De profesión enfermera, Carolina se reconoce a sí misma como una profesional inquieta, pero no tanto como para poder trabajar en los clásicos turnos de enfermería en los hospitales y grandes clínicas. “No quería hacer más turnos”, señala, al comentar cómo fue que cambió completamente de rubro al poco tiempo de haber egresado de la universidad, para iniciar un exitoso camino en el mundo de la tecnología y optimización de procesos clínicos de la mano de una empresa multicontinental.
“Esta empresa tenía a cargo la implementación del registro clínico electrónico de Clínica Las Condes. Fue la primera en latinoamérica en tener un sistema de gestión clínica world class y mi primer desafío en el área de administración e investigación de enfermería aplicada”, recuerda Carolina. Armada con un inglés perfecto y de la mano de esta empresa, comenzó un largo periplo por España, México, Brasil y Estados Unidos. En paralelo, realizó un MBA en administración de empresas de salud, hasta que llegó a su vida un proyecto más importante que recorrer el mundo: ser madre.
Casi como si su destino fuese cambiar de país cada cierto tiempo, junto a su familia decidieron iniciar una nueva vida en Suiza, decisión que apoyó por razones laborales de su marido, y desde ese momento comenzó a dedicarse de lleno a su maternidad. “Suiza es un país muy caro y yo no estaba trabajando, entonces ahí empecé a pensar en qué hacer y, como enfermera, siempre me gustó todo el tema estético, pero lo veía como un hobbie. Estando allá comencé a estudiar y a perfeccionarme en el área».
LA BELLEZA COMO PROFESIÓN
Viviendo en Suiza, Carolina relata que descubrió algo que la dejó “en shock”: la cosmética coreana. Simplemente se enamoró de lo natural, lo efectiva y, sobre todo, del proceso de gestión de envíos en Europa. “Yo pedía el producto que quisiera y en 5 días llegaba a la puerta de mi casa. Además en Europa, las restricciones en las compras se dejan a riesgo personal y no de la empresa proveedora. Fue así como esos días felices pero agotadores con un bebe de 12 meses, mis escapes fueron el estudio y el shopping de belleza, fue así que conocí a la marca Zena Cosmetics y el famoso Hyalnano filling. Nunca me imaginé que este sería el primer producto en traer a Chile y que marcaría el comienzo de The Beauty en Chile”.
“Ellos lo vendían como ácido hialurónico en nanopartículas con un efecto de relleno facial, lo compré para usarlo yo y ahí partió todo. La marca tenía una oficina en Polonia y yo estaba al lado. Viajé a Polonia, conocí a la gente de la marca y empecé a importar este producto a Chile”, recuerda.
A pesar del desafío de introducir al mercado chileno una línea de productos desconocida, la profesional tuvo tal convicción con los resultados obtenidos en su piel, que inició una relación comercial con Corea a la que pronto sumó otros “productos estrella”, como el Peeling de algas, uno de los más reconocidos hoy.
Tras esta incipiente pyme formada por Carolina desde Suiza con la importación de productos coreanos para el mercado chileno, sucedió lo obvio. Comenzó a trabajar con otros productos y marcas de las que se convirtió en la representante exclusiva para nuestro país.
Estos productos nuevos requerían también conocimientos sobre la aplicación, los procedimientos, porque además Corea tiene una cultura muy distinta…
Sí, y por eso lo asumí de forma super profesional. Al mismo tiempo que los iba probando, me fui especializando. Hice todos los cursos que pude en Europa sobre estética, los más avanzados los hice en Inglaterra, luego me especialicé en labios en Polonia. La clínica de hecho es conocida en Chile por el aumento de labios, porque uso una técnica de verticalización que he ido adaptando a través de los años y con toda la inversión en capacitaciones que he tomado hasta hoy.
¿Cómo era esto de vender a Chile sin estar acá?
Empecé a viajar a Chile constantemente, no solo por los productos e importaciones, sino también por los tratamientos. Creé una cuenta de Instagram que mostraba mis resultados en aumento de labios y la gente me empezó a conocer. Mi idea era tener una especie de catálogo con mis resultados en pacientes que traté en Europa, con el objetivo de poder dar a conocer mi trabajo una vez estuviese de vuelta en Chile. Pero las cosas fueron en otro rumbo y la gente empezó a seguirme y a valorar mi trabajo, hasta el punto de tener lista de espera para los servicios.
¿Cada cuánto venías?
Comencé a viajar tres veces al año a Santiago, me arrendaba una consulta en Las Condes y atendía ahí. Hasta hoy recuerdo a todas esas pacientes que confiaron en mí cuando en Chile nadie me conocía. Les guardo a muchas de ellas un especial cariño.
¿Cuánto duró este ritmo?
Estuve así hasta el 2022 que volví a Chile y ahí partí con la clínica. Al inicio obviamente eran poquitos pacientes pero desde el minuto en que comencé a promocionar los tratamientos coreanos, la agenda reventó y ya no tenía capacidad física para poder aumentar los cupos. En poco menos de un año nos cambiamos de oficinas y comenzó la tarea más difícil de todas: formar equipo y darle forma a este proyecto cuyo objetivo es completar el ciclo de atención no solo de pacientes en busca de servicios, sino también de los profesionales que venden servicios estéticos.
¿Y ahí surge la academia?
Es un área en Chile que aún está en pañales y yo como enfermera sé perfectamente lo que necesitamos. Un solo espacio donde recibas además de los productos, las capacitaciones de acuerdo a estándares de seguridad clínica y el servicio y soporte post venta. Las enfermeras intervenimos en la salud del ser humano a lo largo de todo el ciclo vital. Con los cambios en las expectativas y en la calidad de vida, la salud mental tiene un fuerte componente en la autoimagen y la autoestima, poniendo a los servicios estéticos como una necesidad que va en aumento y es transversal a los grupos etarios.
¡Pero ha sido todo super rápido! ¿Cuál ha sido tu receta?
En la clínica tiene que ver con los procedimientos que ofrecemos. Al principio me buscaban mucho por el aumento de labios y luego introdujimos procedimientos coreanos y eso fue una locura, es que en realidad no hay producto coreano que no funcione. Ahora tengo mi oficina llena de productos nuevos que estoy probando y que van a ser un boom, como los exosomas, que son una gran innovación tecnológica y cuyo uso en estética partió como consecuencia de estudios realizados con exosomas en otras áreas de la medicina como el cáncer. Tienen un gran potencial y muchos creen que marcarán un hito en el cuidado de la piel, como pasó con el uso en estetica de la toxina botulínica.
LOGRAR LA BELLEZA COREANA
Carolina Tapia Pino es cauta al hablar de su trayectoria y sus aportes al mercado local, pero lo cierto es que su visión de negocios y su fascinación por el cuidado de la piel fueron una receta perfecta de éxito.
De esta forma, esa incipiente tienda que más tarde llamó The Beauty, abrió camino a The Beauty Clinic y, como era de esperarse, al vender productos profesionales en su tienda estos necesitaban ser aplicados por profesionales autorizados, por tanto crear una academia para enseñar a personas dedicadas a la estética sobre estos procedimientos era parte del proyecto.
¿Por qué surge la idea de una academia?
El área de la medicina estética y belleza está en constante evolución, piensa en todas las aplicaciones que tiene hoy en día un activo tan sencillo como el ácido hialurónico. Las enfermeras y cosmetólogas son muy mateas y con cada producto que aparece nuevo en el mercado, existen protocolos específicos de aplicación recomendados. Y es fundamental conocer tanto los beneficios, riesgos y cuidados necesarios para el éxito del tratamiento.
¿Qué enseña tu academia?
Todo lo que he aprendido sobre productos coreanos, pero sobre todo la aplicación y los procedimientos. La limpieza facial coreana, por ejemplo, es un protocolo super innovador para ellas porque tiene varios pasos, usa una mascarilla, y nutrimos de un conocimiento fresco a estas personas que tenían la formación más clásica.
He escuchado mucho sobre el peeling de algas, ¿qué nos puedes contar sobre eso?
¡Es una locura!, es un producto natural que en realidad no es un alga, sino una esponja de agua dulce. Son microorganismos diferentes, pero ese producto aplicado en la piel de la forma correcta es impresionante. Los estudios de la marca cuentan que una sesión de este tratamiento equivale a 3 sesiones de láser y 4 de microneedling. En particular me fascinan los resultados para el tratamiento del melasma e hiperpigmentaciones y las cicatrices de acné. Actualmente estoy conduciendo en Chile el primer estudio clínico descriptivo con estos activos, en personas que sufren de melasma.
Pero espera, es un procedimiento médico o una crema…
Es un producto de uso profesional, no puede ser usado en la casa. Así que si te lo venden en comercios no autorizados y por unidad, lo más probable es que no tengas los resultados esperados y más aún, el riesgo de autolesión es alto. Tiene un protocolo que he adaptado a pieles latinas, además de cuidados post tratamiento.
¿Qué genera en la piel?
Renueva totalmente la piel. Es un tratamiento que combina la exfoliación mecánica con el microneedling biológico. Es como hacerse un peeling químico y microagujamiento controlado de la piel en la misma sesión, pero además es un producto natural, no contiene químicos.
Me hablaste hace un momento de los exosomas, ¿de qué se trata?
En términos súper simples, son partículas intracelulares que transportan información entre las células. Imagina que tienes que entregar 100 envíos en la Región Metropolitana, y te mandan 100 despachadores y antes funcionaban con 30. En su interior llevan información diversa que mejora la comunicación intracelular y los nutrientes. Entonces cuando aumentas los exosomas en el tejido, vas a tener mejor comunicación celular y eso va a generar que se mejoren todos los procesos relacionados con las células.
¿Cómo se aplican?
Con mesoterapia, que son estas microinyecciones que introducen activos en tu rostro, pero lo más interesante es que existen diferentes familias u orígenes de los exosomas. Por una parte, existen los de origen animal que son sacados de células mesenquimales o grasa, y existen los exosomas sintéticos o de plantas. Imagínate el nivel de especialización y de trabajo para lograr todo esto. En The beauty tenemos disponible ambos. La mayoría de los estudios actuales se han realizado en exosomas ‘humanos’ por lo tanto existe el desafío de los laboratorios de generar data suficiente que soporte el uso de los exosomas sintéticos y sus resultados.
Por ser aceleradores de funciones celulares imagino que no son un fin en sí mismos, ¿no?, ¿deben combinarse con otros activos?
Claro, en el fondo le haces un reinicio a la célula, que comienza a actuar de otra forma, y sí, se combina con otros activos para solucionar problemas específicos. Recuerda que son mensajeros, entonces a esos mensajeros hay que decirles qué llevar o entregarles el material que deben transportar.
Entonces no se trata solo de algo estético…
No, la mayoría de los estudios con exosomas están en áreas como la oncología, medicina regenerativa, neurología y cardiología. El uso aplicado en la salud de la piel es reciente pero muy prometedor.
Hagamos un análisis del mercado, tu tienda vende productos a otras clínicas o profesionales, ¿está creciendo mucho este mundo?
Absolutamente, este año hemos tenido más de 600 alumnos. Mis principales clientes son centros médicos y profesionales del área estética.
¿Cómo se siente el haber creado este mini imperio de belleza?
Siendo muy honesta, tengo este síndrome del impostor que a veces me gana. Me muevo en base a objetivos y cuando los alcanzo, no los veo siempre como un logro o algo para celebrar, sino como una meta que tenía que cumplir. Tengo momentos de serendipia donde me veo atrás, de donde vengo y donde estoy, que realmente me conmueven.
Hoy en día lo que más valoro es a las personas del entorno que comparten esta locura conmigo y me acompañan en este viaje. El recurso humano valuable es difícil de encontrar por estos días y en mi caso han sido fundamentales para el crecimiento de The Beauty en Chile.
¿Dónde?
Av. Vitacura 2771 Of 1502, Las Condes, Chile
@thebeautyfactorychile