La conocimos con apenas 16 años cuando fue la contratación más joven de un naciente espacio de TV juvenil que se convertiría en uno de los más icónicos de las últimas décadas y semillero de varios personajes que hoy son protagonistas de nuestra TV. De rostro dulce y ojos profundos, muy pronto la fuimos conociendo como “Carlita” y nos acostumbramos a verla siempre en nuestras pantallas.

Han pasado más de 20 años desde el tiempo más vertiginoso del “Team Mekano”, pero Carlita siempre ha estado en nuestra retina, lo que se reforzó a inicios del 2024 cuando fue protagonista de la ruptura amorosa a la que -incluso- se le atribuye el regreso de la “farándula” a nuestra industria de la entretención. Hoy, 4 meses después de la infidelidad, de los dimes y diretes y las acusaciones cruzadas, Carlita señala en calma que “fue lo mejor que me pudo haber pasado”, y sonríe pensando en todo lo ocurrido en su vida en solo algunos meses.

Hoy es rostro de un matinal, conduce su propio podcast, se prepara para protagonizar una obra de teatro, y es la líder de su propia vida y carrera, en la que llueven las ofertas, pero que toma con calma y siempre poniendo a su hijo como prioridad. Resuelta, positiva, en calma y esperanzada, aceptó protagonizar un photoshoot con nosotros y abrirnos su corazón en una entrevista íntima. 

Partamos por tu niñez… ¿Cómo era Carlita cuando todavía era Carlita?

Una Carlita chica, hija de papás separados, después mi mamá se vuelve a casar. Tengo dos hermanos que son 14 años menores que yo, hay harta diferencia de edad. Y bueno, también siendo niña entré a la televisión, me presenté al Miss 17 teniendo 15 años y salí “Miss rostro”.

¡Obvio!

Sí, con esta carita que Dios me dió (ríe). Y ahí me vio Alex Hernández y me invitó a ser parte de Mekano. Hicimos un móvil con el Miss 17, fue un día sábado, y el día lunes me llama Álex y me dice que quiere que sea parte de un espacio de música del programa. Estuve en eso un tiempo, no me gustó y me fui. Luego pasaron dos meses y me llaman de nuevo para ser parte de un ballet que se estaba formando, y aunque yo no bailaba, me sumé.

Pero en ese tiempo todavía no era el boom de Mekano, ¿cierto?

Claro, en ese momento pasamos de ser un programa visto a ser un programa que marcaba 52 puntos de rating, ¡una locura! Salir a la calle era imposible y en ese tiempo no existían las redes sociales, imagínate. Era solamente la tele y marcó una generación completa, ahora me doy cuenta. 

Mekano era un programa que mostraba a personas super distintas entre sí, se notaba mucha diferencia sociocultural entre los participantes del “team”, ¿eras consciente de ello siendo niña?

Sí, lo veía, pero también hacían que uno lo notara. Nosotros sabíamos que había un prototipo de niña para cada persona en la casa, para que se identificaran con ella, y desde ahí siempre traté de mostrar una diferencia con lo que a mí me gustaba o con lo que yo me sentía cómoda, que no me obligaran a ser igual a las otras chicas y que no me obligaran a usar mini o peto. Yo me sentía bien con jeans, con zapatillas.

¿Y te respetaban?

Era una lucha constante, pero obviamente cuando hacían el “Miss paradero”, por ejemplo, o cualquier cosa que inventaban para que uno saliera en bikini, lo tenía que hacer porque era mi trabajo y era difícil ir a la pelea.

En tu tiempo en Mekano destacabas harto, ¿había un favoritismo contigo?

Creo que en mi caso aproveché todas las oportunidades que me dieron tratando de hacerlo lo mejor posible. Fui super responsable, si me llamaban para grabar una nota en la mañana y después ir al programa lo hacía. Era super disciplinada, aunque eso generaba rencillas dentro del equipo y me tildaban de la favorita, la protegida. Me pusieron varias etiquetas.

¿Las compañeras o el público?

Las compañeras, el público para nada. 

¿Tuviste alguna confrontación fuerte con alguna compañera?

Sí, tuve uno super fuerte.

¿Podemos recordar con quién?

Sí, pero no voy a profundizar. Fue con Cathy Barriga.

Eso se mantiene hasta hoy parece…

Sí, ahí nació (ríe). Fue un momento super incómodo y difícil en comerciales del programa, siendo ella harto mayor que yo, no recuerdo cuánto, pero harto más grande que yo.

Dijiste en La divina comida que era falsa como persona y que te había tratado muy mal…

Sí, y fue por lo que viví en esa época en el programa.

Y ahora que lo está pasando tan mal, ¿sientes que la vida se la está devolviendo?

Sí, hay alguien que todo lo ve. Yo creo que la vida se encarga.

“MEKANO SERÍA HOY UN PROGRAMA SUPER FUNABLE”.

Mekano es sin duda un hito en la TV nacional, probablemente solo comparable con la época de “Música libre” en los 70, y varios rostros de la farándula local nacieron en este icónico espacio. Pero si miramos en retrospectiva, probablemente observaríamos varios elementos que hoy serían, al menos, cuestionables. 

Carlita, hoy nuestra TV ha generado un regreso triunfal de la farándula como género, pero, ¿y si volviera Mekano? Sería un formato súper cuestionable, ¿no?

Sería super “funable”, super criticado.

Pero en la “época Mekano”  se normalizaba mucho la misoginia, el sexismo, sexualización de la mujer… ¿Cómo lo ves hoy?

Sí, es súper heavy. Por ejemplo, “el baile del colalés”, bailaba esa canción con 16 o 17 años y era heavy como la cámara se ponía encima tuyo cuando la coreografía indicaba que te sacaras el colalés y lo mostraras. O el doble sentido de muchas canciones, imagínate la que dice “y si ella se porta mal, dale con el látigo. Se sigue portando mal, dale con el látigo”. En esa época lo teníamos super normalizado, creo que lo único que me incomodaba era ponerme bikini y salir con taco y ahí me tocaba marcar límites. Pero si hoy el programa existiera, creo que no tendría ningún éxito.

¿No hubo nadie en tu familia que encendiera una luz de alerta y dijera, “oye, mi hija de 17 años está mostrando el colalés en televisión”?

No, pero lo que si me exigían harto era que yo rindiera en el colegio. Mi mamá me acompañó a la primera reunión con Alex Hernández y me preguntó si yo quería hacerlo y le dije que sí, y me dijo que no podía faltar ni descuidar los estudios. 

¿No te cambiaste a una modalidad de menos horas o algo así?

Sí, pero solo en cuarto medio. En agosto de ese año el ritmo era muy agotador, me quedaba dormida en clases y ahí el colegio me dio la opción de dar exámenes libres, faltando un par de meses para terminar el año. Mi mamá fue súper estricta con el colegio y con las advertencias sobre las drogas, el carrete y todo lo que me podían ofrecer en este nuevo mundo. 

Tu hijo está muy cerca de cumplir la edad en la que tú iniciaste en Mekano, ¿si se le presentara una oportunidad como esa, lo apoyarías?

A Mariano (hijo) le gustan mucho las comunicaciones, de repente hace campañas conmigo en Instagram y no tiene problemas. Hace dos años hizo un comercial de una multitienda y le gusta. Yo le pregunto si lo quiere hacer y me pregunta, “¿cuánto me pagan?” (ríe) y decide si lo quiere hacer o no, y va juntando plata, ahorra. Pero si él me pidiera algo que yo veo que no es correcto para él, no sé si lo acompañaría tanto. 

Carla, a propósito de los honorarios… ¿Es verdad o mito que en Mekano les pagaban muy poco?

Es verdad. Cuando entré me pagaban 120 lucas mensuales. No era nada, pero yo tenía 16, entonces me alcanzaba hasta para ahorrar, porque vivía con mi mamá, entonces no tenía muchos gastos. 

¡Y era toda la semana y muchas horas!

Sí, eran hartas horas, y después mientras iba creciendo el programa fui negociando, y después fue aumentando ese sueldo. 

Ya, pero tu sueldo se incrementaba con eventos en discotecas, me imagino….

Sí, pero a mí no me dejaban hacer tantos eventos.

¿Quién no te dejaba?

Alex (Hernández) me cuidaba harto, como niña. Me decía, “tú no eres para estar haciendo eventos en discotecas”.

¡Tú no eres como tal persona!

Literal me lo dijo un par de veces, con nombre. Y para mí era super injusto, porque veía a mis compañeras haciendo eventos todos los días.

Pero en retrospectiva, ¿fue bueno eso?

Sí, yo lo agradezco. Lo agradezco desde el tema de los eventos, pero también en otro aspecto. En algún momento me puse a carretear un poco más y él (Hernández) me llamó a la oficina y me dijo que tenía dos caminos: “o sigues carreteando y vas a terminar fuera de esto en un par de meses, o el camino “b” donde vas a poder hacer carrera y crecer”. Y obviamente yo preferí el buen camino, y seguir aprovechando las oportunidades que el programa me daba.

¿Había buena onda en el team?

Sí, siempre me llevé bien con todas. Con algunas éramos amigas y con otras solo compañeras, pero siempre buena onda, de repente si me pedían ropa prestada, yo la prestaba…

¿La ropa era tuya?

Sí, toda era mía. 

Y te la tenías que comprar con las 120 lucas… un outfit distinto para cada día…

Sí, tenía que ir a Patronato y uno hacía maravillas con poca plata. Después hubo marcas que me empezaron a pasar ropa o zapatillas, ahí se alivianó la carga.

¿Eras tú en Mekano o era un personaje que construyeron para ti?

Era yo, siempre fui yo.

¿Siempre supiste que eras muy bonita? Porque la mayoría de las chicas muy bellas pintan una historia de “patito feo”…

Yo creo que tuve un periodo de cuando era muy chica que era muy linda; en la época Mekano, más o menos. Hoy me siento hermosa, siento que estoy en mi mejor momento, me miro al espejo y amo cada cosa de mí. Cuando uno está en un programa juvenil vives en cuestionamientos por si te sale un poco de guata o si te sale celulitis. De hecho, una vez un gerente del Mega me mandó a bajar de peso, porque un verano me alimenté mucho de hamburguesas y al regresar en marzo tenía que hacer una serie, entonces me llamaron y me dijeron que tenía que ir al nutricionista, pero no fue en mala, solo me dijeron que necesitaba bajar.

¿Te tocó ver a personas con desórdenes alimenticios notorios?

Tenía compañeras que se alimentaban con puro quesillo y lechuga, que iban al gimnasio todos los días o que se pinchaban quemadores de grasa para estar más flacas…

¿Conservas amigas desde esa época?

Sí, solo una. La Guadalupe Fernández, que es argentina, la conocí en el Team Mekano y hasta el día de hoy es mi “sis”.

¿Y Álex Hernández? 

No. Nunca más hablé con Álex. Trabajé con él en Chilevisión después y de repente por cosas de la vida tuvimos una discusión. Intenté arreglar las cosas, un día le mandé un mensaje diciéndole que lo quiero mucho, pero no pasó nada.

¿Tienes hoy palabras de agradecimiento para él?

Totalmente, ¡todas las palabras! Él me descubrió, si no hubiese puesto los ojos en mí, mi vida hoy sería completamente distinta. Le agradezco la posibilidad de bailar y de actuar, lo  que me ayudó a descubrir que podía estudiar teatro, y es algo que hago hasta hoy.

Hay muchas personas que iniciaron el camino contigo en Mekano, pero tú hiciste una carrera que te hizo permanecer en TV por más de 20 años, ¿qué elementos hubo en ti que te hicieron permanecer?

Lo que me dice la gente es que tengo ángel. Pero creo que lo que me ha hecho perdurar en el tiempo es el cariño de la gente. Siempre he tenido muchos seguidores en redes sociales, creo que en esa época logré entrar en sus corazones.

Pero después de tu separación, ese cariño se volvió más fuerte, es una suerte de “apapachamiento” que la gente tiene para contigo… Algo medio paternal, ¿no?

Sí, harta protección, harto amor. Obviamente hay haters también, pero el 95% de lo que recibo es cariño, apapacho, mensajes de “estoy aquí contigo”, es súper bonito.

¿Qué porcentaje de tus seguidores es mujer?

El 80%, la gran mayoría son mujeres. 

O sea que no te siguen por rica, sino por linda o por una sensación de amiga.

Y eso me encanta, me encanta que la gente me vea como una mujer linda y no una mujer rica. Es algo que he construido desde Mekano. No quiero que prendan la tele y digan, “oh, la mijita rica”, me gusta que piensen, “qué linda la niña”. Y no sé si es porque me da pudor o porque no me gusta que me vean de forma sexualizada, o una mujer sexy. Jamás he sido así.

EL PEOR/MEJOR AÑO DE CARLA JARA

Esta entrevista se realizó a principios del mes de julio del 2024, año que sin duda será recordado por Carlita como un año de gran inflexión, de profundos cambios y de profundas revelaciones. Este año descubrió el engaño de su expareja y es el año en que perdió lo que hasta hace solo algunos meses era su “familia perfecta”. Pero, además, fue el año del espaldarazo del público, de los miles de comentarios de apoyo, de las muestras de cariño, de los “Carlita, tú puedes”. El año de las más grandes manifestaciones de amor de parte de su público y sus seguidores. ¿Cómo ha evolucionado su vida tras el quiebre con su ex pareja y -por estos tiempos- estandarte de los más odiados hombres del país? ¡Se lo preguntamos!

Carla, estamos en julio y te invito a mirar hacia atrás este año tan lleno de polémicas y de dolor para ti. Tu quiebre matrimonial y todo lo que ello conllevó, ¿finalmente fue positivo para ti?

Sí, fue super positivo, me sumó. Hoy solo saco cosas buenas de ese episodio en mi vida. Uno en el momento no logra dimensionar o pensar en que todo tiene una salida, pero cuando ya pasa lo peor, cuando logras estar con los pies firmes en la tierra, miras hacia atrás y te das cuenta que todo pasa por algo. Hoy lo agradezco, lo suelto y sigo avanzando.

Siento que represento a millones de personas al preguntarte esto, en términos de parejas, ¿tienes mala suerte o tienes mal gusto?

(Ríe) ¡Las dos! 

¿Tú estabas enamorada hasta febrero de este año?

Obvio, estaba super enamorada. Para mí fue un terremoto en mi vida, todo se removió, pero cuando hay un terremoto, también todo se vuelve a encajar, todo vuelve a calmarse, las piezas se empiezan a poner en su lugar. Al final creo que era lo que tenía que pasar y hoy estoy contenta y digo, “que bueno que pasó todo esto”. Con el tiempo comienzas a mirar desde otro lugar las cosas y al analizar cómo estaba tu vida, lo que estabas haciendo, analizas que tenía que pasar lo que pasó para lograr algo mejor. 

Floreciste con todo esto…

Claro, y hoy estoy feliz. Sigo desarrollándome como mujer, intentando ser una buena mamá para mi hijo. Estoy haciendo lo que quiero, estoy en el matinal, estoy haciendo un podcast, estoy ensayando una obra de teatro, todo esto me convierte en una mujer más feliz. Me conecté con esa Carla que quizás estuvo mucho rato siendo solo mamá y dejándose un poco de lado. 

Carla, diste varias entrevistas y hablaste mucho del tema de tu separación, pero, ¿qué pasaba en lo íntimo?, ¿con quién fueron esas conversaciones en las que no hablaban de cuánta plata te debía tu ex, sino de cuán mal te sentías tú?

Fueron con mi mamá, mi hermana chica que estuvo conmigo en todo momento y mi círculo más cercano de amigas. Sobre todo una que vive a tres casas de la mía, somos vecinas. Todos los días yo me iba a su casa a tomar desayuno. Yo dejaba a Mariano (su hijo) en el colegio y me iba a su casa a conversar, fumar, llorar, y ella me decía, “en un año más, nos vamos a estar riendo de todo esto”. Y almorcé con ella hace un par de días y fue un almuerzo de pura risa, y en ese momento le dije, “que bacán que hayan pasado solo 4 meses y ya me esté riendo de todo”. 

¿Ya pasó el duelo?

Sí, cada persona tiene sus tiempos, cada uno vive su duelo a su manera. He tenido la suerte de tomar terapia, veo a una psicóloga todas las semanas y eso te ayuda a sacar conclusiones, a liberar emociones, empezar a dejar la etapa de la pena y la rabia, y así pasando cada proceso, pero acompañada de mis amigas y de un especialista. Eso hizo que mi proceso fuera más rápido que el de otras mujeres, quizás, y ojo, yo no estoy fingiendo estar feliz, estoy feliz de verdad. Uno en la vida no se puede quedar en el problema y eso siempre ha sido así en mi vida en general. Incluso el año pasado, que perdí dos guaguas y a la semana estaba trabajando animando Festikids. Imagínate lo que fue eso, era un evento con niños y a pesar de que el productor me dijo que no fuera, yo decidí hacerlo.

¿Qué te mueve a ir a hacer ese evento después de la pérdida?

Creo que eso me lo ha dado el ser actriz. El saber que hay que cumplir, tener claro que si pasa algo no puedo faltar y dejar tirados a mis compañeros. Uno es parte de un equipo. 

Después de eso, superar una ruptura amorosa es menor…

Fue una separación, no es nada tan terrible. Hay gente que tiene pocos días de vida o que tiene a sus hijos enfermos super graves y tiene que pagar medicamentos que valen 2.500 millones de pesos. Entonces frente a todo eso, lo que me pasó a mí no es nada. Obvio que duele, pero hay cosas peores en la vida por las cuales sufrir. 

Siempre se habla de las dos versiones o dos caras de la moneda, ¿por qué la gente te creyó todo a ti y nada a tu ex? 

Yo creo que la gente se da cuenta cuando uno habla con la verdad. La gente no es tonta, se da cuenta de los gestos, las miradas, uno siempre se da cuenta cuando frente a ti te están diciendo la verdad y cuándo te están mintiendo. 

Frente a todo este conflicto mediático y el asistir ambos a un programa a contar sus versiones y todo ello, ¿hay algo de lo que te arrepientas, o algo que pudiste haber hecho de otra forma?

(Piensa un momento) No, no me arrepiento. No siento culpa, porque nunca hice nada malo, solo quise transparentar las cosas. Cuando hablé fue para defenderme, para contar mi verdad.

LAS MUJERES YA NO LLORAN, LAS MUJERES FACTURAN

El 5 de abril de este año, Carla subió un reel a su Instagram mostrando un cambio de look musicalizado con lo que se ha convertido en un himno mundial de la resiliencia femenina, la colaboración de Shakira y BZRP, justo en el verso, “las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan”. Solo habían pasado algunos días desde su separación y casi como un preámbulo de lo que vendría después en la vida de la conductora e influencer, se mostraba abierta a lo positivo que arrojaría el haber sido engañada, haber terminado su matrimonio y estar en el ojo público. Tras algunos días, solo cosas buenas iban apareciendo en el horizonte de Carlita, ¿lo principal? se convirtió en una especie de reina de corazones de Chile, una amiga que lo estaba pasando mal y a la que todo el país quería abrazar. 

Te convertiste en la Shakira chilena, transformaste un engaño en algo positivo y no solo lucrativo, te convertiste en un ejemplo de una mujer golpeada por la vida, pero que lo aprovecha a su favor…

Sí, todos los días recibo mensajes de personas que me dicen, “cómo lo hiciste”, “eres seca”, “necesito un consejo” y me encanta poder demostrar que en la vida nada es tan terrible. Si miras al lado, siempre vas a encontrar a alguien que lo está pasando peor que tú, incluso es probable que haya vivido una infidelidad mucho peor. Me han llegado mensajes de mujeres que me dicen, “pillé a mi marido con mi hermana”, “pillé a mi pareja con mi mejor amiga”, “estoy embarazada y mi marido tiene una amante en el trabajo” y frente a eso de verdad pienso que lo mío no es nada, hay gente pasándolo mucho peor. 2

Siguiendo la misma analogía de Shakira, hay un momento en que el público le dice, “ya, Shakira, ya estuvo, ya basta”. ¿Ese momento llegó para ti o todavía no? 

Obvio, a mí me encantaría que no me estuvieras preguntando esto, por ejemplo. Siento que no tiene sentido seguir hablando del pasado, pero igual la gente, así como a Shakira le decían, “basta de facturar” o “ya no saques otra canción”, la gente que no sabe que yo trabajaba con mis redes sociales de repente piensa, “ay, ya, otra publicidad”, pero la verdad yo siempre lo he hecho, no es que ahora me lluevan contratos publicitarios en mis redes sociales. Pero claro, hay gente que no me seguía antes y que ahora sí, y cree que yo emerjo desde el conflicto, pero no es así.

¿Estás muy contenta con lo que has facturado en los últimos 4 meses?

¡Sí, feliz! (ríe). Estoy aprovechando las oportunidades y no tiene que ver con ser ambiciosa, sino con ver las puertas que en el camino se te van abriendo y hay que irlas aprovechando. 

Pero igual no las tomaste todas, entiendo que te llamaron de Gran Hermano…

Sí, me llamaron de los dos reality, pero no era el momento para aceptar, no podía dejar a mi hijo solo. Obviamente las lucas eran muy tentadoras, pero cuando pones en la balanza esa plata versus la familia, siempre mi hijo va a pesar más. 

Igual después de pasar por un reality, luego cuesta mucho quitarse la polera de “chico reality”, ¿no? De hecho, hay gente que no lo logra…

Claro, y se quedan con esa estampa siempre, pero en realidad las lucas no son lo que me mueve en este momento, también tenía la oferta de Top Chef por mucha plata y también les dije que no porque a mí me gusta ir a buscar a Mariano al colegio. Me gusta acompañarlo al fútbol en la tarde y eso no me lo iban a permitir estos programas, por eso al final acepté unirme al matinal (TVN), es un programa amigable con mis tiempos. 

¿Qué opinas del fichaje de Camila Andrade para Gran Hermano?

No me voy a referir a ella. 

Carlita, ¿cómo se llama el sentimiento que hoy tienes por Francisco Kaminsky?

No sé, nada. No tengo odio ni rabia, pero tampoco tengo amor o cariño. Es el padre de mi hijo.

Y lo va a ser siempre, eso tiene una cuota de resignación…

Sí, no queda otra (ríe).

Carla, en tu rol de madre, ¿cómo ha cambiado tu vida familiar, las rutinas con Mariano? Te pregunto porque antes eran más integrantes en casa…

Poco a poco nos hemos ido armando, hacemos hartos panoramas, incluímos harto a sus amigos también, que han sido un apoyo bien importante para él. Harto amigo el fin de semana en la casa, harta pijamada, varias salidas a tomar desayuno con los compañeros. Lo hemos pasado bien y, en el mismo sentido, agradezco tener trabajo, porque eso me ayuda a poder estar bien con mi hijo para poder pagar todos esos desayunos o las pizzas de los viernes (ríe). Ha sido bonito, los dos hemos ido aceptando y disfrutando esta nueva vida. 

“UNA MARIPOSA EN LA GUATA”

“Después de la tormenta, siempre viene la calma”, reza el dicho popular que en general tiene un tremendo asidero, al menos así ha quedado manifestado en la historia de Carla. Hace algunas semanas el humorista nacional Diego Urrutia subió algunas imágenes acompañado de Carla con un gran mensaje: “me retiro de las pistas, me enamoré”, señalaba, dejando a todos quienes seguimos la historia de Jara y su separación con cara de, ¿en qué momento pasó esto?

Carlita, a propósito de la campaña que hiciste recientemente con el falso tatuaje de mariposa en el cuello para crear conciencia sobre la tiroides… ¿Diego Urrutia es una mariposa en el cuello o es real? 

Es una mariposa en la guata. 

¿Es real? Porque tengo que confesarte que cuando vi la noticia pensé, “esto es una campaña para un perfume” o algo así…

Sí, es real. Y ojalá nos salga una campaña (ríe)

Cuéntame cómo se conocieron, ¡quiero saber todo!

No voy a profundizar mucho, pero lo conocí en el programa Ahora caigo. Ahí conversamos, nos reímos, hubo química. Nos empezamos a seguir en redes sociales, comenzamos a darnos “likes”, a mandarnos “fueguitos”, lo normal (ríe). Un día me invitó a un show, lo fui a ver y ahí empezamos a salir, a conocernos, es un tipo encantador, muy divertido.

¡Obvio! A eso se dedica…

Sí, pero en el día a día es así, su cabeza siempre está pensando en la talla. Creo que cuando te hacen reír y cuando esa junta con el tipo que te gusta es tan entretenida, es bacán.

¿Hay algún porcentaje, aunque sea pequeñito, de “revenge” con esto de hacerlo público?

No, para nada. De hecho yo no lo hice público, fue él.

¿Lo hablaron?

No mucho, él me dijo un día que iba a subir unas imágenes, le dije que no lo hiciera. A los días me volvió a preguntar y le dije que sí, no había maldad en ese posteo, al contrario. Él me dijo que quería hacerlo porque no había razón para esconderlo y tenía razón. Yo soy una mujer soltera y tengo todo el derecho a rehacer mi vida, a conocer a alguien, quizás fue muy pronto pero las cosas tienen que pasar, y si tenían que pasar ahora, está bien.

¿Estás enamorada?

(Ríe) Son palabras mayores…

Pero me hablaste de mariposas en la guata…

Sí, es que esta es la etapa rica… Él puso “me enamoré”, pero nos estamos conociendo, estamos felices…

¿Diego va a romper con tu racha de mal gusto y mala suerte en el amor?

Espero que sí. No sé qué pueda pasar.

Claro, nadie sabe lo que va a pasar, pero si sabemos lo que queremos que pase…

Sí, claro. Yo no me meto con cualquier persona, nunca he sido la mina que sale a carretear y meterme con alguien. No soy una mina como para ver de repente, a mí me gustan las cosas serias. 

¿Se lo presentaste a Mariano? 

No todavía. Pero sabe de la existencia de él, además tienen varias cosas en común. Diego es más chico, entonces quizás por ahí podrían conectar, pero estoy respetando sus tiempos, que llegue el momento en que Mariano lo quiera conocer. No voy a imponerlo de ninguna forma. 

¿Mariano lee redes sociales y diarios electrónicos?

Sí, lee algunas cosas. Y es algo que no le puedo prohibir porque la tecnología es algo que hoy los niños utilizan. No está todo el día viendo el celular, pero sí usa TikTok, es una plataforma que mira y de repente le aparecen cosas que quizás no me gustaría que viera, pero él es un niño inteligente y lo acepta, lo entiende.

EL REGRESO DEL PERIODISMO DE FARÁNDULA

“Volvió la farándula gracias a tí”, es una frase que Carla Jara ha escuchado varias veces durante los últimos meses. Y es que su bullado quiebre matrimonial, junto a los dimes y diretes posteriores y las repercusiones del mismo, abrieron una suerte de bóveda que los chilenos teníamos un poco clausurada: el denominado periodismo de farándula, que es una suerte de evolución/involución del otrora periodismo de espectáculos, pero con altas y peligrosas dosis de intimidad de las personas “públicas”. 

Carla es consciente de que su vida ha despertado un gran interés en las personas y algunos medios de comunicación pagaron millonarias cifras solo por saber de primera fuente su historia o la de su ex, y en este escenario al parecer retorna no solo este “género” a las pantallas, sino también el interés de las personas en general por el cómo, cuándo y por qué de las vidas de nuestros “famosos locales”.

El tema de tu divorcio no solo te trajo algunos pitutos a tí, al parecer está haciendo revivir a los opinólogos, que estaban como en peligro de extinción…

Yo creo que a la gente le gusta saber qué está pasando, somos copuchentos (ríe). Pero sí, debido a lo que me pasó se empieza a hablar mucho y, de hecho, PH (Podemos hablar, Chilevisión) comienza a ir viernes y domingo, y quizás existía una necesidad de farándula y frente a eso comienzan a hacer pilotos en el Mega, en el 13… Es muy loco saber que la gente estaba tan interesada en lo que pasaba, y yo creo que también tiene que ver con esto de que la gente ha crecido conmigo, entré a sus casas cuando yo tenía 16, ahora tengo 39.

Te ven como una sobrina, una prima…

Yo creo que soy la prima de todos (ríe). ¡La prima de Chile!

¿Te das cuenta que todo el Team Mekano, o los participantes de Rojo fama contrafama son hoy como una generación de culto para la gente? Un fenómeno parecido a lo que generaba Música Libre en los 70 y 80…

Sí, y de hecho nosotros en Mekano bailábamos canciones de Música Libre y yo pensaba, “qué heavy, ellos eran lolos y bailaban y ahora ya están viejos” y ahora pasa lo mismo, pero con nosotros… (ríe) Yo creo que Mekano fue un programa super importante en la TV chilena, quizás no entregaba cultura o no educaba, pero marcó a una generación que todavía baila las coreografías en las discos o en los matrimonios.

Carlita, en este tan bullado último tiempo tuyo, además de Diego Urrutia, imagino que aparecieron hartos jotes, ¿no?

Apareció harto hombre en realidad con hartas invitaciones, hombres anónimos y públicos. 

¿Cuál fue la red flag más grande que viste?

¡Es que si lo digo se va a dar cuenta! (ríe)

MISS ROSTRO, 20 AÑOS DESPUÉS

Carla es innegablemente hermosa, tiene unos ojos azules dulces y penetrantes y, al mirarla de cerca, es muy difícil creer que está ad portas de cumplir 40 años. Como anécdota recuerda que a los 15 años se presentó al extinto concurso Miss 17, certámen en el que obtuvo el premio a “Miss Rostro”, título que a juzgar por lo que vemos, la ha seguido acompañando hasta hoy. “Jamás me he puesto bótox”, destaca al tiempo que nos adelanta de forma exclusiva cuál va a ser su próximo paso empresarial ligado a la belleza. 

Carla, eres extremadamente linda y me dijiste que jamás te pusiste bótox, pero no te creo que no hagas nada, cuéntame el secreto…

Me quiero poner vitaminas, pero aún no lo he hecho y el resto natural, lo único que hago es usar Vitamina C todas las mañanas y una crema antiage, y estoy trabajando en mis propios productos de belleza.

¿En serio?, pero skincare o maquillaje…

Skincare, es que creo que tengo el secreto para que la gente pueda mantener una piel como la mía, entonces me asocié con unas personas y estamos trabajando en esto. 

¿Otro de los saldos positivos de tu gran año?

No, este es un deseo que yo tengo hace muchos años y que concreté hace algunos meses. Tenemos casi todo listo, los componentes, el laboratorio, los frascos, solo faltan las etiquetas, pero ya van a saber más en los próximos días.

LA (FALTA DE) SORORIDAD QUE INCOMODA

Hay una escena icónica de la mundialmente conocida serie Sex and the city, cuando su protagonista Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker) se convierte en amante de Mr. Big, mientras este estaba casado y, al ser sorprendida por su amiga Charlotte (Kristin Davis), esta la increpa por su falta de sororidad con la esposa de quien en ese momento es su amante. “¿Qué harías si la esposa fuera yo y a mí me estuvieran engañando?”, le grita a su amiga. La escena bien podría extenderse a millones de ejemplos en la vida real, donde abundan historias de engaños y traiciones similares, en una de las cuales la víctima fue Carla Jara. 

Carlita, ¿hablemos de sororidad? Sin personificarlo, ¿hay mujeres que la pierden cuando de un hombre se trata?

Sí, hay personas que la pierden cuando hay un hombre de por medio, pero no creo que tenga que ver con la sororidad, sino con los valores. Si uno tiene sus valores claros, hay cosas que uno nunca va a hacer, porque no vas a traspasar esa barrera, simplemente porque no va contigo. Ahora, cuando se juntan tus valores con la sororidad, te vas a mostrar como persona.

¿Qué pasa si esta entrevista la están leyendo chicas que hoy están siendo amantes, te atreverías a darles un consejo?

(Piensa) Yo creo que cada uno sabe dónde le aprieta el zapato, pero les diría que tengan ojo con romper una familia, porque muchas veces el hombre miente para tener un romance o algo diciendo que no está bien con su pareja o que están durmiendo en habitaciones separadas, y siempre es la misma historia. 

Si les gusta alguien que está casado, preocúpense primero de averiguar bien qué es lo que está sucediendo en esa relación antes de romper un matrimonio que quizás no está tan mal como el hombre dice.

¿Es verdad que tu exmarido te acusa de haberle arruinado la vida por hacer público todo el tema del divorcio?

Es verdad, pero yo no siento culpa por nada porque yo no he hecho nada malo. 

Tu podcast imagino que tiene toda esta impronta de resiliencia femenina, ¿no?

Sí, el podcast tiene mucho de eso. Estamos haciendo comunidad, siempre tocando temas muy femeninos, temas que a veces en TV no se pueden tocar, pero hoy el streaming lo permite. Hay tantos temas, desde la sexualidad, desde nuestros cuerpos, hemos tenido muy buenas invitadas y estoy super contenta con el podcast, con la gente que nos ve en Youtube y nos escucha en Spotify, ha sido muy bueno.

¿Estás en tu mejor momento?

Totalmente. Antes uno veía a las personas de 40 años como señores que ya habían cumplido sus metas y todo, pero ahora siento que a los 40 recién empiezas a concretar tus metas y recién inicias porque tienes claro, recién ahora, lo que quieres. Estoy cumpliendo 40 en unos días y me siento increíble. #SARAH

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