. Encontré mi camino”, recalcó.
Eres muy activa en Instagram y en tus publicaciones transmites mucho amor propio, ¿siempre has sido tan positiva o hay un lado más vulnerable de Carmen?
Pues gracias por leerme (ríe). Siempre digo: “No sé si alguien me lee realmente”, para mí es una forma de hacer journal. Mi mamá me dice muchas veces que le da risa porque cuando ella lee algo, entiende por lo que estoy pasando, entonces por eso te digo que para mí es como una forma de drenarlo. Y claro que siempre procuro pasarlo a una forma positiva de ver la vida, pero tampoco me gustaría caer en una positividad falsa.
La “positividad tóxica”, término muy usado hoy en día para criticar ciertas publicaciones.
Sí, o sea, cada cosa que escribo es porque he tocado las altas y las bajas en ciertas situaciones, y trato de expresar lo que aprendí. Pero al fin de cuentas, soy del tipo de persona que ve el vaso mitad lleno. Siempre espero que alguien me lea y aprenda algo de lo que estoy poniendo, o al menos reflexionen, y que digan: “Mira, nunca lo había visto así”, o “yo tenía otro punto de vista, pero no me había cuestionado este otro lado”; eso es lo que procuro hacer con mis posts.
En una de estas publicaciones hablaste de cómo las mujeres bloqueamos nuestra energía femenina y adoptamos la masculina para mostrarnos fuertes e independientes, ¿por qué surge esta reflexión?
De niña me consideré muy femenina, pero por la vida y las circunstancias, sentía que no tenía que mostrar ese lado. Desafortunadamente, los aspectos femeninos los empecé a ver como débiles, tal vez por comentarios que escuchaba en mi casa o en la gente. Las personas me hacían sentir que tenía que demostrar que yo era fuerte, independiente, cool incluso; y desconecté mucho mi lado emocional, que para mí era el natural, y lo “natural” se empezó a convertir en lo racional.
¿Te obligaste a abrazar tu lado masculino?
¡Claro! Y dije ¡qué mal!, porque no es mi naturaleza. Y no tiene que ver con el género, hay hombres más femeninos y hay mujeres más masculinas. Mi naturalidad era ser femenina, pero lo empecé a oprimir para sacar este lado masculino.
También escribiste en el post sobre una suerte de híbrido entre ambos lados.
Sí, porque antes tenía que sacar esta masculinidad para sentirme segura, pero al final uno tiene que buscar un balance, como el yin y yang. Ahora estoy en el proceso de fusionar lo masculino con lo femenino, dependiendo de lo que estoy haciendo en mi vida. No voy a ser lo mismo en el trabajo que en mi casa, y el chiste es ser consciente para poder manejar los dos.
ENTRE EL JUICIO Y EL PERDÓN
En 2017, Carmen fue víctima de una de las extorsiones más bulladas del espectáculo de ese entonces, así como les sucedió a Jennifer Lawrence y Emma Watson. Una periodista le pidió mil dólares para no hacer públicas una serie de antiguas fotografías íntimas en las que la intérprete aparecía completamente desnuda, junto a su pareja de ese entonces. La actriz, en vez de dejarse abatir por la situación, alzó la voz ante este tipo de delitos cibernéticos. Manejó la crisis con la mente fría, publicando las imágenes en su cuenta de Instagram y donando la misma cifra que le exigían a la organización ACRIA, dedicada a brindar tratamiento y apoyo a personas con VIH.
Recordando este episodio, ¿cómo te sentiste en ese momento?
(Suspira y sonríe). Bueno, fue un momento muy duro para mí, me expuso y me dio mucha tristeza. Fue un proceso muy fuerte… pero no podía victimizarme. En ese momento lo que tenía que hacer era resolverlo y ver cuál era la mejor manera de darle la vuelta a todo.
Y supiste salir súper bien de la situación.
Pues, al final fue lo que hice, ¿no? Publicar las fotografías y dar el dinero que me estaban pidiendo a una asociación. Desafortunadamente, la situación no terminó ahí, seguí recibiendo emails y mensajes de texto, y terminé yendo a la corte. Para mí eso fue muy fuerte porque agarraron a esta persona, el FBI terminó involucrado… No sé cómo pasó a ser algo tan grande. Y no lo hice público en ningún momento porque dije: “No quiero darle tribuna”. Hay tantas cosas buenas pasando en mi vida, que no me quería enfocar en las malas y hacerles ruido a las partes negativas.
¿Cómo fue para ti estar en una corte?
Me acuerdo mucho de que decía: “¿Por qué tengo que estar en esta situación ahora? Me siento mal por esa persona, pero esa persona también tiene que pagar”. Muchas veces, uno quiere ser positivo y perdonar. Justamente hoy estaba escribiendo un post que no he publicado, pero lo tengo en mis notas, que dice: “Perdonar no significa que lo que hizo el otro esté bien, significa que voy a liberar esta paz en mi corazón”, y eso fue lo que me pasó en ese momento.
Eso es muy noble de tu parte.
Es que yo dije: “No significa que esta persona esté bien. Sí tiene que pagar por lo que hizo y está la justicia”, pero tampoco me voy a quedar poniéndole mi energía a esta persona. Entonces voy a decidir perdonar. Y bueno, todos cometemos errores, en ese momento fueron esas fotos muy viejas y hay que darle la vuelta y salir adelante. No me puedo victimizar.
EL FUTURO ES FEMENINO
México es uno de los países con los mayores registros de femicidios y violencia de género en Latinoamérica. Solo en el año 2021 hubo 977 víctimas mortales, según informaron las autoridades del país. Un tema sensible del que Carmen no se escabulle; es más, lo aborda con integridad en su calidad de referente a través de sus redes sociales y en su programa de conversación. “La dualidad de ser independiente y también necesitar, de estar contentas en cómo hemos avanzado como género y también enojadas por el camino que aún falta recorrer”, fue parte de su mensaje en la conmemoración del pasado Día de la Mujer.
Uno de los temas importantes de “Con Carmen” es el feminismo, ¿qué te parece esta revolución que estamos viviendo?
Me parece muy bien que estemos levantando la voz. Muchas veces escucho, y yo misma he caído en este error de decir: “Ay no, es como mucho ya”, pero no, no es mucho, porque tal vez yo tengo la fortuna de que en mi realidad al menos somos más conscientes de cuando alguien está teniendo actitudes que todavía forman parte del patriarcado, pero desafortunadamente no es la realidad de todas.
Claro, en México y Latinoamérica aún hay vulneraciones a los derechos de las mujeres, una lamentable cifra de femicidios y un sinfín de temas más. ¿Cuál es tu perspectiva al respecto?
Creo que todavía tenemos que levantar la voz, tenemos que ser fuertes cuando se está cometiendo algún tipo de injusticia. El aborto es un tema que sería muy complejo hablarlo en esta conversación nada más, pero no puede ser que en Estados Unidos la decisión de qué va a pasar con nuestro cuerpo la tomen los hombres. ¿Dónde está nuestra voz? Entonces, creo que es importante seguir, por más que digamos “ya está pasado de moda”, no está pasado de moda, todavía tenemos que levantar la voz.
AMANTE DE LOS RETOS
La artista escribió hace unos meses en Instagram que solían encasillarla en el imaginario de la chica “fresa” y no solo en la televisión, sino también en la vida real. Una suerte de Regina George de la icónica película “Mean girls”: perfecta, popular y bella. Sabe que físicamente encaja con el perfil, pero también tiene un amplio registro interpretativo más allá que solo ese rol.
Y en la cotidianeidad, Aud está muy lejos del estereotipo de la rubia caprichosa. Fue una de las celebridades que se quitó los implantes mamarios y lo hizo público porque quería volver a su naturalidad. En su tiempo libre corre maratones, escala cerros y acampa; y no teme cambiar drásticamente de look si un personaje lo requiere.
Estando desde pequeña en el espectáculo, ¿qué sientes que te falta por hacer?
¡Uy! Muchísimo. Como actriz me gustaría tener otros roles. Siempre se dejan llevar por mi perfil, siempre se van por lo más fácil, lo más obvio.
Claro, el estereotipo de “la fresa”.
¡Sí! Y me gustaría que me retaran, de hecho, ahorita saqué la película “Doblemente embarazada 2” por Prime Video, y es un personaje que me ayudó a salir de este perfil, hasta en lo físico, porque me tuve que pintar el cabello negro y no necesariamente tenía que ser la bonita. Me encantaría tener más personajes así, que me reten.
¿Y en la conducción de televisión?
Bueno, espero que pueda haber muchas más temporadas de “Con Carmen” y seguir aprendiendo, creo que es algo donde todavía no estoy en mi zona de confort en lo absoluto. Lo padre del programa es que con cada tema que tocamos me van a ver crecer en cuanto a conducción, pero también como persona, entonces espero que me puedan seguir viendo en esta etapa de evolución. #SARAH
Créditos: E! Entertainment @eonlinelatino