Como todo buen periodista, enfrenté esta entrevista con mi dossier de preguntas, una pauta menos rígida, y una gran investigación previa de mi entrevistada. La mujer más viral de los últimos años, una latina orgullosa de su origen, de su piel, de sus rasgos, de ser mujer, y que comparte todo ese orgullo a diario a través de sus redes sociales. Estaba en eso, repasando mis apuntes, cuando escucho… “¡Buenas bueeeeenas Horacio! ¡Qué rico verte!” Y justo en ese momento la pauta se me desdibujó, me cambió el switch completamente y me elevé anímicamente a lo que podríamos definir como “la experiencia Chiky BomBom”.
Y es que esta mujer, mundialmente conocida por su video viral en el que dice con envidiable ritmo “Tengo la personalidad, tengo la personalidad, ¡la tengo, la tengo!”, realmente irradia una energía sorprendente. Es una especie de droga sensorial que te cautiva al punto de olvidar la pauta de preguntas y simplemente dejarte llevar por el ritmo de una conversación que va desde el éxito hasta los puntos más débiles de una mujer que —por lo que logro ver— no existe en redes y en la vida real por separado; ella es un boom con o sin una cámara frente a ella. Debo confesar en este punto que Chiky irradia tanta energía que es capaz de alegrar el día a quien comparte con ella con solo algunos segundos, al menos así fue mi experiencia.
¿Sabías que todo Chile se está saludando de esa forma, con tu “buenas buenas!”?
¿En serio? Qué rico, ¡me encanta!
¿Qué se siente ser un boom tan grande?
Se siente maravilloso, se siente espectacular.
¿Te digo Chiki o te digo Lisette?
No… dime Chiky, ¡qué Lisette!, o mejor dime Bombom (ríe).
EL ORIGEN DE UN ¡BOOM!
Lisette Eduardo, más conocida como “Chiky BomBom, la Pantera”, es una encantadora dominicana radicada en Nueva York desde que era niña, que estudió educación especial, emprendió con negocios de moda, se casó, tuvo un hijo, luego se divorció y enfrentó una depresión cuando de un día a otra se vio a sí misma convertida en madre soltera. Una vida bastante normal, pensaría usted, pero Chiky encontró en las redes sociales una ventana al mundo, un escenario a través del cual decir sus verdades y realizar —con altas dosis de humor e histrionismo— una muy valorable misión: dar alegría al mundo, empoderar a mujeres, y levantar el ánimo de quienes la ven y la escuchan.
Chiky lleva años generando contenidos para redes sociales, haciendo videos, hablando a la cámara y mostrando su vida en stories como tantos otros personajes. Pero el año 2020 algo pasó, algo que dio un giro a su vida a tal grado de convertirla en la máxima queen de TikTok e Instagram: grabó el popular y un millón de veces imitado video “¡Tengo la personalidad!”. Un simple corto de algunos segundos en que le grita al mundo que se siente “rica, sabrosa, deliciosa”, porque “tengo la personalidad, la tengo, la tengo…” Sí lo recuerdas, ¿verdad?
Desde ese video, publicado en su cuenta el 2020, hasta hoy, que es panelista del programa Ojos de Mujer de E! Entertainment, ha pasado mucho, ¡y en tiempo récord! Hoy Chiky tiene la increíble suma de 2.4 millones de seguidores en Instagram y 9.5 millones en TikTok.
Partiste hace muchos años en TikTok, pero llegó el 2020 y te explota el éxito en la cara, ¿cómo fue convertirse en un fenómeno?
Mira, déjame decirte que esto fue como una segunda oportunidad, yo estoy cosechando lo que sembré. Llevo muchos años sembrando y esto ha sido una bendición para mí y para todo el que me sigue.
Relátame ese tiempo de “sembrar”, ¿cómo fue ese proceso?
Yo llevo seis años en las redes sociales, dando buen contenido, contenido orgánico, positivo, contenido limpio, pasado por un colador y sin desperdicio (ríe). Me había hecho viral anteriormente y la cosita como que bajó, y cuando las cosas fueron bajando yo me fui quedando sin motivación, no entendía nada, caí en una depresión, y después salí con el “buenas buenas”, porque cuando toca, toca. ¡Ñau!
¡Y a ti te tocó! Y el 2020 tocaste el cielo, ¿cómo cambia tu vida privada a partir de esta explosión que fue ese video tan viral?
Me hubiese encantado cambiar, y no tener que cocinar, lavar ropa, y tener a alguien que lo haga todo, pero sigo igual. Trabajo más que antes, pero estoy sumamente feliz, porque ya estaba aburrida de estar siempre en casa, solo haciendo las cosas cotidianas. Ahora tengo más trabajo, pero sigo haciendo lo mismo. Me encanta estar ocupada, porque cuando hay tiempo libre como que el diablo te usa y comienza a meterte cosas en la cabeza, por eso me gusta estar constantemente trabajando sin descanso. Cuando no estoy haciendo contenido para las redes sociales, estoy haciendo las mismas cosas en la casa que hacía antes.
¡Y ahora saltaste de las redes sociales a la TV!, y además en el canal de entretención más importante. ¿Qué significó ese llamado de E! Entertainment?
(Grita de felicidad) Mírame la sonrisa, mi amor. ¡Tengo una emoción muy grande! Esto es un sueño para mí, es un sueño sumamente grande que estoy cumpliendo junto a E! Entertainment. “Ojos de Mujer”, que se estrenó en diciembre, ha sido un boom. Lo siento desde el primer día que comencé a grabar el programa porque se le está dando la oportunidad a diferentes mujeres a que se expresen y que den su punto de vista orgánicamente, diferentes puntos de vista, pero con el mismo propósito, que es empoderar.
Las mujeres compiten mucho entre ellas, ¿no? Pero a ti las mujeres te aman. Hay un llamado tuyo de empoderamiento y un mensaje súper power que las hace seguirte a ti, ¿cómo lo logras?
¡Las mujeres me aman! Yo creo que es por todo lo que transmito y por mi energía. Te voy a decir algo muy importante: cuando me hicieron la propuesta de ser parte de este programa, yo dije “Ay, Dios mío, ¡cuántas mujeres juntas!” Me asusté un poco, porque tú sabes que donde hay muchas mujeres, siempre hay un “tira y jala” y “tú me dices, yo te digo”, y una vaina, una competencia. Sin embargo, nosotras hicimos como un clic, hicimos como una hermandad fabulosa. Somos diferentes, pero yo las amé desde el primer día, porque sus energías son muy parecidas a la mía, son mujeres sumamente positivas, son mujeres auténticas y las amo.
¿Será que las mujeres se identifican mucho contigo?
Claro, las mujeres se identifican conmigo por lo que yo transmito. Si yo fuera de ese tipo de mujeres que anda siempre tirándole a otras, la cosa sería distinta… Pero yo no le tiro a mujeres, ¡al contrario!, les digo que debemos de unirnos más, aplaudirnos más. Los hombres se apoyan en todo, entonces ¿por qué nosotras tenemos que estar tirándonos? ¡Debemos apoyarnos!, porque todas somos diferentes, pero somos espectaculares en nuestra propia piel, entonces ¿por qué no apoyarnos más?
¿Por qué deberíamos ver tu nuevo programa “Ojos de mujer”?
Porque es el mejor show del mundo entero, mi amor, porque yo estoy ahí (ríe). En realidad, hay que verlo porque tocamos temas que otros no tocan, porque no hay censura, porque decimos lo que otros no se atreven a decir, y ahí estoy yo para decirlo todo.
En este rol de apoyar a mujeres radica también tu decisión de contar que tuviste muy malos momentos, que viviste depresión… ¿Lo pensaste o simplemente se dio?
Lo pensé, lo analicé. Porque hay que tener mucho valor para salir a contar que tienes una depresión y que te está llevando el diablo. ¿Por qué?, porque ante los ojos de otras personas yo soy como un robot, yo soy feliz, y no tengo caídas. Y para mí era muy importante que las personas entendieran que no siempre es “Buenas buenas”, que yo soy un ser humano, que tengo mis altas y mis bajas. La diferencia está en que yo aprendí a luchar sin fuerzas, yo me puedo caer y no importa las veces que me caiga, pero cuando me levanto, mi amor, me levanto más fuerte que nunca, como el ave fénix. Entonces eso es lo que quiero transmitir al mundo, y no solo a las mujeres, al mundo: es normal que te sientas mal, es normal que pases por depresión, porque tú no eres un robot, pero es tu responsabilidad si quieres morir ahí, es tu responsabilidad si te quieres quedar en ese hoyo, y como yo decidí salir, quise expresárselo al mundo y compartirlo con todos para ayudar. Porque mi único motivo fue ese, ayudar.
La depresión es como una sombra que está ahí siempre y que en cualquier momento puede volver, ¿lo vives como una pelea constante y diaria?
¡Constante, mi amor! Y qué bueno que me lo preguntas, porque esto es muy constante. Hoy por ejemplo yo me levanté “down”. Llevo varios días así, como sintiéndome desanimada, como que no quiero hablar con nadie, pero hoy cambié eso, lo cambié por completo, porque yo vivo de esta “guasacaca” y el simple hecho de estar hoy dándote una entrevista me llena, me pone feliz, ¡me pone rica!, y todo cambia… Eso quiere decir que durante el día todo va a ser espectacular.
¿Qué más te hace feliz?
A mí todo me hace feliz… El trabajo me hace sentir muy feliz. Amo lo que hago, tú no te imaginas cuánto… esto es increíble.
¡Se nota! Háblame de tu vida de influencer, de vivir con la exposición que significa tener a millones de seguidores atentos a lo que haces diariamente…
Maravilloso, es lo mejor que me ha pasado en toda la vida. Yo hice una carrera de educación especial, o sea, yo debería ser una maestra de niños, pero Dios tomó la decisión de que yo fuera influencer, entonces me lo gozo y me lo vivo. Mi vida de influencer es maravillosa, ¡me encanta!
Hay muchos jóvenes que quieren ser influencer, que lo buscan diariamente, ¿algún consejo para ellos?
Que crean en ellos mismos, que sean auténticos, que no se enfoquen en la luz de otras personas. Todo el tiempo tienes que saber lo que vas a hacer y cómo lo vas a hacer, creyendo siempre en ti, porque lo que le funciona a una persona no necesariamente te va a funcionar a ti, y la clave está en ser auténtico. #SARAH
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