Esta mujer posee el magnetismo de Marilyn Monroe (y la misma estatura, por cierto), un carisma que nos hace recordar a las supermodelos de los 90, piel de porcelana cual pintura de Botticelli, cabello platinado y sensuales ojos miel. ¡Es modelo!, pensará usted; debe ser bonita, y sí, lo es, pero hay más que solo belleza en esta joven de 24 años que minutos más tarde nos sorprendería tanto con sus palabras como con sus fotos que a diario acumulan miles y miles de corazones de Instagram. 

Javiera Wayne representa a la perfección a una nueva generación de referentes: avasalladora, contestataria y con un discurso potente; pero ese desplante no siempre fue parte de su esencia. Para llegar donde está tuvo que cruzar el lado oscuro de la adolescencia. La joven creció llena de inseguridades, bullying, depresión, bulimia y a veces la angustia era tanta que incluso se autolesionaba. Pero al terminar el colegio logró dejar esos fantasmas en el pasado y supo ver lo maravillosa que es. “Tuve un proceso de descubrimiento, encontré las cosas que amaba. Fui dueña de mi vida cuando salí del colegio, que para mí fue una cárcel”, recuerda.

Javi es una artista completa; no solo es modelo, también es actriz, tiene una voz privilegiada y es maquilladora profesional. Fue gracias a esto último que comenzó su carrera frente a las cámaras. “Siempre me gustó el maquillaje. Desde muy pequeña tuve dos referentes increíbles: mi abuela y mi mamá. En el colegio siempre me retaban porque me maquillaba demasiado, pero era mi manera de defenderme y sentirme linda; era una protección”. 

¿Por qué era una protección? 

Por todo lo que sufrí en mi adolescencia. El maquillaje era mi refugio, un lugar donde yo me podía querer y sentir bonita sin esa autopercepción que tenía de mí, que era fea. 

WE LOVE JAVI

¿Cómo llegaste al modelaje? 

Empecé a ser maquilladora para las sesiones de mi amiga Paloma (@palomafuentesph), que es fotógrafa. Ella me hizo fotos que subí a Instagram, la gente me pedía más y fui soltándome, además aproveché cada oportunidad. Un día me llamó mi ex booker para decirme que me habían visto en redes sociales y que me querían urgente. Para mí fue un shock, nunca pensé que con un cuerpo como el mío podía ser modelo, y de ahí empezaron a pasar muchas cosas.

Ahora eres parte de We Love Models, una agencia súper inclusiva, pero ¿qué te parece el panorama de las agencias en Chile?

Estoy muy contenta en mi agencia porque es de las pocas que cuenta con diversidad en sus modelos. Tengo compañeres trans, plus size, y no es así con otras agencias que conozco, a las que les ha costado un poquito más ceder al cambio, a tener una sociedad más sana mentalmente, sin estereotipos tan marcados.

¿Las marcas y los diseñadores nacionales se han adaptado a la idea de incluir todos los cuerpos?

Creo que ha habido un despertar en algunas marcas, pero no ha sido suficiente. Doy gracias por poder trabajar en un lugar donde la diversidad no es solo de una temporada. Creo que el retail ha fallado, he visto poca publicidad con mujeres u hombres gordos. Yo no juzgo a las modelos clásicas porque ellas están trabajando, pero sí juzgo a las empresas porque si no avanzan se van a quedar atrás; es el caso de muchas marcas que no quisieron aceptar que existe esta realidad… y ahora están en quiebra.

¿En algún momento sufriste algún tipo de discriminación dentro de la industria?

Sí. Han sido muy poquitos los encuentros que he tenido, pero han existido. Yo siempre me encargo de hacer notar cuando no estoy cómoda. He tenido que lidiar con comentarios de mierda toda mi vida, pero en mi trabajo no lo voy a aceptar, y menos cuando me están llamando por ser la modelo gorda. El ambiente de la industria de la moda tiene que ser sano para todas las mujeres y hombres que entren.

¿Quiénes son tus referentes?

Marilyn Monroe y Anna Nicole Smith. El rubio es por eso. Siempre quise ser rubia, más que por el estereotipo, yo me sentía rubia, para mí significa poder. También amo a Beyoncé, a Ashley Graham, creo que ella es increíble, la gente no sabe, pero viene haciendo modelaje plus size desde hace mucho tiempo. Hizo un cambio importante en la industria de la moda. 

¿Cuál ha sido la experiencia más increíble que has vivido como modelo?

¡He hecho tantas cosas! He viajado a lugares que jamás pensé. Me invitaron a la fiesta de Cardi B en 2019, en Los Ángeles, por Fashion Nova; ¡fue muy bacán! Viajé a Cuba con Corona y tengo la suerte de trabajar con mis mejores amigas. 

Soñemos un poco, ¿con qué marca te gustaría trabajar?

¡Versace! Yo me veo ahí, te lo juro, porque si yo fuera a Yves Saint Laurent me pegan una patada, pero si voy a Versace igual me aceptan (ríe).

HABLEMOS DE BODY POSITIVE

El body positive es un movimiento mundial que busca la aceptación del cuerpo tal cual es, dejando de lado los ideales de belleza caucásicos y estereotipados impuestos por años por la moda y la publicidad. En palabras simples, es ser feliz en la propia piel. Pero por más sencillo que suene, ha generado más de algún debate, especialmente en redes sociales. En enero pasado, la influencer Dani Castro dio su opinión sobre el movimiento, argumentando que no se sentía cómoda en su cuerpo por haber engordado en cuarentena, lo que generó una gran batalla de dimes y diretes en redes sociales. 

¿Qué te parecieron los dichos de Dani Castro?

Bueno, yo dije unas palabras sobre eso en mi Instagram porque me pareció súper desafortunado su comentario. Entiendo de dónde viene, de la presión, de las inseguridades, pero no tiene por qué hablar de “comer como chancha”. Dijo palabras tan fuertes y ella como rostro público, con varios años en TV y redes sociales, debería saber abordar a masas. No puede decir “soy guatona, subí cinco kilos”. Yo no estoy preocupada de tu peso, ojalá tú estés feliz con tu peso, porque yo estoy feliz con el mío, pero no me vengas a decir que no somos sanos cuando no conoces a la gente. No es nada personal con ella, no la conozco, pero espero que haya aprendido.

Y referentes nacionales del body positive como Anto Larraín, ¿qué te parece?

Me encanta el trabajo activista que hace la Anto, yo no podría hacer ni la mitad de las cosas que hace. Está demasiado comprometida con la causa, todos los días dando el mensaje. Es una mujer demasiado poderosa y he aprendido mucho de ella.

Eres una propulsora del amor propio, ¿qué significa para ti?

Es lo más importante que me ha tocado aprender, se necesita todos los días, si te dejas un poquito es muy fácil irse a la cresta. Me considero una mujer exitosa y eso se debe 100 % a que he tenido amor propio. He tenido que decir cuando algo no me gusta, cuando algo sí me gusta, cuando me tengo que creer el cuento. Nada de las cosas que me están pasando hoy me estarían pasando si no tuviera ese cuidado conmigo misma: estar recordándome lo importante y valiosa que soy.

Bueno, pero no eres modelo por tener amor propio solamente, cuéntame tu rutina de belleza…

¡Hago toda la rutina skincare coreana! Uso crema de cafeína para las ojeras porque las tengo demasiado oscuras. Ahora voy a una nutricionista y estoy contenta porque había dejado de lado el deporte. Me hace muy bien la actividad física, estar en contacto con lo que llevo a mi cuerpo, porque si bien soy modelo plus size y amo la comida, también quiero cuidar mi cuerpo, hidratarme, estar en buen estado de salud. El body positive no se trata de ser sedentario, sino de encontrar el amor en ti mismo.

¿Te acomoda el concepto plus size?

A mí me importa que haya mi talla y que haya la talla de la chica que quiere ocupar cierta prenda. Lo que me da un poco de nervios es esta diferencia que hacen con las modelos: las clásicas y plus size. No tengo ningún problema con que digan que soy gorda, pero soy modelo antes que otra cosa.

Hoy hablamos de gordofobia porque estamos visibilizando un problema que durante años se veía como algo normal, ¿qué te parece que por fin rechacemos este tipo de discriminación? 

Encuentro que está tan bien que se hable de la gordofobia, porque es una fobia. A la gente gorda se le cierran mucho las puertas. Se les asocia a lo ordinario, a lo insalubre, a la precariedad, y eso es algo cultural y político, no solo en Chile, sino en el mundo también. Yo con mi peso estoy bien de salud, no tomo bebida, no fumo, soy vegetariana, ¿y esa persona que me juzga por mi peso tiene las mismas precauciones? Probablemente no. Y he notado el trato distinto de la gente cuando he estado más delgada…

Claro, siempre que la gente realiza estos comentarios apela a la salud.

¡Sí! Cuando fui bulímica y estuve en mi peor momento, me hospitalizaron con neumonía. Estuve dos semanas muy mal. Mi meta era estar flaca porque para mí eso era estar sana, y cuando estuve flaca estuve a punto de morir. No es felicidad ser flaca, incluso a las mismas personas flacas las molestan. La gordofobia es un tema que hay que hablar, de verdad gracias por preguntármelo, porque hay que visibilizarlo. 

¿Crees que el feminismo influyó en que esta evolución fuera posible? 

Sí o sí, porque estábamos todas acostumbradas a cómo debería ser una mujer, cumplir con ciertos roles sociales, físicos y psicológicos, y al final te das cuenta de que no le debemos nada a nadie. No tengo por qué complacer la figura 90-60-90 que está creada por una sociedad machista misógina. A mí me encantan mis curvas y me encanta mi sensualidad. Antes no pensaba así. Cuando llegó el feminismo a mi vida perdoné mucho a la gente, y me perdoné a mí misma.

DIVA VIRTUAL

Javi se mueve en el mundo cibernético como la experta que es: tiene 67.000 seguidores en Instagram y 19.000 en TikTok. Y no solo muestra su trabajo y talentos, sino que también da su opinión sobre las diferentes situaciones que estamos viviendo como país, como el pasado estallido social: “Vengo de una familia de clase media, donde a veces nos faltó para pagar la luz, pero es difícil cuando en tu misma familia piensan distinto, y darse cuenta de que lo que te enseñaron toda tu vida no tiene que ver con la realidad colectiva, eso me hizo despertar. Ahora soy más consciente, empática y agradecida”, señala.

¿Qué tan importantes han sido las redes sociales para tu carrera? 

¡Muy importantes! Es la era de todos los que creamos contenido. Yo me imaginaba de chica haciendo esto, pero con la tecnología de hace 15 años no lo hubiera podido lograr. Mi trabajo es mi celular y mis redes sociales. No hago otra cosa. Vivo para esto. 

¿Qué te dice la gente? ¿Cómo te llevas con tus seguidores?

Me llega de todo: siempre están los enamorados (ríe), y las cosas malas trato de no verlas. A veces hay mensajes muy fuertes y personales, y no siempre los respondo porque hace unos años me metía mucho en la vida de las personas, y no soy psicóloga, por más que me encantaría escucharlos tres horas igual absorbía un poquito de eso, y me hizo pésimo. 

EN LOS OJOS DEL MUNDO

Hace poco Calvin Klein reposteó una foto tuya ¿cómo sentiste ese boom?

La recepción fue heavy, mi post en Calvin tenía más likes que las fotos de Bella y Gigi Hadid, y fue gracias a la buena onda de la gente. La foto tiene más de 2.000 comentarios y los posts de Calvin normalmente tienen 200. Sentí eso de ser chilena en otra parte, todo el mundo apoyando; se sintió el patriotismo.

¿Y de Calvin te dijeron algo?

Te juro que fue una bomba, estoy contenta porque ya quedamos en contacto con la marca y se vienen cosas más adelante. Quizás mucho mejores, yo sé que sí. 

Eres una referente para muchas personas y tu mensaje es clarísimo, ¿sientes cierta responsabilidad?

Si, siento que hay que tener cuidado. No vivo con miedo, pero sí tengo que ser respetuosa, digo lo que pienso de la mejor manera porque hay que generar espacios de conversación y no de pelea.

Eres súper natural en tus publicaciones, ¿qué te parece la “sobreedición” que hacen algunas personas en sus fotos para redes sociales? 

No me gusta, siempre tengo debate porque encuentro que está bien borrarte una espinilla, pero no me voy a borrar estrías, marcas… Creo que genera más inseguridades en la persona que se edita que en la que lo ve, porque no eres tú, genera disforia. Yo nunca aprendí a ocupar edición (ríe), pero conozco a gente que lo hace y al final terminan sufriendo el doble, porque la gente se da cuenta de todo.

¿Viene la internacionalización de tu carrera?

¡Ay! Estoy esperando que eso pase, quiero comerme al mundo entero, tengo tantas cosas que decir, mostrar y compartir que me veo sí o sí en el Times Square, mi rostro, mi nombre… ¿por qué no? Quizás cantando, actuando o modelando.

Hablando de eso, ¿qué te gustaría hacer en música y actuación?

Tengo un proyecto del que no puedo dar detalles todavía, pero se viene muy bacán, no voy a especificar en cuál de estas áreas es, pero estoy muy contenta porque ha sido algo en lo que he trabajado el último medio año, en cuarentena, y saldrá en abril ¡por fin! 

Entre tantos proyectos, ¿te alcanza el tiempo para estar en pareja?

No, estoy soltera, ¡estar soltera está de moda! (ríe). La verdad siempre quise tener pareja, hace mucho tiempo no estoy con alguien, pero justo estoy en un momento en que quiero estar enfocada en mí.

Hemos dejado un año complejo, ¿con qué sueñas para el futuro?

Sueño con salud, quiero estar sana porque así puedo hacer todo. Sueño con que me vaya bien en el proyecto que se viene porque le estoy poniendo mi corazón. Sueño con más justicia en nuestro país, donde las fuerzas policiales no sean tan abusivas. Sueño con que mis amigues puedan ser libres, sin homofobia ni machismo. Sueño con una mejor sociedad.

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